"El Tri celebra 50 años de trayectoria junto a grandes invitados"
CIUDAD DE MÉXICO (SinEmbargo)._ Alex Lora había prometido un concierto de cuatro horas y media, pero al final fueron necesarias casi seis para celebrar el sábado 50 años de rock con su banda, El Tri, con un lleno total en el Palacio de los Deportes dónde la pregunta más importante de la noche fue “¿estamos siendo felices?”.
Lora hacía constantemente esta pregunta en el concierto y más de una ocasión pudo constatar la alegría por su aniversario en el que contó con invitados como Armando Manzanero, Andrés Calamaro y Panteón Rococó, además de la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca, el coro de la Basílica de Guadalupe y, los más importantes, los admiradores que se mantuvieron aplaudiendo y bailando de principio a fin.
“¡A echar desmadre como en la secundaria!”, dijo Lora ante cerca de 20 mil asistentes en el Palacio de los Deportes, algunos de los cuales llegaron de ciudades del interior de México como Monterrey, Veracruz y Puebla, mientras que otros llegaron desde Perú y Argentina.
“Que Dios los bendiga y ¡qué viva el rocanrol! 50 años de rocanrol de México para el mundo y aquí estamos tan frescos con más de 50 años”, agregó Lora.
Dr. Shenka de Panteón Rococó cantó con Lora la clásica “Chavo de onda” a ritmo de ska, mientras que Armando Manzanero acompañó a Lora tocando el piano en “Triste canción de amor”. Manzanero entregó a Lora un reconocimiento de parte de Sociedad de Autores y Compositores de México.
El rockero también recibió otros reconocimientos de sindicatos de músicos y un regalo de un estudio de decoradores de autos: la imagen de la virgen de Guadalupe, de la que es devoto, en la camioneta que usa para sus giras.
La Tremenda Korte, La Auténtica Santanera, el rockero español Cirilo, el argentino Luciano Napolitano, así como los mexicanos Gil Rivera, Javier Bátiz, Toño Lira y Pocholo, fueron otros de los invitados al concierto. De igual manera estuvieron las ex concursantes Gloria Sánchez, Steph Red y Julissa Félix de La Voz Perú, el reality show del que fue coach Lora en 2015.
“Qué honor, qué privilegio compartir 50 años de rock and roll”, dijo Calamaro quien interpretó “No los molesten” de El Tri y “Alta suciedad” de Calamaro. “¡Viva México, viva Alex Lora y El Tri, viva el rocanrol!”.
Chela Lora, la inseparable mánager y esposa de Lora, a la que el rockero dice de cariño domadora, no estuvo en el escenario la mayoría del tiempo, pero sí llegó hacia el final para interpretar “Otra muerta más”, la canción de El Tri para las víctimas de feminicidios.
“Es muy triste ver cómo han aumentado los asesinatos de mujeres”, dijo Chela Lora. “Es horrible sufrir la impotencia ante las autoridades que no hacen nada para resolver este asunto yo quisiera preguntarle a las autoridades ¿que no tienen hijos, hijas, que no tienen hermanas? Lo que yo creo que más bien no tienen es madre”.
En “San Juanico”, la canción dedicada a las víctimas de las explosiones de gas de 1984 en el Estado de México que dejaron casi 500 muertos, Lora incluyó pirotecnia y explosiones controladas que hicieron estremecer al público en una de las interpretaciones más emotivas de la noche. También dedicó dos canciones a los presos de la Ciudad de México, “Santa Martha” y “Pamela”.
“Un aplauso para la raza del reclusorio oriente y la banda de todos los centros de readaptación social, están participando con El Tri en su 50 aniversario”, dijo Lora quien como parte de las celebraciones de su aniversario inauguró una exposición de arte realizado por presos en la estación Chabacano de la Ciudad de México.
Al tratarse de un concierto del Tri, no podía faltar la crítica política. Lora sacó una máscara del presidente estadounidense Donald Trump a la que le dijo “chinga a tu m…”, también le recordó a su progenitora al presidente mexicano Peña Nieto y a expresidentes mexicanos como Carlos Salinas de Gortari o Luis Echeverría Álvarez.
Pero esto no quiere decir que el rockero no esté orgulloso de su país, al comienzo de la velada Lora interpretó el himno nacional y tras esto llamó a un grupo de danzantes de música prehispánica con penachos que se movían al ritmo de “La raza más chida”.