Tony Pico, pionero del turismo cinegético en Sinaloa
Antonio Pico García, o Tony Pico, mecánico automotriz de profesión, apasionado de la cacería y empresario impulsor del turismo cinegético en Sinaloa, ha fallecido.
Su legado, Pichigüila Hunting Club, nació con ayuda de su amigo Jesús Almada Calles, que hace más de 40 años lo alentó a ser guía de cazadores que visitaban Culiacán.
Trabajó junto a Bud Parr, promotor turístico, pionero en el desarrollo de Los Cabos y durante los sesentas, recibió al Presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, quien le implantó la idea del club que hoy ha legado.
Su primogénito, Tony Pico Jr. rememora la historia de la visita del político militar estadounidense desde la cual, su padre trazó el camino para convertir la Laguna de Chicuareto, en el club cinegético que ha albergado, por más de 40 temporadas, clientes de prestigio mundial que contrarrestan la imagen de Sinaloa frente al mundo.
Figuras destacadas como Robert Stack, Juan de Borbón, Walter Davidson (propietario de Harley-Davidson), Jesús y Pedro Domecq, así como altos ejecutivos internacionales de empresas de renombre como Coca-Cola, General Motors, Holiday Inn, Dupont y el Bank of America han viajado a la zona de El Palmar, muy cerca de Chapala y Cosalá, a dos horas de Culiacán.
Por 140 días, el invierno en Canadá promueve la migración de decenas de patos que inundan la extensa laguna.
El negocio que deja Tony Picos constituido en un entorno natural, controlando por la laguna, ofrece habitaciones, restaurante, lanchas y todas las comodidades que los cazadores deportivos desean.
Así como una plantilla de 40 empleados directos, cuya antigüedad promedio es de 20 años, lo que genera un ambiente de confianza y seguridad para los visitantes habituales.
Este negocio, abundaba Tony Pico, realza la imagen de Sinaloa y contribuye a cambiar la percepción de violencia en la región.