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Informe

Alerta Unicef sobre seis violaciones a la infancia en tiempos de guerra

Señala que el Derecho Internacional humanitario obliga a las fuerzas y grupos armados a tomar medidas para proteger a los civiles, incluidos los niños, que son especialmente vulnerables en tiempos de guerra

Asesinatos, mutilaciones, secuestros, violencia sexual, reclutamiento en grupos armados y ataques a escuelas, hospitales e instalaciones de agua esenciales, son los ataques que los niños que viven en las zonas de conflicto de todo el mundo sufren a una escala aterradora, alertó la Unicef.

Señaló que para monitorear, prevenir y frenar con mayor eficacia los ataques contra los niños, el Consejo de Seguridad de la ONU identificó seis violaciones graves contra los derechos de la infancia en tiempos de guerra: el asesinato y la mutilación de niños; el reclutamiento y el uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados; los ataques a escuelas y hospitales; las violaciones y otros actos de violencia sexual contra los niños; y la denegación a los niños de acceso a la ayuda humanitaria.

“El Derecho Internacional humanitario obliga a las fuerzas y grupos armados a tomar medidas para proteger a los civiles, incluidos los niños, que son especialmente vulnerables en tiempos de guerra”, informó.

Enumeró en primer lugar el asesinato y la mutilación de niños que se producen cuando los niños son el objetivo directo o indirecto de los ataques, y puede incluir acciones como la tortura.

“La muerte y la mutilación de niños pueden producirse como consecuencia del fuego cruzado, las minas, las municiones de racimo, los artefactos explosivos improvisados u otros dispositivos, o en el contexto de operaciones militares, demoliciones de casas, campañas de búsqueda y captura o atentados suicidas”, detalló.

Señaló que por todas estas razones, el uso de armas explosivas, especialmente en zonas pobladas, sigue teniendo un efecto devastador sobre los niños.

Informó que solo en 2020, por lo menos el 47 por ciento de todas las víctimas infantiles lo fueron debido a las armas explosivas y los restos explosivos de guerra. Entre 2005 y 2022 se confirmaron más de 120 mil casos de niños muertos o mutilados en conflictos armados.

En segundo lugar enumeró el reclutamiento y el uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados que se refiere al reclutamiento o alistamiento forzoso o voluntario de niños en cualquier tipo de fuerza o grupo armado.

“Los niños siguen siendo reclutados y utilizados por las partes en conflicto a un ritmo alarmante. Las fuerzas y grupos armados reclutan a niñas y niños para que desempeñen diversas funciones, como combatientes, cocineros, porteadores, mensajeros y espías, o para explotarlos sexualmente”, detalló.

Informó que entre 2005 y 2022 se han confirmado más de 105 mil casos de niños reclutados y utilizados por grupos de beligerantes, pero es probable que el número real de casos sea mucho mayor.

Añadió que los Grupo de Tareas de las Naciones Unidas en el País sobre vigilancia y presentación de informes, o sus equivalentes, han confirmado el reclutamiento y el uso de al menos mil niños por País en al menos 15 países durante este periodo.

Apuntó que los ataques a escuelas y hospitales implican el ataque a instalaciones educativas o médicas con el objetivo de destruirlas parcial o totalmente.

“Las escuelas y los hospitales deben ser espacios protegidos donde los niños se sientan seguros, incluso en tiempos de conflicto. Sin embargo, los repetidos ataques a estas instalaciones ponen de manifiesto el impacto catastrófico de los conflictos armados sobre los derechos de los niños, incluidos los de la educación y la salud”, se informa.

Entre 2005 y 2022, las Naciones Unidas confirmaron más de 16.000 incidentes, entre los que se incluyen ataques directos o indiscriminados contra instalaciones educativas y sanitarias y personas protegidas, como estudiantes y niños hospitalizados y personal médico y escolar.

Estos ataques no sólo ponen en peligro la vida de los niños, sino que también interrumpen su aprendizaje y limitan su acceso a la atención médica, lo que puede tener efectos permanentes en su educación, sus perspectivas económicas y su salud en general.

También enumeró la violación y otros tipos de violencia sexual contra los niños que también incluyen la esclavitud sexual o la trata de personas, la prostitución forzada, la esterilización, el embarazo o el matrimonio forzados, o la explotación o el abuso sexual de los niños.

Detalló que en algunos casos, la violencia sexual se utiliza intencionadamente para humillar a la población u obligar a las personas a abandonar sus hogares.

“Entre 2005 y 2022, las partes beligerantes violaron, casaron a la fuerza, explotaron sexualmente y perpetraron otras formas graves de violencia sexual contra al menos 16.000 niños y niñas. Sin embargo, debido al estigma asociado con la violación y la violencia sexual en muchos lugares, los casos de niños víctimas de violencia sexual en los conflictos no se denuncian con la frecuencia suficiente. La violencia sexual afecta de forma desproporcionada a las niñas. Entre 2016 y 2020, las niñas representaron el 97 por ciento de los casos”, se señaló.

Otro punto es el secuestro de niños y niñas que se refiere a la captura, la detención o la desaparición forzada de un niño, ya sea temporal o permanentemente.

Detalló que tanto si es intencionadamente violento como si se trata de ejercer represalias, de infundir miedo a la población o de reclutar por la fuerza o explotar sexualmente a los niños, el secuestro es una de las violaciones más extendidas que se cometen contra los niños en situaciones de conflicto armado.

“Entre 2005 y 2022, se confirmó que al menos 32 mil 500 niños fueron secuestrados por las partes en conflicto. Los varones representan las tres cuartas partes de los secuestros de niños confirmados. Sin embargo, las niñas también corren el riesgo de ser secuestradas, especialmente con fines de violencia y explotación sexual. En muchos casos, los niños secuestrados son también víctimas de otras violaciones graves, como asesinatos, mutilaciones, violencia sexual o reclutamiento por parte de grupos armados. También pueden ser retenidos como rehenes o detenidos arbitrariamente”, se informa.

Por último, la Unicef alertó sobre la denegación del acceso humanitario a los niños que es la obstrucción y privación intencionada por parte de los beligerantes de la asistencia humanitaria esencial para la supervivencia de los niños, impidiendo incluso que los agentes humanitarios u otros agentes pertinentes accedan a los niños afectados por situaciones de conflicto armado y les presten asistencia.

Las Naciones Unidas han confirmado al menos 14 mil 900 incidentes de denegación de acceso humanitario a los niños entre 2005 y 2020; el 80 por ciento de estos casos verificados se produjeron entre 2016 y 2020, lo que subraya la necesidad de aumentar los esfuerzos para documentar y verificar estos incidentes.

Señalan que las partes en conflicto suelen negar a los agentes humanitarios el acceso a los necesitados o tratan de evitar que la ayuda no llegue a la población civil. También se niega la ayuda a los civiles cuando los trabajadores humanitarios son un objetivo de guerra o se les considera una amenaza.

“Entre 2005 y 2022 se han confirmado más de 315 mil casos de violaciones graves contra los niños cometidas por las partes en conflicto en más de 30 conflictos de África, Oriente Medio y América Latina. El número real es sin duda mucho mayor, ya que las dificultades de acceso y seguridad, así como los sentimientos de vergüenza, dolor y miedo de las supervivientes, impiden a menudo la denuncia, documentación y confirmación de estas violaciones”, concluye la alerta.