Laboratorios Collins comparte el ABC para prevenir y combatir las enfermedades respiratorias
Dolor de cabeza, cuerpo cortado, estornudos y dolor de garganta. ¿Has sentido alguno de estos síntomas? Por supuesto. Es el cuadro más común con el que comienzan los resfriados, las gripas, y otras enfermedades respiratorias que ocurren cuando bajan las defensas del cuerpo y atacan los virus suspendidos en el ambiente. ¿Qué hacer cuando, además, concurren la influenza, el Covid-19 y hasta las alergias?
“La clave está en mantener al sistema inmune fuerte, pero ello depende de muchos factores que van desde la alimentación hasta el estado de ánimo y por eso vale la pena explicar cómo funcionan las enfermedades respiratorias. En Grupo Collins realizamos este ABC para afrontar estos padecimientos que, aunque ocurren con mayor frecuencia en época de fríos, la realidad es que nos enferman en cualquier estación del año”, asegura Guadalupe García López, Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.
Primera recomendación del Laboratorio Collins: afronta los virus oportunistas y evita complicaciones
Una lección que nos dejó COVID-19 fue comprender cómo un estornudo genera una especie de spray que contiene patógenos que se quedan suspendidos en el ambiente, literalmente esperando que un cuerpo con defensas bajas pase por ahí para alojarse, nada más y nada menos que en las vías respiratorias.
Comencemos por el principio: ¿Por qué bajan las defensas del cuerpo?
Las células de nuestro cuerpo se alimentan de nutrientes y de agua, que representan entre el 50 y el 70% del peso corporal. Así que sí, aunque suene a lugar común, una mala alimentación e hidratación es el primer factor que baja las defensas, recomienda el equipo médico de Laboratorio Collins.
1. Alimentación e hidratación es la clave para una dieta saludable que, al mismo tiempo, fortalece las defensas. “Recuerda que la dieta no es otra cosa que todo aquello que te llevas a la boca y qué mejor que sea alimento saludable que le entregue nutrientes a las células de tu cuerpo para protegerte de los patógenos, apunta Laboratorio Collins.
2. Protégete ante los ‘choques’ de temperatura. El frío disminuye naturalmente el sistema inmunitario (por eso hay más enfermedades respiratorias durante el invierno), pero la destemplanza que ocurre cuando sales de casa sin chamarra y hay un ambiente frío puede ocurrir que bajen tus defensas. Evitemos los cambios bruscos de temperatura. “Por eso es tan común y efectivo tomar té o caldos calientes porque mantienen cálida la temperatura del cuerpo y sentimos cierto alivio”, afirma Guadalupe García López, Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.
3. Cuidado con el estrés y baja en el estado de ánimo. “El estrés genera cortisol que en altos niveles inflama al cuerpo y debilita el sistema inmune”, añade la Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.
4. Inflamación corporal. Sí, cuando hay un exceso en el consumo de azúcares o harinas, o de estrés y otros factores que inflaman al cuerpo, también se bajan las defensas. Por ello, no es de sorprendernos que el “Nuevo Plato del Bien Comer” que publicó la Secretaría de Salud a través de la Norma 0043 se basa en una dieta antiinflamatoria. Es decir, el nuevo balance consiste en que la mitad de lo que comemos durante todo el día deben ser verduras y frutas.
5. No descansar adecuadamente. La vida ajetreada suele impedirnos dormir las 7 u 8 horas que el cuerpo necesita para regenerarse. “Y el cuerpo es como una computadora que, cuando la pones a hibernar, actualiza los programas. En el ser humano, dormir le permite al cuerpo reparar sus sistemas. Por eso desvelarse constantemente también baja las defensas”, comenta Guadalupe García López, Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.
Ahora, si a pesar de tomar precauciones (o no) te duele la garganta, tienes mocos, dolor de cabeza y sabes que te quiere dar gripe estacional, entonces has sido víctima de un patógeno que atrapaste a través de la respiración y está atacando tus vías respiratorias.
¿Cómo se clasifican las enfermedades respiratorias?
Altas: desde la nariz hasta las cuerdas vocales como una rinitis, faringitis, rinofaringitis, amigdalitis, gripe; todo lo que es de cuello hacia arriba.
Bajas: de tráquea hacia los pulmones.
“Las enfermedades respiratorias altas son relativamente más benignas que las bajas. Si la enfermedad quedó en la vía respiratoria alta, significa que tus mecanismos de defensa sirvieron, pero si llega más abajo quiere decir que tus defensas estaban más bajas y pudo penetrar más profundo. Por eso hay que cuidarnos y no pasar las enfermedades respiratorias por alto”, advierte la Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.
También las enfermedades se clasifican en virales, bacterianas, hongos y parásitos, aunque las dos últimas suelen atacar con mayor facilidad a personas con sistemas inmunológicos destruidos. En cambio, una persona con salud normal generalmente presenta enfermedades virales y bacterianas. El porcentaje de enfermedades respiratorias son gripes estacionales de origen viral (70-80%); el resto son influenzas y otras enfermedades más fuertes que pueden ser provocadas o complicadas por bacterias.
Gripa, influenza, Covid o alergia
Todas las enfermedades respiratorias tienen un tronco común de síntomas. Cuando el patógeno se está incubando y reproduciendo hay un ataque al estado general del cuerpo. Los síntomas son:
●Dolor general del cuerpo o lo que llamamos “cuerpo cortado”
●Ciertos escalofríos
●Dolor de cabeza y garganta
●Mucosidad
●Baja de ánimo
●Somnolencia
La laringitis no infecciosa no la incluimos como infección viral o bacteriana porque ocurre por irritación, alergias, traumatismos, etcétera; simplemente no tienes voz, pero tampoco tos, dolor de garganta o de cuerpo. En este caso, las cuerdas vocales se inflaman lo suficiente para no poder hablar, explica la Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.
Las alergias también quedan fuera de la clasificación de infecciones porque la alergia es una respuesta exagerada del cuerpo hacia un producto o alergeno. Esa reacción puede ser desde dolor de cabeza, estornudos, flujo nasal, y se intensifica cuando estamos expuestos a los alérgenos y desaparecen cuando no estamos expuestos.
¿Temperatura alta? La temperatura es un indicador clave para saber si te está atacando un virus o una bacteria y se clasifica en:
●Febrícula: es la temperatura menor a 38 grados.
●Fiebre: es la temperatura arriba de 38 grados y debe ser atendida por un médico para evitar problemas incluso neurológicos. La subida de temperatura nos puede dar una muy buena idea de qué patógeno nos aqueja:
●Virus: los virus de enfermedades respiratorias comunes son responsables de las febrículas.
●Bacterias: cuando la temperatura corporal supera los 38 grados de temperatura, la enfermedad respiratoria es bacteriana. “Son muy sintomáticas, son aquellas en las que te sientes como que te atropellaron, el cuerpo te duele y tienden a generar complicaciones”, comenta la Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.
Es cierto, virus más fuertes como Covid-19 o influenza, provocan enfermedades respiratorias agudas y pueden superar los 38 grados; si bien esta es una guía para comprender cómo funcionan las enfermedades respiratorias, siempre será imprescindible acudir a los expertos: los médicos.
Acudir al médico, NO consultar remedios por internet
En cualquier caso, cuando ya presentamos el cuadro general, el primer paso es usar cubrebocas no solo para evitar el contagio para quienes nos rodean; también para mantener la temperatura cálida en las vías respiratorias. Y después acudir al médico.
Como mexicanos somos muy afectos a consultar remedios por internet, automedicarnos y solo acudir al médico en caso de emergencias.
La doctora Guadalupe García López, de Laboratorio Collins, ofrece su mirada al respecto:
“Está bien conocer nuestro cuerpo y tomar té, cítricos y calditos con verduras, como dicen las abuelas, porque mantienen el calor del cuerpo y aportan nutrientes a las células para subir las defensas”.
“Abrigarse y evitar los choques de temperatura de frío y calor para el cuerpo, así como descansar también es importante. Las gripes estacionales que provocan los virus no se cortan ni tienen tratamiento, se superan entre 7 a 10 días y con descanso dos días o bajar el ritmo; bien hidratados, alimentados y tratando los síntomas, la recuperación se acelera”.
“Hay medicamentos de venta libre como los genéricos mexicanos cuya seguridad y eficiencia terapéutica es muy buena, como un analgésico para el dolor de cabeza; un antihistamínico para la congestión o un expectorante para una flema, pero acudir al médico siempre será indispensable porque aunque nos va a recetar esos medicamentos para atender los síntomas, solamente el médico puede detectar variaciones para prevenir complicaciones”.
Cuando las enfermedades respiratorias se complican
“Cuidado que una simple gripe mata”. El dicho popular es verdad. Cuando el sistema inmune es incapaz de luchar contra un virus o una bacteria por las condiciones generales de salud de las personas, con padecimientos como desnutrición, diabetes, hipertensión, artritis; o condiciones como estar embarazada, ser fumador, alcohólico; o simplemente no cuidar una gripe estacional común, las complicaciones pueden derivar en enfermedades respiratorias graves o fatales.
“Son muchos factores los que nos van a predisponer a una complicación y en cualquier enfermedad se empieza con una cosa que parece una inmediata, pero que evoluciona y a veces es una fatalidad. El control médico siempre será importante para evitarlo”, asegura la doctora Guadalupe García López, Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.
En estos casos, hay otros sistemas que se ven afectados y que son señales de complicaciones:
●Pulmones, por ejemplo: neumonía y bronquitis. Las neumonías y las bronconeumonías ya se consideran enfermedades respiratorias bajas y de mayor gravedad
●Empeoramiento de las enfermedades en el pecho, como el asma
●Infección en el oído medio
●Inflamación de los senos nasales (sinusitis)
“En nuestra cultura somos muy dados al autocuidado, pero cuando los síntomas salen de la generalidad debemos acostumbrarnos a acudir al médico para evitar complicaciones y hasta la muerte”, concluye Guadalupe García López, Jefa de Servicio Médico de Laboratorios Collins.