Cherry, cinta en la que Tom Holland expone el trastorno postraumático, llega a Apple TV+
Cherry, un drama sobre el trastorno postraumático y la adicción a las drogas protagonizado por Tom Holland, se estrenó en Apple TV+.
“Es sin duda el papel más difícil que he interpretado”, explicó Holland en un encuentro con Efe sobre una cinta que repasa la caída a los infiernos de la drogodependencia para un militar que, tras vivir de todo, regresa a su pueblo atormentado por los recuerdos.
El británico, a sus 24 años y tras una carrera que incluye taquillazos como The Impossible (2012), Spider-Man (2017 y 2019) y la franquicia Avengers, lleva a la gran pantalla uno de los grandes problemas silenciosos de Estados Unidos.
Con un metraje de más de dos horas de duración y un presupuesto cercano a los 40 millones de dólares, Cherry arranca en una pequeña localidad de Estados Unidos, donde el ejército recluta a jóvenes indecisos con su futuro cuando apenas cumplen la mayoría de edad.
Después de separarse de su novia, interpretada por Ciara Bravo, el protagonista sirve como médico en la guerra de Irak y a su regreso, el tormento de su experiencia describe un evidente estrés postraumático que sin el tratamiento adecuado arrastra a la pareja a la adicción a la heroína.
Convencido de que el argumento es la “historia de muchas personas”, Holland entrevistó y pasó tiempo con exmilitares que habían pasado por situaciones similares y a otros pacientes de estrés postraumático.
El relato se inspira en la novela homónima de Nico Walker, quien de manera autobiográfica narró su experiencia en la guerra, su posterior adicción a las drogas (por la que llegó a atracar bancos) y su paso por prisión. El autor pasó cuatro años escribiendo el libro, editado por primera vez en 2018.
Los hermanos Russo, Joe y Anthony, pagaron 1 millón de dólares por los derechos cinematográficos de la novela, convertida en su nuevo proyecto después de estrenar en 2019 la película más taquillera de la historia, Avengers: Endgame (más de 350 millones de dólares recaudados).
En su paso de las franquicias de superhéroes a los temas sociales, la pareja de cineastas aplicó la misma receta: No intelectualizar en exceso.
“Queríamos hacer una película emocional, cuando se intelectualiza se pierde la empatía y se distancia el problema”, explicó Joe Russo.
Los directores confiaron el proyecto a Holland, el “actor más trabajador” con el que han colaborado. “Nunca tiene una respuesta negativa, se abre mucho a las vulnerabilidades y su actuación es una de las mejores que hemos visto”, declaró.
“Les debo mucho”, respondió el actor, quien fue fundamental para salvar las negociaciones entre Disney y Sony por el futuro de Marvel.
Y como compañera de reparto encontraron en un casting a Ciara Bravo, “lo tuvimos claro desde que la vimos en la primera audición”, afirmaron.
Los Russo llegaron a preocuparse por la estabilidad de los protagonistas a causa del exigente papel, que obligó a los actores a cambios físicos y a grabar escenas ” muy crudas” y “demandantes”.
El resultado convenció a Apple, que ante la imposibilidad de estrenar la superproducción en cines por la pandemia, apareció como nuevo distribuidor y desembolsó este otoño 40 millones de dólares por los derechos internacionales del filme.