Gobernador de Texas defiende su derecho a instalar ‘muro flotante’ en el río Bravo
El Gobernador de Texas, Greg Abbott, respondió este lunes a la amenaza del Departamento de Justicia de Estados Unidos de demandar a dicha entidad fronteriza por la colocación de boyas sobre el río Bravo, para impedir el paso de migrantes al país.
“Si realmente le importan las vidas humanas, debe empezar a hacer cumplir las leyes federales de inmigración”, escribió Abbott en una carta dirigida al Presidente Joe Biden.
“Al hacerlo, puede ayudarme a impedir que los migrantes se jueguen la vida en las aguas del río Bravo. Texas le verá en los tribunales, señor Presidente”.
En su misiva, el Gobernador defendió el derecho texano de asegurar la frontera a través de la reciente instalación de un muro flotante en el río en Eagle Pass.
El republicano señaló que tenía potestad para proteger los intereses “soberanos” de Texas instalando las boyas, y acusó a Biden de no cumplir con sus responsabilidades para detener el flujo de migrantes que entran a EU por la frontera sur con México.
El 21 de julio pasado, el Departamento de Justicia estadounidense comunicó al Gobierno de Texas que las boyas de color naranja colocadas cerca de Eagle Pass, obstruían ilegalmente la navegación fluvial y carecían de permisos federales.
“Esta barrera flotante supone un riesgo para la navegación, así como para la seguridad pública, en el río Bravo, y plantea problemas humanitarios”, declaró el Departamento de Estado de EU, que otorgó un breve plazo de tiempo a Texas, para que entablaran conversaciones o se enfrentara a una demanda federal.
El 20 de julio, Esteban Moctezuma Barragán, Embajador de México en Estados Unidos, informó que se estaban revisando las posibles violaciones a los acuerdos binacionales que pudiera tener la medida implementada por el Gobernador de Texas.
El diplomático mexicano detalló que el equipo de la Embajada de México en EU, junto con la cónsul de México en Eagle Pass, Texas, Vivian Juárez Mondragón, se encontraban analizando el impacto de dicha decisión en el Tratado de Aguas de 1944, así como en la seguridad de los migrantes que llegaban a la frontera común.
Un día antes, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tachó de “barbaridad” y “exterminio” los reportes sobre nuevas medidas contra inmigrantes de Texas, donde los medios locales señalaban que agentes texanos tenían la orden de empujar a inmigrantes al río Bravo y no darles agua.
“Lo primero [de empujar a inmigrantes al río Bravo] no lo creo, sería una barbaridad, es extremo, es inhumano, es exterminio, no lo creo. Lo otro sí es posible, de que no se le dé agua a migrantes, y que incluso se les persiga”, expresó.
Las declaraciones del Mandatario mexicano se produjeron después de que el diario The Houston Chronicle y la cadena CNN reportaron, con base en correos electrónicos obtenidos, que la Policía estatal texana recibió órdenes de “empujar a los inmigrantes de vuelta al agua para que volvieran a México”, incluyendo bebés lactantes y niños.
Los correos, en los que un policía del Departamento de Seguridad Pública describió los actos como “inhumanos”, también exhibieron la orden de no dar agua a solicitantes de asilo, pese al calor extremo.
Ante ello, el Presidente mexicano se mostró incrédulo ante los reportes de empujar a los indocumentados al río Bravo, pero recordó que en Texas “se llegó en un tiempo a cazar a migrantes”.
“Tremendo, porque fomentaron ese odio al migrante, que es lo que siguen haciendo”, manifestó López Obrador, quien también reiteró sus críticas a los cercos de alambres con navajas y a la barrera de boyas en el río Bravo, que colocó el Gobernador de Texas en la zona fronteriza de Eagle Pass.
“No deja de ser propaganda, publicidad, porque es una franja muy pequeña, es para tomarse la foto y para sacar votos, o pretender sacar votos, porque también yo creo ya no les funciona eso, la gente de Texas no ve bien eso, puede ser que antes pensaban de otra manera, pero todo cambia”, apuntó.
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