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Irregularidades

Acumula UAS más de $700 millones en compras irregulares a empresas y personas vinculadas con los Cuén y funcionarios de la UAS

Las operaciones se registraron entre 2017 y agosto de 2024, según se ha podido verificar en las adquisiciones ordenadas por funcionarios universitarios

Hasta ahora, las operaciones sin licitar y con sobreprecios en las compras de la UAS a diversas redes de empresas y personas físicas relacionadas con la familia Cuén, funcionarios y empleados de la misma Universidad superan los 700 millones de pesos de 2017 a agosto de 2024.

El caso más reciente son las compras irregulares a una empresa que tiene entre sus proveedores a una red creada fuera del estado y a la que la UAS ya le ha comprado más de 66 millones de pesos entre 2021 y 2024 por aires acondicionados con sobreprecios de más del 100 por ciento y papelería diversa.

Las ventas a la Universidad comenzaron en 2021, cuando Kamjo le facturó a la UAS 22 millones 443 mil 791 pesos, luego concretó 30 millones 638 mil 577 pesos en 2022; para el año 2023 logró facturarle otros 12 millones 912 mil 034 pesos y de enero a mayo de 2024 solamente 147 mil 881 pesos. Las facturas presentan sobreprecios constantes que van del 80 al 160 por ciento en equipos de aires acondicionados de diversas capacidades.

Otra de las redes y cuyo caso ya se encuentra judicializados representa 68 millones de pesos comprados a la persona física María de la Luz Palazuelos Meza por conceptos de carne, pollo, pescado y huevos vendidos con sobreprecios y sin que consten actas de licitación desde el año 2019.

También la de la empresa del ex socio de Héctor Melesio Cuén Díaz, denominada Publicidad Creativa de Culiacán, por 61 millones de pesos en uniformes y lonas, también con sobreprecios; la del joven Rigoberto Barraza Valverde, por 56 millones de pesos en jeans vendidos al triple de su precio, camisetas polo y lonas desde un pequeño negocio en la colonia Tierra Blanca.

Además, la de la familia Cuadras López por 123 millones de pesos en equipos de cómputo y refacciones, y cuyos socios son una funcionaria de la facultad de informática y su esposo; la de la familia López Imperial por 118 millones de pesos en productos diversos que van desde un jabón hasta un tractor, también sin licitar.

Y también, las de una proveedora de pinturas con sobreprecios de más del 100 por ciento y con el mismo domicilio fiscal del yerno de Melesio Cuén por 95 millones de pesos; y las transacciones directas con la inmobiliaria de Héctor Melesio Cuén Díaz por conceptos de “alimentos y bebidas” por 1.7 millones de pesos mientras éste era director de compras de la misma universidad.

El caso más reciente es el de la compra de 107 millones por concepto de equipos de aires acondicionados, refacciones y servicios a tres empresas relacionadas entre sí de enero de 2022 a junio de 2023 y vinculadas con el empresario Lenin Castro Armenta, quien es además empleado de la universidad en la Dirección Centro de Instrumentos adscrita directamente a la Dirección de Control de Bienes y suministros donde fuera director Héctor Melesio Cuén Díaz hasta abril pasado.

El dispendio en las compras de la Universidad contrasta con la difícil situación financiera que cada cierre de año sus autoridades comunican. El rescate millonario de la UAS por parte del Gobierno estatal es una historia que se repite cada diciembre.

De hecho, apenas el año pasado el Rector en funciones, Jesús Madueña Molina, solicitó un préstamo de 100 millones de pesos para cumplir con sus obligaciones de cierre de año, además de otros 100 millones que se gestionaron para el mismo propósito con la Federación y el Estado.

Hasta el momento, la institución universitaria no ha ofrecido una explicación o réplica al respecto de las evidencias presentadas por Noroeste y Revista Espejo en cada una de las investigaciones publicadas, ni ha iniciado procedimiento interno alguno para aclarar dichos casos.

Mientras tanto, las autoridades de la UAS se resisten por la vía legal a ser auditadas por la Auditoría Superior del Estado, interponiendo amparos a través de sus funcionarios para que no les sea aplicada la nueva Ley General de Educación Superior aprobada y publicada por el Congreso de Sinaloa.

En ese contexto, sobre el Rector actual Jesús Madueña Molina, y también sobre el anterior, Juan Eulogio Guerra Liera, ya pesa una decena de denuncias de la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica ante la Fiscalía General del Estado, así como sobre los Comités de Compras de ambos, por el probable delito de Desempeño irregular de la función pública.

De ellas, la Fiscalía ha logrado judicializar varios casos, la mayor parte de ellos por desempeño irregular de la función pública en contra de el ex Rector Jesús MAdueña y sus funcionarios del Comité de Compras.

También, el hijo del finado Héctor Melesio Cuén Ojeda, Melesio Cuén Díaz, ya fue vinculado a proceso por negociaciones ilícitas al realizar compras por casi 2 millones de pesos desde la UAS a una empresa de su propiedad.

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