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Plataformas

Anuncios, series canceladas y sin compartir cuenta: ¿será el fin de la era dorada del streaming?

En conjunto, todos estos acontecimientos dejan un futuro extraño y nos llenan de dudas: ¿cuánto me va a costar la suscripción a mi plataforma favorita en el futuro? ¿Cuántas suscripciones distintas tendré qué pagar? ¿Y si cancelan mi serie favorita?

En estos últimos meses hemos visto cómo se ha modificado muchísimo el panorama de los servicios de streaming: desde los cambios propios de las plataformas (como el compartir contraseñas o aumentos de precios), las cancelaciones masivas de programas (te estamos viendo, HBO Max), la cada vez mayor exclusividad de títulos y el cierre de operaciones de algunas, como Klic, debido “a la intensa competencia” (RIP a mis pelis guardadas).

En conjunto, todos estos acontecimientos dejan un futuro extraño y nos llenan de dudas: ¿cuánto me va a costar la suscripción a mi plataforma favorita en el futuro? ¿Cuántas suscripciones distintas tendré qué pagar? ¿Y si cancelan mi serie favorita? (ahora te estamos viendo a ti, Netflix ¬¬).

Con estas cuestiones y este panorama nos hicimos una pregunta, “¿se nos habrá acabado la Era Dorada del streaming?”, pero esa misma duda nos llevó a otra, un punto de inicio para ver dónde estamos paradas...

¿Tuvimos en algún momento una Era Dorada en el streaming?

Para Arturo Aguilar, consultor y asesor en desarrollo de contenidos y proyectos editoriales, sí existió una era dorada, que fue cuando Netflix llegó al mercado mexicano en el 2011, con la enorme cantidad de contenido y propuestas en los servicios.

“Fue el sueño de quienes crecimos en los 90. De repente, en la comodidad de tu casa con una conexión a internet, si te tomabas el tiempo y la tarea, podías hacer cursos de historia del cine en estas plataformas”, dice en entrevista con Animal MX Arturo, quien también es periodista y especialista en cine, cultura y medios.

Hay quienes, como Narce Ruiz, piensan que todavía no se termina esa “Era Dorada”. Es más, opinan que estamos justo viendo la culminación de su éxito... y de aquí pa’bajo.

Narce Ruiz, quien es doctora en Industrias Culturales y Profesora de Medios Digitales en el Tec de Monterrey, explica que la Era Dorada del streaming la estamos viviendo (sí, en presente) gracias a la enorme cantidad de contenidos que se producen.

“Yo sí creo que estamos viviendo una época dorada maravillosa y que probablemente se va a acabar muy pronto, porque semana a semana se van a sentar las bases de las nuevas reglas del juego”, cuenta.

Tanto ella como Arturo subrayan la enorme cantidad de contenidos que tenemos a nuestra disposición, algo que respaldan los datos.

El informe Oferta y Demanda de OTTs de Contenidos Audiovisuales en México, edición 2021 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señala que los servicios de streaming disponibles acumulaban, para octubre de ese año, una oferta total de más de 34 mil películas y poco más de 8 mil series y eventos.

Ok, hay muchísimo por ver, ¿cómo esto es malo?

El problema actual no es la cantidad enorme de contenido disponible, sino lo que implica.

Los costos de las plataformas son cada vez más altos para desarrollar dicho contenido y esto no necesariamente trae las ganancias esperadas.

Por ejemplo, a pesar de haber logrado un éxito enorme con series como Squid Game, Stranger Things y Wednesday, entre enero del 2020 y diciembre del 2022, Netflix perdió 13% de cuota del mercado entre las plataformas más populares, según el sitio web Just Watch.

Y para los expertos, también depende de a dónde se va ese contenido y cómo se diluye la oferta a través de un montón de plataformas.

“Cada quien quiere hacer su rebanada de contenidos, quiere sacarle dinero”, explica Narce.

Si pensamos en rebanadas, el mercado del streaming en México está dividido en al menos 89 plataformas diferentes, según contabilizó el IFT hasta octubre del 2021.

Eso sí, son cinco las que se llevan la tajada grande:

-Netflix.

-Amazon Prime.

-Disney+.

-AppleTV.

-HBO Max.

Ahí va un dato interesante de cómo los mexicanos consumimos: 59% de personas que tienen contratado un servicio de streaming, cuentan con dos o más suscripciones de manera simultánea, según datos del mismo IFT.

¿Dos o más suscripciones? ¿Te parece que somos ricos?

Para Narce Ruiz, es una cuestión de seguir las tendencias y la conversación.

“Todo el mundo está hablando de ese contenido. Eso también hace que todos nos suscribamos porque queremos estar en la conversación, ahora pasa con The Last of Us. Todo el mundo está hablando de The Last of Us y la gente dice: «pues me voy a tener que suscribir»”, justo este contenido, detalla Narce, se convierte en el “caballo de batalla”.

“Series como Malcolm el de en Medio, La Niñera, Modern Family, The Big Bang Theory y The Office, son el tipo de contenidos que la gente ve una y otra vez y por el que está dispuesta a irse a donde esté”, agrega Narce.

Arturo coincide: es una cuestión de presión social.

“Hay una enorme presión social, el famoso FOMO de hoy en día, son las series en las que si vas a una oficina o te juntas con tus amigos, eventualmente acabas platicando de cuales estás viendo o cuáles ya viste”, señala el experto.

Si pagamos más de un servicio de streaming para estar en la conversación... ¿a cuánto nos sale el kilo de tendencia?

Según datos de Just Watch, Netflix, Prime Video, Disney Plus, HBO Max y Paramount Plus son las cinco plataformas que hasta el último trimestre del 2022 tenían el interés de la audiencia mexicana.

Supongamos que pagas los dos primeros, los más populares, el costo podría ir en promedio desde los 175 pesos por mes, con anuncios y pagando anualmente, hasta los 399 pesos, con plan premium y pagos mensuales.

Ahora, supongamos que no necesariamente te satisface la oferta de contenidos de estos dos servicios, porque como dice Narce, “queremos estar en la conversación” y ni modo de no tener Disney Plus para las series de Marvel y Star Wars, ni HBO y perderte de The Last of Us.

Entonces, ¿cuánto terminamos pagando por los cuatro principales servicios de streaming en México? Un promedio de 412 pesos al mes, con anuncios y pagos anuales; o hasta 739 pesos al mes, si no quieres anuncios, quieres conectar varios dispositivos y en pagos mensuales. Estos precios incluyen el aumento previsto de HBO Max para finales de marzo 2023.

N’mbre, pues ahora sí que ya no pago por ver.

A ver, espérate, ¿anuncios, pagos anuales, número de dispositivos?

Sí, resulta que muchos de los servicios de streaming no han tenido el crecimiento esperado.

Algunos incluso han perdido usuarios —coff, coff, Netflix—, lo que ha generado que muchas de las plataformas busquen alternativas para mantener sus ingresos.

“Bajar la suscripción y poner anuncios, ¡es que volvemos a la televisión! O sea, la televisión tradicional”, dice Narce.

“Lo curioso, irónico, sarcástico de la evolución y de la gran defensa que hizo por años Netflix de nunca poner publicidad, es que una vez que integres publicidad, lo que hiciste fue convertir la televisión tradicional que conocíamos en (televisión por) internet”, Arturo Aguilar.

Estos nuevos modelos de negocio, o mejor dicho, estas adaptaciones de modelos de negocio en loa que se muestra publicidad, impactan todo lo que conocemos de las plataformas de streaming.

Es como si nos despidiéramos del Netflix and chill porque ¡ahí viene un comercial!

“Si a quien quieres atender es a la publicidad y eso es lo que motiva tus ingresos vas a priorizar la atención, no vas a priorizar el contenido y sí sería un paso en retroceso”, dice el experto.

Pero... ¿y los anuncios por qué o qué? Según Narce, aunque es una medida cuestionable, corresponde a tiempos desesperados (para las empresas, no para las usuarias).

“Tengo mucha curiosidad de qué sigue, si llegará a funcionar o no el que paguemos por ver tele privada con comerciales, me parece un poco absurdo, pero entiendo que estamos en tiempos desesperados”, menciona.

Pero esta no es la única medida que los servicios han tomado para mantener sus ingresos, también hemos entrado en la era de (...música dramática...) ¡las horribles cancelaciones!

Se armaron los “machetazos”

Distintos medios especializados como Rotten Tomatoes, IGN, TV Insider y Game Spot colocan el número de cancelaciones del 2022 entre 110 y 120 shows que pasarán a los libros de historia (o al olvido colectivo).

Entre los títulos hay algunas series que pasaron sin pena ni gloria y otras grandes producciones que nos dejaron con un agujero en el corazón (D.E.P. Westworld).

Tan solo el último año, HBO Max canceló un total de 26 producciones (películas y series) que recibieron el machetazo luego de la primera o de varias temporadas y dentro de este número algunas fueron retiradas de la plataforma.

Además, no hay noticias de si series que fueron exitosas como Westworld, Close Enough o Raised by Wolves estarán disponibles nuevamente en esta u otra plataforma.

“Son series super caras que obviamente lo que quieren es tener esa conversación en redes y atraer suscriptores y si no lo logran obviamente se van a cancelar”, dice Narce.

Para Arturo, aunque es comprensible el panorama de las cancelaciones, abre el tema a la respuesta que tendremos como usuarias de estos servicios.

“Vamos a responder como consumidores y clientes. Todos lo leemos, el desgaste de: «ah, ya me la cancelaste, ya me había gustado y me lo avisas de la noche a la mañana», porque simplemente un día viste que tus números no dieron y te vale si gustaba o había sido reconocida”, explica el periodista.

Porque sí, tanto Narce como Arturo auguran que las cancelaciones continuarán con más fuerza durante los siguientes años, especialmente en todas las series que se crearon y buscaron ir en sentidos diferentes a lo que tradicionalmente veíamos en la televisión y cine.

Por ejemplo, el aumento de contenido y la producción masiva abrió la puerta a muchísimas cosas interesantes como la representación de minorías en series y películas.

Según el estudio de Nielsen Being seen on screen (Ser visto en la pantalla), publicado en diciembre del 2021, de mil 500 programas analizados, 78% tenían diversidad racial, étnica y diversidad de género o sexual.

Y las señales de que esto también acabará ahí están: Reed Hastings, cofundador y director de Netflix, apareció en noviembre del 2022 en el evento Dealbook Summit del New York Times y habló del estado general del streaming y de cómo en este momento el servicio a su cargo busca generar mayores ganancias aunque esto tenga un costo cultural.

Después de esto señaló que pediría “una y otra vez” los especiales de comedia de Dave Chappelle (mismos que los trabajadores de la plataforma acusaron de transfóbicos) en función de convertirse “en la compañía más emocionante de entretenimiento”.

Si a esto le sumamos que, como reporta Variety, en junio de este 2023 serán renegociados los contratos de regalías para las personas que hacen posibles los shows —como showrunners, guionistas, músicos, actores, etc—, muchas plataformas decidirán reducir la cantidad de contenidos que ofertan, apostar a la creación de menos producciones, o de plano, como en el caso de HBO Max, ponerlo en el estante para que nadie nunca lo pueda encontrar.

Otra cancelación por venir... la de los servicios

Arturo y Narce coinciden en que también veremos una era de cancelaciones de estos servicios de streaming.

Es decir, las usuarias decidiremos que no vale la pena pagar por varios servicios simultáneos o incluso un solo servicio permanente, lo que nos llevará a ir a donde el contenido que queremos ver esté.

“Con Netflix se les fueron no sé cuántos millones de suscriptores, pues claro que es un escándalo y claro que es un golpe duro para tus redes, para tus empleados, para todo lo que representa tu empresa y lo que quieres es que se queden, pero ¿cómo se quedan? Si ya no tienes el contenido, o sea, claro que la gente se va a ir”, dice Narce.

Por ejemplo: podrías cancelar un tiempo el servicio. Después, si hay alguna producción que te guste, lo vuelves a contratar y así sucesivamente. “Respecto a derechos digitales y de consumidores, estamos en una etapa de aprendizaje”, dice Arturo.

Arturo llama a esta cancelación y suscripción temporal a servicios churning. O sea, sólo pagas por un mes, o un par de meses la plataforma que en ese momento te interesa.

Aunque esta práctica podría ser un motivador importante para las empresas de streaming, que basan sus modelos de negocio en que las personas permanezcan suscritas a su plataforma de manera fija.

“Van a estar respondiendo a las necesidades de negocio, a las presiones de ser empresas súper grandes que tienen que crear ganancias, ... como consumidores que nos acostumbremos a cambios constantes, como volantazos desafortunados”, puntualiza Arturo.

Y para Narce Ruiz, es muy similar la respuesta.

“Todas estas restricciones que hoy están buscando de que «no compartamos la contraseña, no uses las plataformas fuera de tu casa, etcétera», se van a lograr. Lo van a lograr y lo que tenemos hoy, no va a estar”.

“El cambio ya no es una etapa, sino una regla”

Esta frase, acuñada por Arturo, genera un poco de sorpresa, aunque ciertamente tiene todo el sentido del mundo. Para comprenderla, es importante observar de dónde venimos y analizar hacía dónde vamos.

¿De dónde venimos?

Como lo mencionamos al inicio, tuvimos una época donde la “guerra” entre plataformas les llevó a la creación de muchísimos y muy variados contenidos con diversidad y altísimos valores de producción, así como propuestas que no necesariamente hubieran visto la luz en la era de la televisión tradicional.

Además, buscaban convencer a las personas a través de prácticas como meses de prueba gratuitos, agregar beneficios (como los envíos gratuitos en Amazon al estar suscrito a Prime Video, que todavía está vigente) o al incentivar prácticas en sus usuarias que no necesariamente eran buenas para el negocio, como Netflix, que antes de su discurso “anti compartir contraseñas”, durante un tiempo incentivaba en sus redes sociales que le pasaras tu cuenta con alguien más.

¿Y hacia dónde va el futuro del streaming?

En los últimos meses, hemos visto a un montón de competidores alzar la mano por su respectiva rebanada de pastel, lo que ha causado que los contenidos estén cada vez más dispersos entre varios servicios.

Al mismo tiempo, muchas de estas empresas han buscado monetizar (más) el uso de sus plataformas: pagar por ver en la resolución más alta, por la cantidad de dispositivos que puedes usar al mismo tiempo, por un mejor sonido, por compartir tu contraseña, etc.

A esto le podemos agregar las cancelaciones de un montón de programas en el último año y el retiro de algunas series completamente de los servicios. ¡Ah! Y no olvidemos los planes de publicidad.

“Lo que viene no lo veo tan maravilloso y lleno de contenidos tan espectaculares como ahorita, o sea, yo creo que esa época dorada la estamos viviendo hoy y se nos va a acabar en el corto plazo”, dice Narce.

Como explicaron las expertas, estamos entrando en una nueva etapa y con la era que dejamos atrás (dorada o no) se desvanecen un montón de beneficios que las usuarias tuvimos durante años.

Aunque podremos responder con nuestro consumo, las plataformas de streaming seguirán en la batalla por generar ingresos y, al pensar en esta guerra que sostendrán, no podemos quitarnos de la cabeza la frase promocional de la peli de Alien vs Depredador: “Gane quien gane... nosotras perdemos”.