Con frío, enfermos y traumatizados: la pesadilla de los niños de Gaza
“Los niños de Gaza pasan frío, están enfermos y traumatizados”, declaró este viernes Rosalía Bollen, del equipo de comunicación del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), a los periodistas en Ginebra.
Hablando en videoconferencia desde Amán, Jordania, Bollen indicó que la mayoría de las mujeres y los niños de Gaza sobrevive con harina, lentejas, pasta y alimentos enlatados racionados, “una dieta que compromete lentamente su salud”.
Según datos de la agencia, en noviembre entró a la Franja una media de 65 camiones cargados de ayuda, frente a los 500 camiones diarios que entraban antes de la guerra, cuando Gaza aún tenía capacidad interna de producción de alimentos.
“La parte más septentrional de Gaza lleva 75 días bajo un asedio casi total. La ayuda humanitaria lleva más de 10 semanas sin poder llegar a los niños necesitados” especificó la funcionaria de UNICEF.
Casi 15,000 niños muertos y miles de heridos
A las restricciones a la ayuda se le suman los continuos bombardeos y ataques que, en los últimos 14 meses, han causado la muerte de 14.500 niños y miles de heridos.
“La semana pasada me reuní con Saad, de cinco años. Perdió la vista en un bombardeo, sufrió heridas en la cabeza y quemaduras. Cuando me reuní con él esta semana, me dijo: mis ojos se fueron al cielo antes que yo. Mientras hablábamos, un avión pasó por encima de él. Se quedó paralizado, gritó y se agarró a su madre. Era insoportable ver a este niño, que acababa de quedarse ciego, tan angustiado”, relató Bollen.
Bollen afirmó que una generación de niños está soportando “la brutal violación de sus derechos y la destrucción de su futuro”, añadiendo que el sufrimiento no es sólo físico, sino también psicológico.
“El invierno ha llegado a Gaza. Los niños tienen frío, están mojados y descalzos. Muchos todavía llevan ropa de verano. Sin gas para cocinar, muchos buscan entre los escombros trozos de plástico para quemar. Las enfermedades hacen estragos en sus cuerpecitos, mientras los hospitales están desabastecidos y son atacados continuamente. Esto se ve agravado por la continuación de un apagón eléctrico casi total, que hace que los hospitales y otras infraestructuras críticas dependan totalmente de las escasas importaciones de combustible”, explicó.
“Usa tu poder, usa tu influencia, para presionar por un alto el fuego, y por la entrada de ayuda a escala”, pidió la funcionaria de UNICEF, asegurando que cada día sin acción “roba otro día a los niños de Gaza”.
“Esta guerra debería perseguirnos a todos. Los niños de Gaza no pueden esperar”, añadió.
Continúan las restricciones de acceso
Hablando desde Nuseirat en Gaza, Louise Wateridge, de la Organización de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), dijo que se esperan fuertes lluvias en Gaza este viernes y muchas personas carecen de un refugio adecuado, con el 69 por ciento de los edificios destruidos o dañados.
Más aún, el personal humanitario se ha visto obligado a priorizar la entrega de alimentos sobre la de refugio, e incluso en éstos, las personas no están protegidas de los ataques, ya que a menudo no son estructuras rígidas.
Así, han presenciado niños pequeños a los que les faltan miembros en los hospitales y familias que mueren atrapadas bajo los escombros porque a los trabajadores humanitarios de la ONU se les niega el acceso.
También destacó la falta de acceso a distintos puntos de la Franja de Gaza, como Rafah, a donde no han tenido acceso desde mayo; tampoco tienen acceso al norte.
Wateridge compartió la historia de una señora de unos 80 años en silla de ruedas cuyos familiares, varones jóvenes, la estaban ayudando a cruzar un punto de control hacia la ciudad de Gaza cuando fueron disparados por francotiradores. La mujer tuvo que quedarse sentada en la silla mientras los cuerpos de los familiares fueron devorados por perros callejeros, sin que ella pudiera hacer nada.
También se refirió a los periodistas, quienes, cuando hay ataques, corren por sus vidas y, a menudo, sus vídeos no muestran a quienes no pueden huir, como los ancianos o los niños.
“Más de dos millones de personas están atrapadas; no pueden salir, mientras se les niega sus necesidades básicas”, dijo la funcionaria de UNRWA.
En respuesta a las preguntas de los periodistas, Wateridge declaró que el envío de los convoyes está resultando cada vez más difícil, con carreteras, calles y edificios masivamente destruidos y escombros por todas partes que dificultan el acceso.
También se han producido saqueos por parte de bandas violentas, mientras observan una correlación directa entre el cierre del paso fronterizo de Rafah y el nivel de criminalidad en Gaza.
“La distribución segura de la ayuda humanitaria es responsabilidad de las autoridades israelíes”, afirmó.