|
"REALEZA"

"'Plebeyas' dan vida a la ‘sangre azul’"

"De plebeyas a princesas, mujeres que hicieron realidad su cuento de hadas, aún sin un final feliz"

Este sábado 19 de mayo, una de las monarquías más poderosas del mundo, la de Gran Bretaña, celebra con bombo y platillo la boda del Príncipe Harry con Meghan Markle, unión que es ejemplo de cómo las nuevas generaciones rompen esquemas, así pertenezcan a la realeza.

Como bien se ha señalado, si el príncipe Harry le hubiera propuesto matrimonio a la actriz estadounidense y divorciada hace 80 años, muy probablemente hubiese tenido que renunciar a sus derechos reales, lo que exactamente tuvo que hacer en 1936 el tío de la actual Reina Isabel II, el Rey Eduardo VIII de Inglaterra en 1936, cuando abdicó al trono por enamorarse de una estadounidense dos veces divorciada llamada Wallis Simpson.

Igualmente, pero en la monarquía de Suecia y en los años 40 del siglo pasado, una joven modelo divorciada, Lilian Davies, conoce al príncipe Bertil de Suecia, quien no pudo casarse con ella por ser divorciada y no tener ascendencia noble, pero vivieron 33 años en unión libre para después casarse en 1976, cuando el nuevo rey modificó la ley.

La famosa Lady Di, Diana Spencer, quien no era plebeya (sus antepasados son incluso de más abolengo que la Casa Real inglesa), fue una víctima indirecta de esta cerrazón, pues fue elegida para contraer matrimonio con el Príncipe Carlos de Inglaterra, al verse este impedido de casarse con la mujer con quien había mantenido relaciones varios años, Camilla Parker-Bowles, con quien es su actual esposa.

Meghan Markle tiene un poco de todo lo que antes estaba prohibido: es actriz, divorciada, activista social y también se convertirá en el primer miembro de raza mixta de la familia real británica. Junto al príncipe Harry conformarán la primera pareja real interracial. La madre de Markle, la instructora de yoga Doria Radlan, es afroestadounidense mientras que su padre, el director de fotografía Thomas Markle, es blanco.

Así, ya no resulta raro que “plebeyos” no solo se integren a las familias reales, sino que incluso benefician a la imagen pública de monarquías centenarias, al lograr un acercamiento e identificación con sus gobernados, sino también aportan a la economía de estas entidades.

 

MEGHAN MARKLE

Antes de convertirse en la futura esposa del Príncipe Harry, 33 años, Meghan Markle, 36 años, ya era conocida internacionalmente como una de las protagonistas de la serie de televisión “Suits”, en la que interpretaba a una abogada.

Hay quienes comparan el enlace con la boda de la actriz de Hollywood ganadora del Óscar Grace Kelly con el príncipe Rainiero III de Mónaco en 1956, aunque las circunstancias son muy diferentes, en especial porque los dos primeros prácticamente no se conocían y si algo tiene la pareja del momento es que destilan la química que los une.

Meghan será la primera estadounidense en unirse a la familia Windsor en más de un siglo.

Primera aparición pública como pareja: 26 de septiembre de 2017 en Canadá, en los Juegos Invictus, competencia paralímpica fundada por el Príncipe.

Anuncio del compromiso: 27 de noviembre de 2017.

Boda: 19 de mayo de 2018.

 

 

PLEBEYAS, MILLONARIAS

Ellas son princesas sin corona desde su nacimiento y el destino las llevó a ser parte de monarquías pequeñas, pero claves en el árbol genealógico europeo.

ALESSANDRA DE OSMA, LA ABOGADA

Apenas en marzo de este año, la abogada Alessandra de Osma, de 26 años, quien pertenece a una de las familias más ricas de Perú, se unió en matrimonio con el príncipe Christian de Hannover, de 32 años, hijo de el príncipe Ernesto de Hannover, ex esposo de Carolina de Mónaco.

 

 

 

 

MARIE-CHANTAL MILLER, CHICA JET SET

Ella, Marie-Chantal Miller, norteamericana, parte del jet set internacional, hija de un magnate de las tiendas libres de impuestos de los aeropuertos asiáticos y una dama de la sociedad ecuatoriana. Él, Pablo, Príncipe de Grecia y Dinamarca, hijo de los ex reyes de Grecia Constantino y Ana María, príncipe heredero de un reino desaparecido en 1974. Se casaron Hoy, padres de cuatro hijos.

 

 

 

DE SUECIA, CON AMOR

La monarquía sueca dejó atrás la época restrictiva que obligó al Príncipe Bertil a vivir en unión libre con Lilian Davies durante 33 años con tal de no perder su derecho al trono, aunque nunca llegó a recibir la corona, la que le correspondió a su sobrino Carlos Gustavo, quien modificó las leyes y hoy los matrimonios entre plebeyos y nobleza es posible, prueba de ellos son los monarcas actuales y su descendencia:

 El príncipe Bertil con el secreto amor de su vida, Lilian Davies. 

 



El día en que la pareja por fin pudo contraer matrimonio, al fondo a la derecha se ve a su sobrino, el rey Carlos Gustavo, con su esposa Silvia.

 

 

LA AZAFATA Y EL REY

El entonces príncipe heredero Carlos Gustavo de Suecia, sobrino de Bertil y Lilian, se enamoró de la sobrecargo de origen germano brasileño Silvia Sommerlath, pero no pudo oficializar su relación hasta 1976, tres años después de asumir el trono, a la muerte de su abuelo. Por entonces, las plebeyas no accedían a los tronos. Solo dos mujeres lo habían logrado: Grace de Mónaco y Sonia de Noruega.

 

 

EL ENTRENADOR DE LA PRINCESA

La princesa Victoria, heredera del trono sueco, eligió casarse con un hombre sin títulos nobiliarios, Daniel Westling. Duraron ocho años como novios y en 2010 se dieron el “Sí, acepto”. El actual príncipe consorte, Daniel de Suecia, es hijo de un funcionario y de una empleada de correos y antes de ser el amor de la princesa Victoria fue su entrenador personal.

 

 

 

 

 

 

LA MODELO SEXI Y EL PRÍNCIPE

Sofia Hellqvis causó controversia hasta en la “liberal” monarquía sueca. Modelo de ropa interior, participante de realities y con el antecedente de posar desnuda para una revista. Pero el príncipe Carlos Felipe de Suecia no cedió, siguió el ejemplo de su padre y obedeció al dictado de su corazón.

Sofía terminó ganándose a sus súbditos y cinco años después fue nombrada princesa consorte al contraer matrimonio. Hoy la pareja tiene dos hijos.

 

 

PAÍSES BAJOS

Son pequeños territorios en Europa en donde residen familias de rancio abolengo que por sí solos hacen historia.

 

 

LA MADRE SOLTERA, METTE-MARIT TJESSEM
Es hija de un periodista y trabajaba como mesera en una cafetería. A finales de los 90 conoció al príncipe Haakon Magnus de Noruega en un festival de rock. Al principio, el anuncio del compromiso no agradó mucho, porque era madre soltera y tenía un pasado rebelde, se casaron en el 2004 y con el tiempo supo ganarse el cariño y el respeto del pueblo noruego.

 

 

LA ABOGADA, MARY ELIZABETH DONALDSON

Licenciada en Derecho y Comercio por la Universidad de Tasmania. Conoció al Príncipe Federico de Dinamarca en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y se comprometieron tres años después. La boda se celebró un año después en la Catedral de Copenhague. Actualmente tienen cuatro hijos.

 

 

 

 

LA CUBANA, MARÍA TERESA DE LUXEMBURGO

Él, un príncipe, y ella, una señorita bien de origen cubano, se enamoraron estudiando en la universidad de Ginebra, se casaron en 1984 y crió a sus cinco hijos dentro de una cultura multicultural. En el año 2000 se convirtieron en Grandes Duques, tras la abdicación del Gran Duque Juan.

 

 

 

LA ARGENTINA INCÓMODA, MÁXIMA ZORREGUIETA

Nació en Buenos Aires y es hija del político Jorge Zorreguieta, quien fue ministro durante la dictadura del General Jorge Rafael Videla. Conoció al entonces Príncipe Guillermo de Holanda en la feria de Sevilla y se casaron en febrero de 2002, y para el 2013 se convirtió en la Reina de Holanda. Aunque el pasado de su padre como ministro de una dictadura causó controversia, hoy es uno de los más queridos miembros de la familia real.

 

 

 

PRINCESAS TRISTES

Contrario a los que los cuentos de hadas predican, no siempre se tienen vidas felices. Aún con el apoyo de sus parejas, la monarquía no es cosa fácil. 

CHARLENE WITTSTOCK, PRINCESA CONSORTE DE MÓNACO
Charlene nació en Zimbabue y era nadadora del equipo olímpico de Sudáfrica. Conoció al Príncipe Alberto II de Mónaco en 2000 y se casaron en 2011 en el Palacio de Grimaldi. Antes de pasar por el altar ya había sido nombrada como “la princesa triste”. Su boda ayudó a silenciar los rumores sobre la presunta homosexualidad del príncipe.
Aunque se dice que el día de su boda ella intentó huir, la pareja continúa casada y tiene dos hijos mellizos, uno de los cuales será el príncipe regente en un futuro.

 

PRINCESA MASAKO OWADA
La princesa Masako Owada, que próximamente será emperatriz de Japón, cuando abdique su suegro, Akihito, se casó muy enamorada del príncipe Naruhito, pero ha sufrido depresión y estrés. Era una diplomática de carrera que se tuvo que adaptar a estricto protocolo, además de sufrir presión para dar al imperio un hijo varón, después del nacimiento de su única hija, Aiko.

 

 

CHICAS PODEROSAS
No tenían “sangre azul”, pero los príncipes se enamoraron de ellas. Y desde que se casaron, Letizia de España y Kate de Cambridge han mostrado su poder

LA PERIODISTA, LETIZIA, REINA CONSORTE
Letizia Ortíz Rocasolano fue muy polémica como plebeya y divorciada, antes de casarse con el príncipe Felipe de Borbón. Ahora, son reyes de España. Hija de un periodista y de una auxiliar de enfermería, retomó la profesión de su padre. Conoció al entonces príncipe de Asturias Felipe de Borbón, (hoy es el Rey de España) en una cena y el flechazo fue inmediato. Iniciaron una relación en secreto y se casaron tres años después, en 2004. Hoy tienen dos hijas: la infanta Leonor y Sofía.
Famosa por su carácter dominante y por ser perfeccionista, no solo controla todo lo que se relaciona con la estricta crianza y educación de sus hijas Leonor y Sofía, sino que se ha rumorado que supervisa los discursos del rey Felipe VI, checa su lenguaje corporal cuando habla en público y lo corrige sin reserva.

 

LA UNIVERSITARIA, KATE MIDDLETON
Hija de una azafata y un despachador de vuelos, estudio Historia del Arte en la Universidad de Saint Andrews donde conoció al Príncipe William. Dos años después comenzaron a salir. En 2010 se comprometieron en un viaje a Kenia y se casaron un año después, convirtiéndose en centro del cariño del pueblo inglés, hecho que fortalece la permanencia de esta monarquía, por ello los duques de Cambridge son los chicos mimados de la familia real.
Actualmente la pareja tiene tres hijos (Jorge, Carlota y Luis Arturo) y ella podría convertirse en Reina de Inglaterra, pues al Príncipe William se le considera el sucesor más seguro de la Reina Isabel I, aún por encima de su padre el Príncipe Carlos