Agua: La abundancia terminó
La abundancia de agua terminó para Sinaloa. El estado de los 11 ríos que cada año llenaban 11 grandes presas (sin contar la presa Picachos), hoy está viviendo nuevamente la pesadilla de tener embalses casi secos, con un almacenamiento promedio de tan sólo el 12 por ciento, suficiente para abastecer de agua a ciudades y poblados durante los próximos tres o más meses y así sobrevivir a la sequía que ya cubre todo el territorio estatal.
Para el 15 de abril, por ejemplo, el reporte del Servicio Meteorológico Nacional registraba a Sinaloa dentro de las 10 entidades del país con el 100 por ciento de su territorio con escasez de agua.
Esta sequía es tan sólo el comienzo del nuevo escenario climático de Sinaloa, advierte Conselva. Todos los escenarios para el Estado, elaborados por científicos a nivel mundial, plantean que para los próximos 80 años tendremos una reducción en la precipitación de hasta -15 por ciento sobre todo en el centro y norte del Estado, e incremento en la temperatura de hasta 5 grados en la zona serrana, donde se encuentran nuestras presas. Es decir, nos enfrentamos a un futuro con muy poca agua.
En Sinaloa, este escenario climático tiene efectos muy graves porque la mayor parte del agua de nuestros ríos está represada. El incremento gradual del calor está provocando la evaporación del agua almacenada en las presas, la disminución de la lluvia, los efectos acumulados de las sequías de los últimos 20 años, la degradación de suelo y vegetación en las cuencas y, aunado a todo esto, se tiene la sobreexplotación del recurso hídrico, porque gastamos más agua de la que se produce en la cuenca.
“Nos encontramos ante el parteaguas de una crisis hídrica. De lo que hagamos hoy, dependerá la seguridad hídrica futura de Sinaloa”, declaró Sandra Guido, Directora Ejecutiva de Conselva.
Las sequías hoy son más severas
Hoy en Sinaloa las sequías son más frecuentes, de mayor duración, magnitud y extensión. Un análisis comparativo propio entre el 15 de abril de 2015 y el de 2024, con datos del Servicio Meteorológico Nacional muestran que hace 10 años, sólo el 40 por ciento del Estado se encontraba en situación anormalmente seca, la de menor gravedad en la escala de la sequía. El alcance del estiaje entonces cubrió sólo la quinta parte del territorio sinaloense con 4 municipios: Badiraguato, Culiacán, Mocorito y Navolato.
En este 2024, la sequía se amplió a todos los municipios colocando al 100 por ciento del Estado en situación de emergencia, pues está bajo condiciones de sequía excepcional o extrema... las de mayor gravedad que encienden las luces rojas.
En cuanto a la precipitación, en el primer trimestre del 2015 la Conagua reportó una precipitación acumulada de 98 milímetros. En el mismo periodo de este año, el volumen disminuyó un 82 por ciento, con apenas 18 milímetros de lluvia.
Los impactos de la sequía son acumulativos
La mayor parte de las personas piensan que después de una sequía, las lluvias permiten que se recuperen los ríos, acuíferos y se llenen las presas. No se está conversando acerca del impacto acumulativo de las sequías que están haciendo que se reduzca la disponibilidad de agua superficial y subterránea, generando profundos impactos económicos y ambientales.
De acuerdo con un análisis del Banco de México, los episodios de estiaje en el país han mostrado otras consecuencias, como la erosión, degradación o desertificación del suelo con impactos en la economía.
“Asimismo, efectos adicionales sobre los ecosistemas que se atribuyen a las sequías incluyen la pérdida forestal, el incremento en la frecuencia de incendios y la vulnerabilidad a pestes o enfermedades, los cuales, a su vez, tienden a presentarse en cascada, intensificando las secuelas de los siguientes ciclos de sequía”, se describe.
Ejemplo de estos efectos adicionales son los 13 incendios forestales que de marzo a abril han ocurrido en comunidades serranas de seis municipios, afectando casi 5 mil hectáreas de bosque, como ha informado la Secretaría del Bienestar de Sinaloa.
Los impactos económicos de las sequías son considerables. Las Naciones Unidas, a través del Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres 2021, advierte que los costos de la sequía aumentan bruscamente a medida que se prolonga su duración y los efectos se propagan en cascada.
“Los efectos mensurables de la sequía resultan significativos. Al estimar los costos derivados de las repercusiones de la sequía entre 1998 y 2017, se revela que las sequías afectaron al menos a 1,500 millones de personas y causaron pérdidas económicas de por lo menos 124,000 millones de dólares a nivel mundial”, estima.
Agenda hídrica integral para Sinaloa, la propuesta de Conselva
Es un hecho que enfrentamos un futuro con menos agua y esto es algo que no podemos cambiar. Lo único que podemos hacer es adaptarnos a esta nueva realidad e implementar los cambios que se necesitan para que el agua alcance. Esto sólo se puede lograr con la colaboración de gobierno y ciudadanos en torno a una agenda hídrica integral de largo plazo, que considere a la cuenca como el origen del agua.
La organización civil Conselva plantea la urgencia de desarrollar un programa con cuatro objetivos estratégicos para que el agua alcance para hoy y para el futuro.
1. Proteger y restaurar las cuencas que son el origen del agua y otros servicios ambientales.
2. Incrementar la eficiencia en el uso de agua agropecuario.
3. Administrar de manera eficiente el agua en las ciudades.
4. Implementar mecanismos financieros que involucren a usuarios y gobiernos.
La abundancia de agua se acabó. Nos espera un futuro con sequías frecuentes y menos agua, que desafiará nuestras capacidades para seguir siendo un Estado productor de alimentos. ¿Seremos capaces de cuidar nuestro principal recurso natural? ¿O lo dejaremos ir como agua entre los dedos? Como dice Conselva, de lo que hagamos hoy, dependerá la seguridad hídrica futura de Sinaloa”.
Para que el agua alcance: Es necesario actuar de inmediato. La seguridad hídrica requiere una agenda integral con gobierno, empresas y ciudadanos.
#EmergenciaAgua es una serie periodística producida por Conselva para impulsar en la agenda pública la discusión sobre la crisis hídrica y promover soluciones basadas en la naturaleza dentro de los marcos legales y sociales.
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