Arranca la fiesta beisbolera en el Teodoro Mariscal
La fiesta del beisbol regresó al Teodoro Mariscal con la inauguración en el puerto de la Liga Mexicana del Pacífico.
En la ceremonia de apertura, la Banda MS, que dirige Sergio Lizárraga, recibió un reconocimiento por su trayectoria en el ámbito del regional mexicano y poner en alto en nombre de Mazatlán en el mundo; la distinción la entregó José Antonio Toledo Ortiz e Ismael Barros, directivos del club.
El evento inaugural inició con la tradicional presentación de los equipos de Tomateros de Culiacán y Venados de Mazatlán, que protagonizan el encuentro, que a la postre culminó por score de 4-2 a favor de los locales.
La Orquesta de la Tercera Región Militar, en conjunto con la Banda de Guerra del Ejército Mexicano, se encargó de dirigir las notas del Himno Nacional Mexicano.
Después del protocolo oficial, por la pantalla gigante se proyectó un vídeo, en el cual se reflejaron los múltiples premios que ha recibido la agrupación, ante la alegría y la algarabía de los ahí presentes.
En tanto que, sobre el pentágono, los directivos entregaban la distinción a los lideres de la Banda MS.
“Gracias Mazatlán, estoy muy orgulloso de ser de aquí, quisiera representarlos de la mejor manera, gracias a la banda que me da esa oportunidad de representarlo por varias partes del mundo, pero sobre todo, poner el nombre de Mazatlán en alto, vamos Venados”, dijo Sergio Lizárraga al público.
A su vez, Alan Ramírez, vocalista de la agrupación, lanzó la primera bola al pentágono, mientras que como bateador estuvo también el vocalista Oswaldo Silva.
El mazatleco, ex pítcher y ahora coach de pitcheo de bullpén de Venados, Walter Silva, fue el cátcher.
Al final, la afición porteña disfrutó de un mini concierto de la agrupación Plan de Escape, que culminó con el Corrido de Mazatlán y fuegos artificiales que disfrutaron los asistentes, quienes bailaron y cantaron con gran entusiasmo.
Gozan niños del partido
En la inauguración se pudo apreciar el arribo de pequeños aficionados, ya que se permitió entrar al estadio a niños desde los 6 años en adelante, cuyos padres portaron una carta responsiva.
