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Apoyo

Ayuda comedor comunitario en Catedral de Mazatlán a personas sin hogar desde 4 años

Francisco Vega y su familia promueven el ejemplo de compartir sus alimentos con gente en situación de calle, en un claro ejemplo de solidaridad
31/08/2024 15:15

MAZATLÁN._ Han pasado ya 4 años desde que el señor Jorge Francisco Vega y su familia colocaron un comedor comunitario afuera de la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, con el objetivo de compartir comida con las personas en situaciones de calle durante la pandemia, y en pleno 2024, este proyecto de altruismo continúa apoyando a los que menos tienen.

Junto a su esposa, hijos y otros colaboradores que se unen a la causa, Francisco alimenta a decenas de personas sin hogar cada fin de semana, algo que es menciona como una expresión de solidaridad, pues todo nació en una fecha difícil para todos.

“Justamente este comedor es una expresión de solidaridad que tenemos nosotros; empezamos desde el 2020 durante la pandemia porque ordinariamente sí las personas son relegadas, más aún en la pandemia que era súper complicado, entonces, ellos lo necesitaban más”, platicó Francisco Vega.

“Ciertamente a unos nos fue bien o mal, etcétera, pero a ellos les iba más mal, por lo qué establecimos aquí el comedor, por supuesto con la autorización de nuestro señor Obispo Mario Espinosa, y así empezamos mi familia, mi esposa, mis hijos y un servidor este proyecto”, dijo.

Además de obsequiar la comida afuera de la catedral, el proyecto de Francisco se encarga de llevar tortas a los lugares donde se encuentren entre semana, además de expresar el sentimiento que desata el poder compartir algo con la gente menos afortunada.

“Todos los sábados estamos a las 10:30 de la mañana, pero lo iniciamos los domingos generalmente, y entre semana lo que hacemos nosotros es, como no tenemos un lugar establecido sino un lugar móvil, pues hacemos la comida, buscamos hacer tortas y llevárselos a los lugares donde ellos se ubican, que puede ser en la playa, el centro o en otros lados”, afirmó.

“Cómo decía, esto lo venimos haciendo así desde hace tiempo, vamos a cumplir 4 años ya en octubre con este comedor de manera ininterrumpida, y esperemos poder seguir así. Sí pueden ver, la gente viene a nosotros con hambre, con el ánimo de poder comer algo este día y vamos a buscar seguir ayudándolos, porque todos estamos llamados a compartir lo que tenemos, sea poco o mucho hay que compartir siempre”.

Vega señala que este proyecto fue iniciativa de él y de su familia, pues no pertenecen a ninguna Fundación externa, mientras que recalca la importancia de ayudar al prójimo sea de donde sea y esté como esté, ya que el comedor le ha permitido llegar a mas frontera con los migrantes. Además, afirma que desearía que ojalá hubiera más comedores en toda la ciudad.

“No tenemos ninguna formalidad de ninguna fundación, nosotros única y llanamente somos simples cristianos católicos que veíamos la necesidad y pensamos que habría que hacer algo; alguien tenía que hacer algo por estás personas, ojalá que en todas las iglesias hubiera algún comedor porque la gente tiene hambre, son gente que vive en la calle y no tienen nada”.

“En estos 4 años ellos ya nos conocen, hay muchos migrantes que llegan de paso, hay otros que ya viven aquí y necesitan del apoyo, la solidaridad y la caridad de alguno de nosotros; ellos están en esas condiciones desafortunada, pero que no se nos olvide que también son hijos de Dios como nosotros, esa es la primicia fundamental de todo eso”.

AGRADECE A QUIÉNES SE UNEN A LA CAUSA DE AYUDARSE ENTRE HERMANOS

Desde tortas, pasteles, pan, carne, aguas frescas y café, la familia Vega entrega estás diferentes comidas cada fin de semana para brindarle un momento de felicidad a las personas más necesitadas; no obstante, menciona que nada de esto pudiera ser posible sin la ayuda de empresario y comerciantes que donan comida para que ellos puedan servirla en su comedor.

“A esta iniciativa en este tiempo que llevamos se fueron sumando personas que nos han ido ayudando a ayudar, desde empresarios y personas de buena voluntad que nos auxilian para poder sacar adelante y cristalizar la mesa cada semana, para todas las personas que viven en la intemperie y hacer posible que puedan comer”.