Vibra el ‘black power’ en el show del medio tiempo con Kendrick Lamar
Kendrick Lamar llegó al Super Bowl celebrado en Nueva Orleans, para hacer vibrar al público con su show el medio tiempo del partido entre Eagles y Chiefs.
Su presentación causó impacto junto con el performance de Samuel L. Jackson, al representar un tributo a la cultura afroamericana y al hip-hop, dos pilares fundamentales en la historia reciente de Estados Unidos.
El rapero estadounidense actuó ante una audiencia de más de 100 millones de personas, en la casa de los Saints con sus éxitos, entre ellos Be Humble, Peekaboo y Not like us, entre otros.
Ante la mirada de celebridades como Taylor Swift, y Lionel Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, que se encontraban entre el público, el ganador de 22 premios Grammy arrancó el espectáculo sobre un coche negro, bailarines cuyo vestuario en colores rojo, azul y blanco, representaron la bandera de Estados Unidos.
El rojo azul y blanco fue también el color del vestuario de sus bailarines.
Un mensaje revolucionario
En medio de un clima político tenso, marcado por la reciente asunción de Donald Trump (presente en el evento) y su batería de medidas y anuncios, Lamar aprovechó para dar algunos mensajes sobre la identidad estadounidense, además de tirar indirectas al rapero Drake.
Todo arrancó con el mismísimo Samuel L. Jackson interpretando al Tío Sam, el personaje que icónicamente representa la idiosincrasia estadounidense, así tal como lo hace el propio Super Bowl.
En la narrativa planteada, Samuel/Sam estaba ahí para supervisar que Lamar, un artista afroamericano con raíces activistas y anti-corporativas, no se saliera de los parámetros de lo aceptado por las masas. Es decir, que no se pusiera demasiado político.
Las expectativas del famoso “half-time show” son entretenimiento y muestras de patriotismo, y Kendrick entregó eso muy a su manera, sin comprometer su visión ni su identidad.
Después, tuvo una parte más amigable junto a la artista SZA, pero antes avisó: “Quiero tocar su canción favorita, pero sé que les encanta hacer juicios”. Esto fue una referencia a Not Like Us, la canción ganadora de premios que es un mensaje directo al rapero Drake, quien demandó a Universal por difamación después de su publicación.
El tema también fue un mensaje político. “No son como nosotros” fue un sutil disparo a toda una parte del pueblo estadounidense que no tiene que ver con los valores culturales e identitarios afroamericanos que Kendrick defiende como propios. “La revolución está a punto de ser televisada. Eligieron el momento correcto, pero al tipo incorrecto”, lanzó en una de sus letras.
Muchos analistas apuntaron que toda la narrativa habló sobre cómo Donald Trump y sus votantes, a pesar de su profeso patriotismo, no lo representan a él ni a los suyos, quienes hace tiempo construyen su propia Estados Unidos. Además, fue un despliegue de orgullo negro.
Hasta Serena Williams (vinculada a Drake tiempo atrás) apareció en un cameo haciendo crip walking, un paso de baile característico de la cultura rapera de Compton (Los Ángeles), de donde son oriundos tanto Lamar como la tenista
El estadounidense, con playera negra, tenis y cachucha, compartió Money trees, Alright, Backseat Freestyle, Simming Pools y Bitch, Don’t Kill my vibe, que animaron el ambiente entre los asistentes.
De eso es de lo que estaba hablando, dijo Jackson, para dar paso luego al tema Not like us, tema sobre el cual el rapero bromeó con los espectadores.
“Quiero interpretar su canción favorita, pero ya saben que les encanta demandar”, dijo Lamar.
Y es que el tema es una canción de ataque y ajuste de cuentas público con Drake, pues en éste cuestiona la autenticidad del rapero canadiense y lo ataca con acusaciones que rozan lo criminal. “Certified Lover Boy? Certified pedophiles”, dice Lamar en una de sus líneas, aludiendo directamente a las acusaciones de comportamiento inapropiado con menores que han perseguido a Drake en los últimos años, y por el cual Universal Music Group enfrenta una demanda por parte de Drake, quien alega que la disquera ha promovido una canción difamatoria contra él.
Al final, en el show del medio tiempo el rapero mostró su talento para intercalar fusiones de jazz, funk y soul en su música en la que sus letras cuentan historias sobre la identidad racial, la lucha social, la pobreza y la violencia.
Super Bowl halftime show babyyyyyyyyy pic.twitter.com/zufoSNdNhe
— Serena Williams (@serenawilliams) February 10, 2025

Bailarín ondea la bandera de Palestina y Sudán
Durante el show de Kendrick Lamar, uno de sus bailarines ondeó la bandera de Palestina y Sudán para protestar contra el genocidio que comete Israel en Gaza y los planes expansionistas de Donald Trump. La NFL confirmó que la persona era parte del elenco de 400 miembros en el campo e indicó que “el individuo ocultó el objeto en su persona y lo reveló al final del espectáculo” y que “nadie involucrado en la producción estaba al tanto de la intención del individuo”.
Roc Nation, la compañía de entretenimiento que produjo el espectáculo, también se deslindó: mencionó que el acto “no estaba planeado ni formaba parte de la producción y nunca estuvo en ningún ensayo”.
El Departamento de Policía de Nueva Orleans informó en un comunicado que “las autoridades trabajan para determinar los cargos aplicables en este incidente”.
“El individuo será vetado de por vida en todos los estadios y eventos de la NFL”, dijo el portavoz de la NFL, Brian McCarthy, en un comunicado enviado por correo electrónico.