Más de 270 muertos y 600 heridos en la liberación de cuatro rehenes israelíes muestran devastación de la guerra entre los civiles
Las escenas de devastación presenciadas tras la operación militar israelí para liberar a los rehenes del campo de refugiados de Nuseirat demuestran que cada día que pasa la guerra «es más horrible», declaró el domingo el máximo responsable humanitario de la ONU.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, más de 270 personas, incluidos niños y otros no combatientes, murieron el sábado durante los bombardeos israelíes en el campo de refugiados de Nuseirat y sus alrededores, en la zona central del enclave devastado por la guerra. Según los informes, más de 600 resultaron heridos y los hospitales se vieron desbordados.
El coordinador de Ayuda de Emergencia, Martin Griffiths, afirmó en un post en X que el campo de Nuseirat «es el epicentro del trauma sísmico que siguen sufriendo los civiles de Gaza».
«Al ver cadáveres amortajados en el suelo, se nos recuerda que ningún lugar es seguro en Gaza», continuó.
Decenas de rehenes siguen retenidos
El responsable de Asuntos Humanitarios afirmó que, aunque los cuatro rehenes se reunieron con sus familias en Israel gracias a la operación militar, «decenas siguen cautivos, y todos ellos deben ser liberados».
En un tuit el sábado tras conocerse la noticia de la liberación de los rehenes, el Secretario General de la ONU, António Guterres, dijo que había enviado mensajes a los familiares de Noa Argamani y Shalomi Ziv -algunos de cuyos familiares había recibido en la ONU la semana pasada- para expresar su alivio.
«Renuevo mi llamamiento para la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y para que se ponga fin a esta guerra», añadió.
Griffiths afirmó que «todos los civiles deben ser protegidos. Esta agonía colectiva puede y debe terminar ahora».
El jefe de la ayuda de emergencia añadió que ver las imágenes de vídeo de la escena de los cuerpos amortajados en el campo de Nuseirat era un recordatorio de que ningún lugar es seguro en el enclave, donde Israel ha llevado a cabo una ofensiva de nueve meses de duración desde los atentados dirigidos por Hamás del 7 de octubre.
Por su parte, la relatora especial* de la ONU para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados mostró en un post en X su alivio por la liberación de los cuatro rehenes, pero señaló que «no debería haber sido a costa de al menos 200 palestinos muertos, incluidos niños, y más de 400 heridos por Israel y supuestos soldados extranjeros, mientras se escondían pérfidamente en un camión de ayuda. Esto es «camuflaje humanitario» a otro nivel. (El comentario de la relatora se produjo antes de la actualización del número de muertos y heridos).
Francesca Albanese aseguró que «Israel ha utilizado a los rehenes para legitimar que se mate, hiera, mutile, mate de hambre y traumatice a los palestinos de Gaza, mientras intensifica la violencia contra los palestinos en el resto del territorio ocupado e Israel».
Albanese añadió que «Israel podría haber liberado a todos los rehenes, vivos e intactos, hace ocho meses, cuando se puso sobre la mesa el primer alto el fuego e intercambio de rehenes. Sin embargo, Israel se negó para seguir destruyendo Gaza y a los palestinos como pueblo. Esta es la intención genocida convertida en acción».
La atención sanitaria pende de un hilo
«Al ver a pacientes ensangrentados siendo tratados en el suelo de los hospitales, recordamos que la asistencia sanitaria en Gaza pende de un hilo», observó Martin Griffiths.
Un vídeo del hospital Al-Aqsa tras los combates y bombardeos muestra a numerosas víctimas tendidas en el suelo, mientras que el director del hospital Al-Adwa de Nuseirat informó de que no hay morgue disponible en el hospital para albergar los cuerpos de los fallecidos.
Continúan las negociaciones para lograr un alto el fuego general y un acuerdo sobre los rehenes entre Israel y Hamás, pero ninguna de las partes ha aceptado la propuesta presentada el 31 de mayo por Estados Unidos.