Francisco, el pastor sencillo y primer Papa latinoamericano
Es el primer latinoamericano y el primer religioso perteneciente a la Compañía de Jesús en ser elegido Papa en un Cónclave que inició día 12 de marzo, a las 17:40, y concluyó al siguiente día, a las 19:05 horas, en la quinta votación: él es Francisco, quien falleció este 21 de abril de 2025, tras cumplir 12 años de pontificado, a la edad de 88 años.
Antes de comenzar su misión como líder de la Iglesia en el mundo, el jesuita argentino fue Arzobispo de Buenos Aires. En la página oficial del Vaticano se describe a Jorge Mario Bergoglio en su periodo episcopal como una figura destacada de todo el continente de América.
“Un pastor sencillo y muy querido en su diócesis, que ha visitado a lo ancho y a lo largo, incluso trasladándose en medios de transporte público, en los 15 años de ministerio episcopal”, se puede leer en www.vatican.va.
De su periodo de obispo resalta su proyecto resumido en la siguiente frase: “Mi gente es pobre y yo soy uno de ellos”, seguida de su recomendación de misericordia, valentía apostólica y puertas abiertas, a todos a sus sacerdotes.
Su proyecto de Iglesia
Antes del Cónclave, el 9 de marzo de 2013, el Arzobispo de Argentina había pedido la palabra en una de las reuniones del Colegio Cardenalicio. Solo le dieron 3 minutos. Ahí, pudo externar sobre la necesidad de la Iglesia en esos momentos y bosquejó sobre un líder que pusiera sostener tal tarea:
“La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las existenciales: las del misterio del pecado, del dolor, de la injusticia, las de la ignorancia y de la ausencia de fe, las del pensamiento, las de cualquier forma de miseria”, dijo al comenzar su discurso.
Y en cuanto al próximo Papa:
“Un hombre que, a través de la contemplación de Jesucristo, ayude a la Iglesia a salir de sí misma hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de la dulce y reconfortante alegría de evangelizar”.
Se había exigido a sí mismo su próxima misión.
El Papa eligió un nombre que engloba una doctrina de cercanía con los pobres, de austeridad, pero también de férrea defensa a los valores cristianos. Se llamó Francisco, en memoria del santo pobre de Asís.
La noche del 13 de marzo de 2013, apareció en el balcón vestido solo con sotana blanca, sin ínfulas y sin la muceta púrpura con bordados dorados.
Solo salió sonriente, diciendo buenas noches y que le habían ido a buscar casi hasta el fin del mundo. Pidió una plegaria para su antecesor Benedicto XVI y una bendición popular para él mismo, antes de impartir la tradicional Urbi et Orbe a toda la cristiandad.
Francisco sale del Vaticano: Lampedusa
Una de las luchas más fuertes del Papa Francisco fue la de los migrantes. En agosto de 2024, en una de sus audiencias celebradas los miércoles, así como en múltiples ocasiones, denunció que el Mediterráneo se había convertido en un cementerio y que esos muertos podrían haberse salvado.
“Hay que decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los emigrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave”, aseveró.
Aunque cerca, pero su primera salida fuera de Roma, fue Lampedusa. Lugar de tragedia para los migrantes que escapan de las guerras.
“Pienso siempre en mi primer viaje a Lampedusa, en la provincia de Agrigento, la puerta de Europa, donde arriba quien, a la desesperada, busca un futuro alejado de las guerras y de la carestía. Después de una tragedia en el Mediterráneo ocurrida poco tiempo antes, era necesario, en aquel julio de 2014, aceptar la invitación de aquel párroco de la periferia, don Stefano, y empezar desde ahí un recorrido por la ruta de los migrantes, que todavía hoy no ha terminado porque queda mucho trabajo qué hacer sobre el tema de la emigración”, escribió el Papa Francisco en su autobiografía publicada en enero de 2024.
Fue el 3 de octubre de 2013, frente a la isla italiana de Lampedusa, que murieron al menos 368 personas. Ocho días después otra embarcación zozobró, lo que sumó más de 600 muertos en una semana.
“En un pesquero varado en el mar, a escasos metros de tierra firme y segura, se apelotonaban cerca de 500 mujeres, hombres, niñas y niños. En su mayoría habían huido de Eritrea antes de embarcarse en una peligrosa travesía para escapar de Libia. Bajo un cielo sin luna, un hombre encendió una antorcha artesanal para llamar la atención y, accidentalmente, prendió fuego a un resto de combustible que se había filtrado en el barco. Las personas a bordo, presas del pánico, corrieron hacia el otro lado de la embarcación para alejarse de las llamas, con lo que provocaron que volcara”, relató Amnistía Internacional al cumplirse 10 años de la tragedia.
Francisco y la pandemia por Covid-19
La pandemia dejó una imagen del Papa Francisco que recorrió el mundo. Fue el día 27 de marzo de 2020.
Bajo la oscuridad de las nubes y la lluvia, el Papa rezó en una Plaza de San Pedro desierta.
La Organización Mundial de la Salud había declarado, el 11 de marzo, el estado de pandemia del Covid-19. En ese momento había 118 mil casos en 114 países de todo el mundo, más de 4 mil personas habían muerto y otras tantas luchaban por su vida en los hospitales.
En su homilía resonaron las siguientes palabras:
“Desde hace semanas parece que ha caído la tarde. La espesa oscuridad se ha espesado sobre nuestras plazas, calles y ciudades; se ha apoderado de nuestras vidas, llenándolo todo de un silencio ensordecedor y de un vacío desolador, que lo paraliza todo a su paso: se siente en el aire, se siente en los gestos, lo dicen los ojos. Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que los discípulos del Evangelio, fuimos sorprendidos por una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en el mismo barco, todos frágiles y desorientados, pero al mismo tiempo importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de consuelo. Todos estamos en este barco...”.
Ben-digan y no mal-digan, el último mensaje de Francisco a la burocracia del Vaticano
La Curia Romana es la estructura de gobierno de la Iglesia católica. La última vez que se vieron reunidos con el Papa Francisco fue el pasado diciembre en el mensaje de Navidad.
El Papa habló a sacerdotes, religiosos y laicos con tareas administrativas y políticas en la gestión de la Iglesia y el Estado Vaticano, que es la responsabilidad de la Curia Romana.
A estos funcionarios les dijo “ben-digan y no mal-digan”. Y que todos ellos trabajan con un mismo fin: “bien-decir, difundir en el mundo la bendición de Dios y de la Madre Iglesia”.
Al personal de la Curia Romana le dijo que deben ser coherentes, que “no podemos escribir bendiciones y después hablar mal del hermano o de la hermana; eso arruina la bendición. Este es mi deseo: que el Señor, nacido para nosotros en la humildad, nos ayude a ser en todo momento mujeres y hombres bien-dicientes”.
Un año atrás, en 2023, los llamó “lobos rapaces” que no escuchan a los demás.
Sugirió a sus monseñores a “escuchar de rodillas”, pues a veces, lamentó, “cuando nos comunicamos entre nosotros corremos el riesgo de ser como lobos rapaces”.
“Enseguida intentamos devorar las palabras del otro sin escucharlo realmente e inmediatamente vertemos sobre él nuestras impresiones y nuestros juicios”, continuó .
“También en la Curia es necesario aprender el arte de escuchar”, indicó. “Sobre todo, antes de los roles que desempeñamos, necesitamos redescubrir el valor de las relaciones y tratar de despojarlas de formalismos para animarlas con espíritu evangélico escuchándonos recíprocamente”, aconsejó.
Fue en diciembre de 2017, donde Francisco lanzó una de las más severas críticas a la Curia Romana, y lo hizo citando a Monseñor Frédéric-François-Xavier De Mérode: “Hacer la reforma en Roma es como limpiar la Esfinge de Egipto con un cepillo de dientes”.
Historial de salud del Papa Francisco
1957
En su Argentina natal, Francisco sufrió una grave infección respiratoria que obligó a los médicos a extirpar parte de un pulmón.
4-14 de julio de 2021
Pasó 10 días en el hospital Gemelli en Roma por lo que el Vaticano indicó que era un estrechamiento del intestino grueso. Los médicos le extirparon 33 centímetros de su colon.
24 de enero de 2023
El Papa dijo que la diverticulosis, o bultos en la pared intestinal, que había motivado la cirugía de 2021 había regresado, pero estaba bajo control.
29 de marzo-1 de abril de 2023
Francisco pasó tres días en Gemelli con una infección respiratoria luego de sentir un dolor agudo en el pecho y tener dificultades para respirar. Los médicos diagnosticaron una bronquitis aguda y lo trataron con antibióticos intravenosos.
6 de junio de 2023
Se sometió a chequeos médicos no especificados en Gemelli antes de regresar al Vaticano.
7-16 de junio de 2023
Francisco se sometió a una cirugía abdominal para extirpar tejido cicatricial y reparar una hernia abdominal y fue dado de alta nueve días después. Su cirujano, el doctor Sergio Alfieri, reveló que la cicatrización no sólo se debía a la cirugía abdominal de 2021, sino a cirugías previas que había tenido el Papa.
14 de febrero de 2025
Francisco regresó a Gemelli para tratamiento de bronquitis y más pruebas diagnósticas, informó el Vaticano.
23 de marzo de 2025
Después de haber pasado 38 días internado en el hospital, el Papa Francisco es dado de alta. Antes de regresar a la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano, el Pontífice se ha asomado a un balcón del centro sanitario desde el que ha saludado a los fieles y ha impartido la bendición apostólica.
