La Asamblea General pide a la CIJ evaluar las obligaciones de Israel de ayudar a los palestinos
La Asamblea General de la ONU aprobó este jueves por abrumadora mayoría una resolución que insta a Israel a cumplir con sus obligaciones internacionales como potencia ocupante, solicitando a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que evalúe en particular la obligación de ese país de ayudar a los palestinos.
La resolución obtuvo 137 votos a favor, doce en contra y 22 abstenciones. El texto fue patrocinado por Noruega, Egipto, Jordania y Arabia Saudita, entre otros Estados.
El texto pide al máximo tribunal judicial que emita una opinión consultiva sobre las obligaciones jurídicas de Israel con respecto a las actividades de la ONU, otras organizaciones internacionales y terceros Estados en los territorios palestinos ocupados.
El documento presta especial atención a que se asegure el suministro de asistencia humanitaria y servicios básicos, así como al apoyo al derecho del pueblo palestino a la libre determinación.
Específicamente, la resolución requiere que la Corte considere lo que Israel está obligado a hacer para “garantizar y facilitar el suministro sin obstáculos de pertrechos urgentes y esenciales para la supervivencia de la población civil palestina”.
Apoyo al mandato de UNRWA
Además, destaca la importancia del mandato de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y pide a los Estados miembros de la ONU que apoyen sus actividades.
La texto también condena las medidas adoptadas por Israel que obstaculizan la labor de las organizaciones internacionales en los territorios ocupados.
Al adoptar la resolución, la Asamblea General reiteró su llamamiento a Israel para que respete el derecho internacional humanitario, cese las acciones que impidan la prestación de ayuda y contribuya al logro de una paz sostenible basada en la solución de dos Estados.
Gaza podría ser el lugar más peligroso del mundo
Por otra parte, el jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en la Franja de Gaza, reiteró hoy desde Jerusalén que nadie está a salvo en ese territorio palestino asediado.
“Lo hemos dicho desde que empezó la guerra y sigue siendo verdad. Posiblemente Gaza sea el lugar más peligroso del mundo”, dijo por videoconferencia Georgios Petropoulos a la prensa acreditada en a sede de la ONU en Nueva York.
Petropoulos explicó que no importa si se trata de una madre de seis, una persona a la que le han amputado un miembro, alguien en el hospital, un trabajador humanitario, un niño pequeño, un maestro palestino o un rehén israelí, “es muy probable que muera de hambre y de dolor”.
El jefe humanitario en Gaza afirmó que los trabajadores de ayuda intentan asistir al mayor número posible de personas en sus necesidades más básicas. Sin embargo, lamentó, “los suministros vitales que logran entrar a Gaza y transitar por el territorio son mínimos comparados con los que se distribuían antes de la guerra”.
Detalló que Israel obstaculiza el acceso constantemente y que cuando se logra el ingreso, no permite que se transporte dentro de la Franja.
Decisiones horribles
Petropoulos señaló que los israelíes se niegan a abrir más pasos y que el único por el que se deja la entrada de provisiones está lleno de gente lista para saquear la carga humanitaria.
“No tenemos capacidad para restaurar la ley y el orden”, declaró refiriéndose al caso imperante en Gaza, y añadió que la gente está desesperada y roba la carga porque la necesita o porque la vende para hacerse de un dinero que cree que le permitirá conseguir bienes vitales.
Petropoulos precisó que los trabajadores humanitarios tienen que tomar decisiones horribles en Gaza todos los días: “¿Debemos dejar a la gente morir de hambre, o de frío? ¿Debemos traer más comida para aliviar el hambre, o más lonas de plástico para que se resguarden de la lluvia durante la noche? ¿Más artículos de higiene o medicamentos para los enfermos y heridos?”, planteó para ilustrar las disyuntivas que afronta el personal de socorro.
Asimismo, reportó que los gazatíes están exhaustos y sin ninguna esperanza. “Los que han sobrevivido hasta el momento están al borde de una catástrofe aún peor”, deploró.