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Temporada SAS-PROFEST

Celebran más de 120 años de nueva música clásica

En el Teatro Pablo de Villavicencio se lleva a cabo el concierto Nuevas Músicas Mexicanas

La Sociedad Artística Sinaloense ofreció el concierto Nuevas Músicas Mexicanas, en el Teatro Pablo de Villavicencio.

De la mano del Ensamble Sinaloense Templum, el público dio un recorrido por el amplio panorama de las composiciones actuales de la música en México, disfrutando nuevas sonoridades, nuevas experiencias, descubriendo nuevas formas de relacionarse con la música de concierto.

Con un aforo reducido y todas las medidas de prevención, dio inicio la velada, dirigida por Víctor Manuel Osuna Lizárraga e interpretada por Templum, colectivo de músicos mexicanos que abordan la experimentación sonora y la música de vanguardia, integrado por Karla Arias (flauta), Ricardo Chávez (clarinete, clarinete bajo), Israel Aragón (saxofón), Álvaro Ojeda Kelly (trombón), David Hernández Tinoco (percusión), Jorge Birrueta (guitarra), Laura Hauer (piano), Fernando Montes de Oca (viola), Fabián Rangel (violín) y David Rodríguez Gil (cello).

La primera pieza que se interpretó fue Federico García Lorca hasta ayer se llamó: Polvo se llama de la compositora Érika Vega, una pieza donde ronda la muerte y el gesto musical se expresa con angustia.

Luego Templum, dirigido por Víctor Osuna, continuó interpretando piezas de Eduardo Caballero, Víctor Taboada, Hilda Paredes, Wilfrido Terrazas, todos ellos jóvenes compositores mexicanos, que juntos ofrecieron al público un vistazo panorámico a la escena de la música clásica que se está creando hoy en día en su país, México.

Música para escuchar y sentir, y para diferentes usos: para escena, para ambientación, para concierto.

Mucha de ella tocada con instrumentos no convencionales. Tal fue el caso de Punto y Coma del compositor culiacanense Víctor Taboada, estreno mundial cargado de amor y de creatividad, pues los sonidos provienen del ruido del papel al romperse, de las teclas de una máquina de escribir, incluso del movimiento natural de los mismos músicos.

Las piezas fueron acompañadas al final de cada una de un comentario contextual que servía al público a comprender y disfrutar más estas piezas que a cualquier oído acostumbrado a la música clásica de antaño le resultaría extraña.

Así mismo, al finalizar el concierto, Víctor Osuna explicó un poco sobre el estado actual de la composición mexicana y lo distinta que es la música clásica de hoy a la de hace un siglo.

Según Osuna, desde hace 120 años, por lo menos, la música clásica empezó a sonar completamente distinta a la que estamos acostumbrados.

México ha sido, a través de la historia, un gran exportador de compositores y músicas. Sin embargo, este rico repertorio histórico y actual con el que cuenta, muchas veces no recibe la importancia que merece, privilegiando un repertorio extranjero. Conciertos como Nuevas Músicas Mexicanas buscan acercar al público a esas riquezas artísticas de su País que no son muy conocidas o apreciadas.