‘Bambina’, ciega y con labio leporino, cumple 3 meses en el en Gran Acuario Mazatlán
MAZATLÁN._ “Bambina”, una pequeña cervatillo, ciega y con labio leporino, y quizá también con problemas de nutrición, hidratación y golpes, se recupera en el Gran Acuario Mazatlán Mar de Cortés.
De acuerdo a un comunicado de este recinto marino, “Bambina” fue traída al Gran Acuario por unas personas que la encontraron en la carretera, la vieron confundida, sola y con algunos golpes.
“La encontraron sola en la carretera, de un mes, dos meses de vida, y tenía lesiones en su nariz, en la parte superficial como un tipo de quemaduras por raspón, porque al ser ciega ella, pues con lo que ella topaba, tenía unas úlceras, igual corniales, superficiales, y completamente ciega, a parte de alguna que otra garrapata”, dijo la Veterinaria Angélica López.
Este cervatillo podría haber tenido entre 5 y 8 semanas de vida y ya había recorrido un camino difícil, pues al entregarla al área de veterinaria de Gran Acuario Mazatlán, los especialistas se dieron cuenta que era un ejemplar ciego y con labio leporino.
El equipo de veterinarios del Gran Acuario Mazatlán, cuida a más de 3 mil ejemplares que forman parte de la gran colección, y también atienden a especies que son traídas para su resguardo y rehabilitación, desde tortugas, aves, serpientes y ahora “Bambina”.
En estos casi tres meses de estadía, “Bambina” ha evolucionado favorablemente. En una primera etapa se alimentaba con biberón exclusivamente y poco a poco se le ha ido cambiando la dieta integrando otros elementos como frutas y verduras; de 3.8 kilogramos que pesaba en un inicio, en estos momento pesa 4.9 kilogramos con una salud inmejorable, su oído es agudo y reconoce a sus cuidadores.
Actualmente lleva un entrenamiento operante el cual consiste en acostumbrarla, por lapsos cortos de tiempo, a una prenda, con el objetivo de desensibilizar esa área de su cuerpo por si llegara a requerir más delante de algún apoyo funcional como aro que le sirviera como guía por su ceguera.
Veterinarios, buzos, biólogos y especialistas atienden a cada uno de los ejemplares con los que cuenta el Gran Acuario Mazatlán, que es refugio y vida para las especies marinas y también para las que habitan en el entorno.