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Comercio Mundial

Conflicto en Mar Rojo dispara los precios de la energía y los alimentos

Un organismo de la ONU advierte de que los ataques a la navegación en el Mar Rojo están añadiendo tensión a unas rutas marítimas ya perturbadas por los conflictos y el cambio climático y alargando la sombra de la inflación

La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo ha dado la voz de alarma por la escalada de ataques a la navegación en el Mar Rojo y su impacto en las rutas comerciales mundiales, que ya se encuentran bajo presión.

El Canal de Suez, una vía fluvial fundamental que conecta el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo, gestionaba aproximadamente entre el 12 por ciento y el 15 por ciento del comercio mundial en 2023.

Pero desde noviembre de 2023, los ataques dirigidos por los hutíes en el Mar Rojo han llevado a los principales actores de la industria naviera a interrumpir temporalmente los tránsitos por Suez y buscar otras rutas. El organismo calcula que el volumen de comercio que pasa por el Canal de Suez ha disminuido un 42 por ciento en los dos últimos meses.

“Pero otras rutas importantes ya están bajo presión”, dijo Jan Hoffmann, jefe de la rama de logística comercial de la UNCTAD, en una rueda de prensa en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

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También Ucrania y el cambio climático

Hoffmann citó la guerra en Ucrania y otras tensiones geopolíticas que han modificado las rutas comerciales del petróleo y los cereales.

La grave sequía que azota el Canal de Panamá, otra ruta clave para el comercio mundial, agrava la situación. El nivel del agua ha alcanzado su punto más bajo en décadas, lo que ha reducido drásticamente el número y el tamaño de los buques que pueden transitar por el canal.

El mes pasado, el total de tránsitos por el Canal de Panamá fue un 36 por ciento inferior al de hace un año y un 62 por ciento inferior al de hace dos años. La menor capacidad del Canal de Panamá debido al cambio climático es motivo de preocupación por sus efectos duraderos en las cadenas de suministro.

“Nos preocupa que los ataques al transporte marítimo del Mar Rojo añadan tensiones a un contexto de perturbaciones del comercio mundial debidas a la geopolítica y al cambio climático”, afirmó Hoffmann.

El comercio marítimo transporta alrededor del 80 por ciento de las mercancías del comercio mundial, y el porcentaje es aún mayor en el caso de los países en desarrollo.

“Estas perturbaciones subrayan la vulnerabilidad del comercio mundial ante las tensiones geopolíticas y los retos climáticos”, afirmó Hoffmann.

Importante impacto en los costes y tarifas del transporte marítimo

Los primeros datos de 2024 revelan que más de 300 buques portacontenedores, más del 20 por ciento de la capacidad mundial de contenedores, se desviaban del Canal de Suez o planeaban alternativas al mismo.

“El sector del transporte marítimo de contenedores se enfrenta a un reto importante”, afirmó Hoffmann.

El aumento de 500 dólares en una semana de las tarifas medias al contado del transporte de contenedores durante la última semana de diciembre fue el mayor incremento semanal jamás registrado.

Las tarifas medias al contado del transporte marítimo de contenedores desde Shanghai han subido un 122 por ciento desde principios de diciembre. Las tarifas desde Shanghai a Europa subieron un 256 por ciento. Las tarifas a la costa oeste de Estados Unidos han subido un 162 por ciento.

“Aquí se ve el impacto global de la crisis, ya que los buques buscan rutas alternativas, evitando el Canal de Suez y el de Panamá”, explicó Hoffmann.

Menos tránsitos por el Canal de Suez

Desde noviembre, los principales operadores del sector marítimo han interrumpido temporalmente los tránsitos por el Canal de Suez, optando en su lugar por rodear Sudáfrica. Los tránsitos semanales de portacontenedores son un 67 por ciento inferiores a los de hace un año.

“Dado que son sobre todo los portacontenedores más grandes los que se desvían del Canal de Suez, el descenso de la capacidad de transporte de contenedores es aún mayor”, afirmó Hoffmann.

Indicó que los tránsitos semanales en términos de capacidad de transporte de los portacontenedores o unidades equivalentes a veinte pies, han descendido un 77 por ciento en comparación con hace un año.

Los tránsitos de petroleros también han descendido un 18 por ciento, y los de graneleros de carga seca -que transportan, por ejemplo, cereales o carbón- un 6 por ciento. Según Hoffmann, los gaseros, que transportan gas natural licuado (GNL), han dejado de transitar.

“Se trata de un descenso del 100 por ciento (...) Normalmente hay entre dos y cinco gaseros al día. El último fue el 16 de enero”.

Los precios de la energía y los alimentos se disparan

Las interrupciones en las principales rutas comerciales mundiales también están afectando a los precios de la energía y aumentando los riesgos de inflación.

Las interrupciones prolongadas en las principales rutas comerciales alterarían las cadenas de suministro mundiales, lo que provocaría retrasos en las entregas de mercancías, un aumento de los costes y una posible inflación.

El sector del transporte marítimo ya está experimentando repercusiones inmediatas, con subidas de las tarifas al contado de Asia a Europa que superan los niveles registrados en 2023. Las tarifas entre China y el Mediterráneo se han más que triplicado desde principios de diciembre.

Las mayores distancias comerciales y los fletes más elevados podrían tener efectos en cascada sobre los precios de los alimentos.

La UNCTAD calcula que alrededor de la mitad del aumento de los precios de los alimentos observado en 2022 se debió al encarecimiento del transporte.

La crisis del Mar Rojo está provocando importantes interrupciones en los envíos de cereales y otros productos básicos procedentes de Europa, Rusia y Ucrania. Esta situación está provocando un aumento de los costes para los consumidores y plantea graves riesgos para la seguridad alimentaria mundial, especialmente en regiones como África Oriental, Asia Meridional, Sudeste Asiático y Asia Oriental, que dependen en gran medida de las importaciones de trigo procedentes de Europa y de la zona del Mar Negro.

Además, es probable que las interrupciones de las importaciones agraven la inflación alimentaria, lo que supondría una carga adicional para los países en los que las importaciones constituyen una parte importante del consumo.

“La UNCTAD sigue profundamente preocupada y continuará vigilando el impacto de estas perturbaciones, especialmente en los países en desarrollo”, declaró Hoffmann, añadiendo que la situación requiere una sólida cooperación internacional por parte de todos los actores implicados en el comercio mundial.