"El Domingo de Gloria se celebra la Resurrección de Jesús"
El Domingo de Resurrección o Domingo de Gloria es la fiesta más importante para los cristianos porque celebran la resurrección de Jesucristo, tras haber sido crucificado. Con esta celebración religiosa finaliza de la Semana Santa para la fe católica.
Es el día en que incluso la iglesia más pobre se reviste de sus mejores ornamentos, es la cima del año litúrgico.
En esta fecha se inaugura un periodo litúrgico de 50 días que se conoce como Tiempo Pascual y que termina con el Domingo de Pentecostés.
Para los fieles católicos, la resurrección es indispensable, ya que por sí misma, el origen de la palabra “Pascua” es “paso”, por lo que se considera como el paso de Jesucristo de la muerte a la vida eterna.
En el Evangelio se hace mención a la acción de José de Arimatea, un hombre rico, virtuoso y discípulo de Jesús que reclamó su cuerpo a Poncio Pilato después de su muerte en la cruz. Con ayuda de colaboradores, lo envolvió en una sábana y lo depositó en un sepulcro en una peña, cuya entrada fue cubierta con una piedra de gran tamaño.
Sin embargo, fue el domingo cuando varias mujeres y discípulos acudieron al sepulcro, se encontraron con la piedra removida y la presencia de ángeles, quienes les indicaron que el cuerpo ya no estaba presente porque había resucitado.
De esta forma fue como Jesús se apareció a más discípulos y ellos propagaron la palabra de su retorno, la cual llegó a oídos de sus apóstoles.
La celebración del Domingo de Resurrección en México
En México se realiza una misa dominical donde se recuerdan las enseñanzas de Jesús, su padecimiento y muerte.
En esta fecha se enciende el cirio Pascual que representa simbólicamente a Cristo Resucitado y que permanece encendido hasta el día de Pentecostés en el que la Iglesia católica celebra la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la Virgen María.
La luz es uno de los elementos simbólicos que acompaña esta celebración, las luces son encendidas en un momento determinado y no antes, lo que aparece como un gran golpe de iluminación divina y semeja la llegada de la luz para todos los hombres y mujeres que creen en Dios, en el poder de su verbo y en la obra de Jesucristo.