Alma Delia guarda la esperanza de encontrar a su papá, desaparecido en Mazatlán
El señor Mario Burgueño Lizárraga despareció el 29 de abril de 2019 y su familia tiene la esperanza de encontrarlo, por ello participa en las búsquedas y actividades que realiza el colectivo de rastreadoras de Mazatlán “Tesoros Perdidos. Hasta Encontrarlos”.
“Él desapareció el 29 de abril, ya va a cumplir tres años y tengo la esperanza de encontrarlo, lo busco con toda la fe”, dijo su hija Alma Delia Burgueño Niebla, quien la tarde de este sábado participó en el proyecto para pegar los rostros de personas desaparecidas en Sinaloa en muros de las principales ciudades de la entidad, en este caso en Mazatlán.
“A todas las búsquedas estoy asistiendo con la esperanza de encontrarlo, esté como esté, lo que quisiera es saber de él, tengo la esperanza de tener una noticia”, continuó Burgueño Niebla.
Añadió que al pegar el rostro de su ser querido en una pared es con la esperanza de que si alguien lo reconoce y tiene alguna noticia de su paradero lo informe de manera anónima ante el colectivo citado.
“Nosotros no buscamos culpables, lo que buscamos es que nos den una noticia para saber de mi papá (de 62 años de edad)”, dijo.
“Que nos ayuden (los pobladores), si alguien sabe algo pues sentimos mucho dolor y esto no pasa, que se apiaden de nosotros con algo que nos den aunque sea anónimo no importa”.
Por su parte la señora Janeth Yépez, quien busca a su hijo Jesús Ernesto Brambila Yépez, de 26 años, que desapareció hace 4 años, dio a conocer que en su momento puso la respectiva denuncia y ahorita está con el grupo de rastreadoras poniendo estas imágenes o rostros de las personas desaparecidas en Sinaloa.
“Al momento de la desaparición yo puse la denuncia y ahorita estamos aquí con el grupo de rastreadoras poniendo estas imágenes para alentar nuestra esperanza y seguir con esa llama viva, esperando su regreso o informes de dónde están sus restos”, continuó la señora Yépez.
La actividad de este sábado es también para concientizar a la población de que el problema de las desapariciones va en aumento desgraciadamente y ya no hay edad, lo mismo desaparecen jóvenes, personas grandes, chicas, mujeres.
“Seguimos como grupo de rastreadoras esperando una respuesta al destino y a las personas que estuvieran inmiscuidas en la desaparición de cada uno de estos rostros, si la gente ve estos rostros y tiene algún informe es para reportar al colectivo, todo es anónimo”, expresó.
“Nosotros no buscamos culpables, buscamos informes, información de dónde pudiera estar su paradero, sus restos, o en vida qué bueno fuera, pero sus restos, que nos den una llamadita, muchas madres, muchas hijas, muchas hermanas, muchas personas los estamos esperando”.