Brasil comparte su estrategia para acabar con el hambre en América Latina
La Oficina Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en América Latina y el Caribe organizó un primer encuentro dedicado a analizar los progresos de la región en la lucha contra el hambre y la malnutrición.
Según el informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Mundo 2024, presentado el mes pasado, el porcentaje de hambre subió del 5.6 por ciento en 2019 al 6.9 por ciento en 2021 en América Latina y el Caribe.
Sin embargo, en 2023, se registra una reducción progresiva, llegando al 6.2 por ciento. Esto significa que 4.3 millones de personas han dejado de pasar hambre, principalmente gracias a la recuperación en América del Sur.
Actualmente, Brasil es uno de los países cuyas políticas públicas han tenido un impacto positivo en la reducción del hambre, por ello su Ministro de Desarrollo, Wellington Dias, compartió algunas de las acciones emprendidas en su estrategia.
El representante regional de la agencia enfatizó que “el hambre y la inseguridad alimentaria, no son simplemente cuestiones de escasez de alimentos; si no que reflejan desigualdades estructurales y fallas sistémicas que afectan la dignidad humana y la justicia social en todo el mundo y también en la región”.
Mario Lubetkin añadió que el hambre “puede ser afrontada con responsabilidad, decisión y trabajo colectivo”.
Este primer encuentro para evaluar los avances de la región en la lucha contra el hambre y la malnutrición reunió a expertos y representantes de diferentes países para discutir estrategias, compartir experiencias y establecer metas para erradicar estos problemas.
La FAO destacó la importancia de la cooperación y el compromiso de todos los países de la región para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible relacionados con la alimentación y la nutrición. Este encuentro representa un paso significativo en la lucha contra el hambre y la malnutrición en América Latina y el Caribe.
Cifras de Brasil
La edición 2024 del Informe de las Naciones Unidas sobre el Estado de la Inseguridad Alimentaria Mundial (SOFI 2024), presentado el miércoles, 24 de julio, en Río de Janeiro, muestra que la inseguridad alimentaria severa disminuyó un 85 por ciento en Brasil en 2023.
En números absolutos, 14.7 millones de personas dejaron de pasar hambre en el País. La inseguridad alimentaria severa, que afectaba a 17.2 millones de brasileños en 2022, se redujo a 2.5 millones. En términos porcentuales, la disminución fue del 8 por ciento al 1.2 por cinto de la población.
“Los datos de las Naciones Unidas indican que estamos en el camino correcto. En tan solo un año de Gobierno, redujimos la inseguridad alimentaria severa un 85 por ciento. Sacamos a 14.7 millones de brasileños y brasileñas de esa situación”, afirmó el ministro de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre, Wellington Dias.
Según la metodología de la FAO, la inseguridad alimentaria severa es cuando una persona sino tiene realmente acceso a los alimentos y pasa un día entero o más sin comer. Representa un hambre concreta que, si se padece con regularidad, provoca daños graves a la salud física y mental, especialmente en la primera infancia, durante el desarrollo y la formación cognitiva.
El informe, elaborado conjuntamente por agencias de la ONU como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Nacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualiza anualmente el “Mapa del Hambre”, como es más conocido el documento en el país. El lanzamiento tiene lugar el mismo día que la Reunión Ministerial de la Fuerza de Tarea del G20 para la creación de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.