Aún se puede rescatar agua para Mazatlán: Conselva
Mazatlán todavía está a tiempo de hacer algo para recuperar el agua que se produce en la cuenca del Río Presidio, antes de que el problema de abasto se vuelva irreparable con futuras sequías, expresó Sandra Guido Sánchez.
Al participar en el foro “Retos de la Seguridad Hídrica Urbana, caso Mazatlán”, que se realiza en el Centro de Convenciones con expertos en el agua, asociaciones civiles, autoridades, empresarios y agricultores de la región, la directora de Conselva, Costas y Comunidades AC., expuso que la Presa Picachos ha reducido su capacidad en un 56 por ciento en los últimos 10 años por la falta de infraestructura verde y el cambio climático que se vive.
Urgió a las autoridades de los tres niveles de gobierno a crear políticas públicas que promuevan por medio de diversas estrategias este tipo de infraestructura y conciencia social, para recuperar el agua que se produce en el área sur de Sinaloa.
“Ocurre que en nuestra cuenca se genera un suelo muy erosionable si está desnudo (...) la lluvia tiene una fuerza erosiva muy alta”.
“Se necesitan arbustos y se necesitan puesta toda la estructura forestal para amortiguar el efecto recibido de la lluvia a las raíces de los árboles y hierbas que permiten que esa agua se filtre y entonces se recargue el acuífero, así es como se produce el agua en la cuenca”, detalló.
Explicó que resulta más caro movilizar pipas para llevar agua a las comunidades y hacer pozos buscando agua -como sucedió en el verano pasado en la sequía de la zona rural de Mazatlán porque se acabaron los mantos friáticos-, que sembrar áreas verdes.
“No hay infraestructura verde y donde hay es una infraestructura degradada (en la zona rural) entonces lo que hagamos en el suelo de la cuenca determinará la calidad, pero también la cantidad del agua”.
Informó que el 90 por ciento del abasto de agua que reciben los mazatlecos depende de la subcuenca del Río Presidio, la cual se encuentra degradada en un 59 por ciento.
Además, dijo que el agua turbia que llega a los hogares mazatlecos es ocasionada porque la lluvia arrastra la tierra hacia la presa porque no hay árboles que lo eviten, así que esta arena rebosa los filtros de agua, ocasionando que a más de un mes que pegó el Huracán Pamela en Sinaloa, aún se sufra por sus efectos.
Manifestó que en los próximos 18 años la temperatura de la zona sur del estado subirá de manera inevitable 1.8 grados más, por lo que las lluvias disminuirán en un 10 por ciento.
“Este escenario climático va a ocurrir, sí o sí, lo querramos o no lo querramos, nos guste o no nos guste, el golpe va a llegar, la diferencia es ¿qué podemos hacer antes? ¿cómo nos va a agarrar?”.
“Lo único que podemos controlar es lo que ocurre con el agua cuando se precipita, eso sí esta en nuestras manos”.
Guido Sánchez reiteró que la solución pronta es invertir en más infraestructura verde y menos infraestructura gris. Pero también dijo que lo último que deben hacer los agricultores es talar árboles o plantar cosechas para percibir agua, pues deben ser arbustos que puedan arbsorver la lluvia para filtrarla a la tierra.
Antes de ingresar al foro, el gerente general de Jumapam, Osbaldo López Ángulo, recordó que en el verano pasado a nivel nacional Conagua anunció que el 85 por ciento del territorio mexicano se encontraba en sequía.
Pero en Mazatlán, 19 comunidades sufrieron desabasto, a las cuales se les tuvo que llevar pipas con agua.