El inglés es el idioma de los negocios, de la globalización, de internet, del entretenimiento. Saber manejarse hoy en día en esta lengua se ha convertido prácticamente en algo obligatorio, un factor limitante que resta oportunidades a quienes no avanzan en este aprendizaje.
Por suerte, en México contamos con una ventaja frente a otros países latinos, y es que EEUU ejerce una influencia muy potente al ser nuestro vecino más cercano. A su vez, en este país también conviven millones de hispanohablantes, luego las interacciones entre ambos idiomas son mayores.
Sea como fuere, para aprender inglés resulta imprescindible dedicar tiempo y encontrar un método que sea efectivo. Existen muchas fórmulas que pueden resultar de utilidad, pero no todas son igual de válidas para todo el mundo. A continuación te mostramos algunas de las que ofrecen mejor resultado.
Escuchar mucho inglés
El aprendizaje de idiomas es una ciencia, un campo de conocimiento que investiga cómo funciona el cerebro y la lógica que está tras el aprendizaje y el lenguaje oral. En este ámbito, varios estudios ponen de manifiesto que existe una categoría, el aprendizaje inconsciente o implícito, que consiste básicamente en escuchar mucho inglés, sin prestar atención.
Cuando escuchas el sonido del inglés en el fondo, tu cerebro absorbe de manera natural sonidos, acentos y hasta gramática. Ocurre con cualquier idioma, pero especialmente con el inglés, al que estamos tan habituados por el mundo del entretenimiento, la tecnología, la música o los negocios.
Estudia sonidos parecidos
Una de las mayores dificultades con los idiomas son los sonidos. El inglés tiene algunos que ni siquiera existen en español. Pero por suerte los seres humanos tenemos la capacidad de distinguir sonidos que tienen sentido.
Un ejemplo son las palabras que en inglés empiezan por Bl, como blink -parpadear-. Este sonido sí es muy natural para muchos humanos, pero no lo es tanto que hubiera palabras que comenzaran con Lb, porque es un sonido más difícil de pronunciar. De este modo, si asociamos una sonoridad parecida en ambos idiomas, podemos optimizar el aprendizaje.
Aprende sonidos de forma separada
Este consejo está muy relacionado con el anterior. En español, por lo general, sólo existen cinco vocales y cada una de ellas tiene un sonido. En inglés, en cambio, los fonemas para las vocales son muchos más.
Los japoneses, y otros ciudadanos de países asiáticos, tienen dificultad para pronunciar las letras L y R, ya que sus idiomas nativos no tienen sonidos distinguibles para esas letras. Por ello, antes de poder hablar y entender inglés como un nativo, tienes que aprender los sonidos, determinar cuáles son los más complejos y estudiarlos.
Esta tarea no es fácil de ejecutar de manera individual, por lo que te aconsejamos echar mano de profesores experimentados que te indiquen cómo ir avanzando en esta idea. Desde EF, English Five, te animan a aprender inglés directamente desde su plataforma, donde ofrecen cursos personalizados en los que el alumno tiene contacto directo con el tutor y puede estudiar a su ritmo, poniendo el foco en los factores que más le interese profundizar, como este de los sonidos.
Asociar palabras
Cuando escuchas el sonido “miau”, directamente lo asocias a un gato. Y cuando ves una imagen del sol, vinculas esta con palabras como calor, luz, caliente, cálido, luminoso. Esto es algo que ocurre de manera natural.
En inglés debemos aspirar a lo mismo. Aprender palabras en un nuevo idioma no solo es divertido, sino bastante efectivo. Al relacionar palabras con imágenes, con movimientos, con situaciones o con otras palabras, podrás recordarlas con menor dificultad.
Familiarízate con el contexto, no tanto con las palabras sueltas
Algunas palabras tienen un significado cuando están solas, pero otro muy distinto cuando se agrupan con otras palabras. Un buen ejemplo son los phrasal verbs, que se forman uniendo un verbo a una preposición. El verbo take tiene un significado de manera individual, pero cuando a este se le suman distintas preposiciones, su sentido cambia por completo.
Esto obliga a manejar el inglés en todo momento, no dejar que se estanque, practicar constantemente para ir recordando lo aprendido e insuflar más conocimientos. Finalmente, no importa que te equivoques, pues eso ayuda a que continúes aprendiendo. No es tanto saber qué significan las palabras, sino interiorizar cómo se agrupan y en qué contexto se usan. En definitiva, abordar el aprendizaje de un modo integral.