La cuaresma, más que una tradición, un camino de renovación interior
Cada año, la Iglesia invita a sumergirse profundamente en uno de los momentos más significativos entre los muchos que se celebran con devoción y amor.
La Cuaresma para los católicos, es un periodo destinado a recordar el itinerario que Jesús vivió. Su punto de partida es el miércoles de ceniza, cuando los feligreses, a través de este sacramental recuerdan de qué están hechos y cuál es su destino final.
Carlos Quezada, profesor de Formación Espiritual, señala que es crucial comprender que este tiempo no debe limitarse a meras tradiciones populares decorativas. Va más allá de las posturas devocionales; no porque estas prácticas sean incorrectas en sí mismas, sino porque deben respaldar una comprensión profunda del misterio de nuestra fe.
“Es imperativo aprovechar siempre este periodo, un momento para reflexionar, para evaluar nuestra posición actual, y para renovar una relación más profunda, más seria y más sustancial con Dios”, expresó. Quezada agregó, que la conexión con Dios debe conducir a una conexión con los demás, ya que es en el prójimo donde se vive lo que el Evangelio demanda. ¿Y qué es lo que el Evangelio insta a hacer con total claridad?, la respuesta a esto se puede expresar con solo tres palabras: amor, perdón y compasión.
“La Cuaresma es un viaje que abarca toda la vida, todo lo que somos. Es el momento de revisar los caminos que se están recorriendo de reencontrar el camino de regreso a casa y de redescubrir el vínculo fundamental con Dios, del cual depende todo” (Palabras del Papa Francisco).
En el Instituto Senda, resaltó el profesor, colaboran estrechamente con un programa de formación espiritual a lo largo de todo el ciclo escolar.
Dentro de este programa, detalló, se centran en transmitir el mensaje central del tiempo de Cuaresma a cada uno de nuestros alumnos.
“Comenzamos con una celebración de la palabra, en la cual nuestro capellán y algunos seminaristas invitados nos acompañan para la imposición de la ceniza. Este momento nos brinda la oportunidad de sensibilizar los corazones de todos los participantes. Es conmovedor ver cómo muchos de ellos reciben este sacramental no sólo con devoción popular, sino también con asombro y compromiso”.
A partir de esta actividad, los maestros de formación espiritual inician una serie de actividades que no solo complementan la primera actividad cuaresmal, sino que también fortalecen y fomentan el descubrimiento de los propósitos cuaresmales que los preparan para celebrar la Pascua del Señor.
“Uno de los frutos que logramos observar durante este tiempo de preparación son los proyectos comunitarios que los alumnos desarrollan en diferentes áreas, tales como comedores comunitarios, asilos de ancianos y hogares para niños”.
Los alumnos, detalló, participan en estas iniciativas para apoyar, compartir y celebrar lo aprendido durante su preparación cuaresmal.
Por otro lado, hay un grupo que se dedica a un énfasis especial: los estudiantes de tercer grado de primaria que se están preparando para recibir su primera comunión. Para ellos, se organiza un retiro cuaresmal llamado “Tiempo de Cambiar”.
Este retiro cuenta con una dinámica pedagógica innovadora que les permite, a su corta edad, comprender el mensaje cristiano de manera más profunda.
“Los invito a vivir tres propósitos que nos ayudarán a vivir plenamente nuestro camino hacia la Pascua: Conocer el mensaje de Jesús que nos invita a la conversión. Identificar aquello que debemos renovar, cambiar y desechar en nuestras vidas. Reconocer los medios que nos ayudan a fortalecer nuestra vida espiritual”, resaltó Quezada.