Banco Mundial recorta estimación de crecimiento de México para 2024 y 2025 ante altas tasas de interés
El Banco Mundial recortó las expectativas de crecimiento de México para 2024 y 2025. En su reporte de abril, el organismo estimaba un 2.3 por ciento y ahora lo redujo a 1.7 por ciento; mientras que para el próximo año sus previsiones pasaron de 2.1 por ciento a 1.5 por ciento.
El recorte, indicó, se debe a las altas tasas de interés y a la disminución de la fortaleza del peso.
Sobre América Latina, señaló que la región le está ganando terreno a la inflación, pero su economía solo crecerá este año 1.9 por ciento, un poco más de lo previsto, pero menos que las demás regiones del mundo.
Este año Brasil crecerá 2.8 por ciento, Bolivia 1.4 por ciento, Chile 2.5 por ciento, Colombia 1.5 por ciento, Costa Rica 4 por ciento, República Dominicana 5.1 por ciento, Ecuador 0.3 por ciento, El Salvador 2.9 por ciento, Guatemala 3.7 por ciento, Honduras 3.5 por ciento, México 1.7 por ciento, Nicaragua 3.6 por ciento, Panamá 2.4 por ciento, Paraguay 3.9 por ciento, Perú 3.1 por ciento y Uruguay 3.2 por ciento.
Un crecimiento flojo en la región
Según sus pronósticos, a nivel regional el crecimiento será flojo en 2024 (1.9 por ciento) y 2025 (2.6 por ciento).
“Son básicamente los niveles de la década de 2010 y no es suficiente para reducir la pobreza o facilitar la movilidad social”, declaró William Maloney, economista jefe del BM para América Latina y el Caribe en una rueda de prensa.
Para dejar atrás el ciclo de bajo crecimiento, la región debe aprovechar este “momento clave” y “atraer las inversiones necesarias para el desarrollo sostenible, fomentar la innovación, construir capital humano, crear más y mejores empleos”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para la región.
En su informe, el Banco Mundial indicó que la pobreza está por debajo de los niveles de 2019 y la desigualdad se ha reducido ligeramente, “no de forma considerable, pero sí en la dirección correcta”, apuntó Maloney.
Para el BM la pobreza tiene “una nueva dimensión” que hay que vigilar: la inseguridad alimentaria y la obesidad.
Los niveles de obesidad son “bastante altos en la región” y el costo a largo plazo “es de alrededor del 5 por ciento del PIB”, señaló Maloney, en alusión a un problema que se explica por la mala alimentación.
El informe habla también de los desafíos persistentes como corregir los desequilibrios fiscales y reducir la deuda.
Pese a tener salarios competitivos en comparación con países como China, “los altos costos del capital, los débiles sistemas educativos, la energía e infraestructura deficientes y la inestabilidad social reducen el atractivo de la región”, señaló la organización.
“América Latina podría estar perdiendo el tren del nearshoring (deslocalización de servicios a una zona cercana a los mercados de consumo) y el friendshoring (abastecerse en países ideológicamente afines)”.