La familia Silva Gastélum transmuta el dolor de la pérdida de un hijo en un bien para la comunidad
Su primera palabra fue ¡gol! antes que mamá; desde que nació mostró su amor por el deporte, su mejor juguete fue siempre un balón, desde chiquito solo quería jugar, ser feliz y compartir.
Ese niño fue Gerardo Silva Gastélum, apasionado de lo que le ofrecía el deporte: fraternidad, compañerismo y amistad.
“Él quería estar con todos, tenía gran apertura de corazón, solo se preocupaba por los demás y buscaba apoyar a quien no podía o no tenía manera de competir”, compartió su papá Juan Paulo Silva Peñúñuri.
Gerardo participaba en ligas deportivas de todo tipo, desde el Club Pachuca, fuerzas básicas de Club Dorados, torneos del Instituto Chapultepec hasta las de los Centros de Barrio de la Lombardo Toledano o la 21 de marzo. Hizo amigos de aquí y de allá.
En 2018, durante las vacaciones de Semana Mayor, la familia protagonizó un revés inesperado, sufrió lo que nadie quiere ni siquiera imaginar: la pérdida de un hijo.
A partir de ese instante fue imposible estar, respirar, comer, hablar... La ausencia de Gerardo caló profundamente a la familia, pero la fe en Dios y el vivir un día a la vez fue la fuerza que los ayudó a sobrellevar ese dolor.
“Siempre hemos sido una familia muy apegada a Dios, la fe ha sido el conducto por el cual hemos salido adelante; siempre le hemos pedido a Dios y a la Virgen que nos dé fortaleza”, compartió.
“Si bien recibimos ayuda religiosa y clínica, la debilidad que sentíamos se fue convirtiendo en fuerza para hacer lo que él siempre hacía. Pensamos en familia cómo crear una actividad que lo representara”.
Así fue como surgió en su memoria la Copa Gerardo Silva Gastélum.
Aunque su paso por la vida fue breve, fue tiempo suficiente para que Gerardo les dejara claro que su pasión por el deporte era su misión de vida, un propósito que trascendió más allá del plano terrenal.
“Siempre nos demostró que le preocupaban las causas nobles, y en pleno duelo comenzamos a ver qué podíamos hacer en su memoria, algo que Gerardo hiciera, que lo tuviera satisfecho, contento... y así creamos la primera copa deportiva ese mismo año”.
Primero lo comentaron en familia, después con las autoridades del Instituto Chapultepec donde había estudiado la preparatoria.
“Tuvimos todo el apoyo y se decidió que los chavos de tercero de prepa ayudaran en esa noble causa, de esta manera tuvimos la aceptación y apoyo de la escuela para realizar en noviembre de 2018 la Primera Copa de Futbol Gerardo Silva Gastélum con muy buena aceptación”.
Juan Paulo reconoció que para su hijo lo máximo era el deporte y la vida, así que pensaron que esta copa sería la mejor manera de continuar con su pasión de la misma manera que él lo hubiera hecho.
“Además de un homenaje a la memoria de nuestro hijo, la copa surgió con el objetivo de colaborar con la sociedad donando la utilidad total del evento para una noble causa”.
Incluso, las empresas los buscan para donar, para ser patrocinadores y las asociaciones civiles piden que los tomen en cuenta para las siguientes copas.
Este año será la tercera edición, y la copa deportiva será en beneficio de la Fundación ALE y ver la aceptación de empresas, fundaciones, amigos, escuelas son motivos de alegría para los Silva Gastélum, “vas dejando huella”, afirmó el padre de familia.
“A veces nos decimos, ‘ni se imagina Gerardo que iba a tener una copa deportiva’, nos llena de alegría y sabemos que desde el cielo está contento, que ni se imaginaba que iba a tener lo que tiene ahorita, y todo es por él y para él”.
Destacó que el papel que ha tenido su esposa Yolanda, ha sido fundamental para cristalizar este proyecto.
“Que con todo su dolor siempre ha estado al pie del cañón, desde un principio estuvo sosteniendo a la familia, a mí, a mis hijos y a la realización de esta copa”.
Compartió que se han acercado muchas familias para preguntarles cómo le han hecho para estar de pie.
“Lo primero que les digo es que nos hemos mantenido unidos; siempre habrá momentos muy tristes de mucha tensión, pero estar unidos entre pareja y con los hijos ha sido la clave y enfocarnos en las cosas buenas que hacía tu hijo, en los momentos felices que vivimos, en los momentos bonitos, y te lo digo, además para nosotros ha sido muy importante estar con Dios”, aseguró.
“Mientras Dios nos preste vida, vamos a seguir trabajando para realizar muchas copas, y estamos pensando en otros proyectos porque él quería estudiar arquitectura, se la pasaba dibujando estadios, canchas, espacios deportivos; queremos seguir adelante con muchos proyectos”.
Gerardo dejó una luz que nos ayudó a ver nuestro camino: Yolanda Gastélum de Silva
Yolanda Gastélum de Silva, mamá de Gerardo, considera que ella es quien es a través de Dios, y que solo la confianza en él la ha ayudado a seguir adelante.
“Siempre creí que tenía fe y hasta ahí llegaba, pero cuando vives la pérdida de un hijo solo si estás cerca de Dios y de la Virgen, la fe te llega a fortalecer”, compartió.
“Uno reza porque tus hijos sean hombres de bien y que algún día lleguen al cielo, pero nunca piensas que te puede pasar a ti y tan pronto... cuando sentí ese dolor tan grande solo pensé que mis hijos son de Dios y son prestados”.
Compartió que Gerardo fue muy amiguero y lo llamó su luz.
“Dejó una luz que nos ayudó a ver claramente nuestro camino; no podíamos respirar, comer, hablar...nada, pero está esa confianza en Dios que te hace salir adelante, esa luz que te guía por ese camino y comienzas a sentir esa necesidad de darte a los demás que jamás habías sentido tan fuerte”.
Antes de la partida de Gerardo, ella había hecho labores altruistas ayudando en donaciones, dando clases de catecismo y otras actividades.
“Pero el amor por lo que nos enseñó se volvió una necesidad muy fuerte de ayudar”.
Aceptó que aunque la herida siempre duele, ayudar a los demás la hizo sentir viva de nuevo.
“La copa deportiva para mí es ver cómo tu hijo trasciende a través de eso que siempre le gustaba hacer, compartir momentos con sus amigos, y vivir el deporte”.
Con el dolor a flor de piel, el proyecto deportivo inició, al grado que no recuerda claramente cómo sucedió la creación de la primera edición de la copa.
“Desde los primeros días que Gerardo partió al cielo sentí esa necesidad de hacer algo en su nombre, y pensamos en la copa, lo compartimos y el apoyo de la gente fue indispensable para lograr que fuera ese mismo año”.
Contó que su hijo partió en marzo y el primer evento fue en noviembre.
“Hubo mucha respuesta de mucha gente apoyando en la logística y organización del torneo. Cada vez se siente más el apoyo y la necesidad de ayudar, y nuestras metas cada vez son más altas y esto sigue adelante porque esta es una copa con causa, es para ayudar”.
La Copa GSG, un espacio de convivencia, un torneo amistoso
“Es muy padre, es un torneo amistoso donde incentivamos el deporte, recordamos a Gerardo, donde hay mucha alegría, se llena de amigos, es tal cual el ambiente donde a él le gustaba estar”.
Afirmó que al día de hoy les sigue costando respirar, pero su confianza en Dios hace que pueda seguir viviendo.
“Nos ilumina el camino, Dios sabe más y sabe lo que quiere para cada uno de nosotros. Aún el haber sentido el dolor más grande, sé que el amor es aún mayor, porque el amor es Dios, pero te tienes que dejar guiar por Él y confiar en que sus planes son perfectos aunque no los veamos y no lo podamos sentir así, confío en que es así”, compartió.
“A Gerardo le agradezco su ejemplo de vida, él siempre me dijo: ‘mamá, yo voy a ser grande y cuando me vaya lo seguiré siendo; entonces esa alegría, esa tranquilidad, esas ganas de vivir y sonreír en toda situación es un ejemplo a seguir y dejarnos huella”.
Con la realización anual de la Copa GSG logran cristalizar una forma de continuar con la misión de vida de Gerardo.
“Lo único que queremos es seguir sus pasos y regalar un poquito la alegría que él nos dio. Es duro, pero el amor siempre será más grande”.
Copa GSG
Es una copa de futbol organizada por un comité de familia, amigos y alumnos de preparatoria del Instituto Chapultepec en memoria al alumno, compañero y amigo Gerardo Silva Gastélum de la generación 55 (7 LPV).
Desde hace tres años se realiza, y este año asistirán equipos de Hermosillo, Guadalajara, Mazatlán, Durango. En la organización cuentan con el apoyo de amigos, padres de familia que se han unido a la causa.
Este año se realizará del 19 al 21 de noviembre, en las siguientes categorías:
Femenil: Juvenil B (2006-2008) y Juvenil C (2003-2005)
Varonil: Juvenil A (2008-2009), Juvenil B (2006-2007), Juvenil C (2003-2005) y Leyendas (2002-1997)
La misión de la Copa
Recordar a Gerardo con una actividad que le apasionaba tanto como el futbol, creando un ambiente de fraternidad, compañerismo y amistad en el cual se disfrute al máximo la pasión por el deporte y por la vida, de la misma manera que él lo hacía. Así mismo, colaborar con la sociedad, donando la utilidad del evento para apoyar una noble causa.
Asociación ALE IAP
Fue fundada en octubre de 2004 por las familias Alverde Castro y Castro Careaga en Los Mochis, tras la muerte de Ale, hijo de Luis Eduardo Alverde y Adriana Castro, y que al vivir la extraordinaria experiencia y satisfacción, dentro del dolor, de haber donado sus órganos a otras personas, tuvieron un consecuente despertar a la realidad de la donación de órganos en México.