Directoras de festivales de cine en México se abren camino en industria patriarcal
Con la segunda mitad del año a cuestas, se dio banderazo a la oleada de festivales de cine en México que concentran sus esfuerzos a la exhibición del séptimo arte, formación de nuevos talentos, desarrollo de contenidos, diálogos y reconocimiento a lo mejor de lo realizado en nuestro país, eventos cuyos mayores representantes tienen a mujeres liderándolos.
En 2021, se contabilizó un número récord de estos eventos cinematográficos al alcanzar 222 encuentros, según datos del Anuario Estadístico del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), eso tras un pandémico 2020 que paralizó a la industria con la cancelación y el paso a online de varios de ellos alcanzando 161 festivales, frenando así, el continúo aumento que se tiene desde 2010, año del primer registro, y que sumaba sólo 52. Sin embargo, pese al bache, hoy parece empezar a recuperarse de forma paulatina.
El año pasado se realizaron 38 por ciento más de festivales que en 2020 en los que las medidas sanitarias que impuso la pandemia de Covid han persistido, logrando así, que del total de estos encuentros se realizaran 52 por ciento en una modalidad híbrida, 24 por ciento en línea y 24 por ciento únicamente presenciales.
“Afortunadamente ahora hay muchos otros festivales de cine, me da mucho gusto que existan, sé lo difícil que es mantener cada uno, cada uno es totalmente diferente, cada uno tiene una misión totalmente diferente”, destaca Daniela Michel, directora y fundadora del Festival Internacional de Cine de Morelia, evento que llega a 20 ediciones este 2022, en entrevista con SinEmbargo.
A excepción de Sonora, los estados de República contaron con al menos un festival, siendo la Ciudad de México la entidad que logró una mayor concentración de estos al albergar al 28 por ciento, seguido de Guanajuato con el 9 por ciento y Jalisco con el 7 por ciento. De los 222, 17 por ciento presentaron su primera edición frente al más longevo de todos: el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) que cumplió en junio pasado 37 ediciones.
Estos festivales de cine son una fiesta del séptimo arte, pero no son exclusivos para profesionales de la industria, sino para el público entero que disfrute del cine y deseé ampliar su experiencia fílmica, que de hecho en 2021 superó los 14 millones de espectadores en nuestros país a través de lo presencial y lo online.
Estos 222 eventos cinematográficos no sólo son referentes culturales, sino además contribuyen a la economía a través del turismo, comercio, servicios y transporte, y frente a la logística de estos complejos eventos se encuentran mujeres que dedican años enteros de sus vidas para seguir promoviendo el cine en nuestros país como: Alejandra Paulin y Maru Garzón al frente del Festival Internacional de Cine de los Cabos; Daniela Michel, directora general del Festival Internacional de Cine de Morelia; Sarah Hoch, fundadora del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF, por sus siglas en inglés); Estrella Araiza, directora general del Festival Internacional de Cine en Guadalajara; Janeth Aguirre, directora ejecutiva del Festival Internacional de Cine de Monterrey; Abril Alzaga, directora ejecutiva del Festival Internacional de Cine UNAM; Edna Campos, fundadora del Festival Internacional de Cine de Horror: Macabro; Gabriela Marcial, fundadora del Festival de Cine en Fresnillo; y Paulina Suárez al frente de la gira de documentales Ambulante.
UN CAMINO PARA CERRAR BRECHA
Del total de los festivales de cine en México registrados en 2021, el Anuario de IMCINE contabilizó a 2 mil 795 personas involucradas laboralmente, de esta cifra destaca que el 55 por ciento fueron mujeres, es decir mil 538 frente a los mil 257 hombres que representaron el 45 por ciento. Estas mujeres se desempeñan desde diferentes puestos como programadoras, producción, procuración de fondos, diseñadoras, asistentes, administradoras, editoras, en la comunicación y, por supuesto, las 78 directoras y coordinadoras de estos eventos, mujeres que han ido cerrando brecha en una industria dominada por los hombres, un camino que no ha sido fácil.
“Al principio era difícil. En México te abren la puerta, y una vez que estás adentro hay que pelear por ese lugar. Siempre son caballeros y luego ‘¡Pum!’, entonces siempre hay que estar muy activa, muy consciente, muy chambeadora, pero México ha transitado muy bien, más que otros países, 55 por ciento de las trabajadoras somos mujeres. Cuando empezamos la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión era muy difícil hasta juntar la mujeres para crear la organización, 25 años después los números indican que ya estamos arriba”, señala Sarah Hoch, fundadora hace 25 años del GIFF junto al fallecido diseñador Ernesto Herrera.
Aunque se van generando la apropiación de espacios, la participación de la mujer en la industria cinematográfica en México aún está sesgada. En los últimos años, la cifra de realización de cintas se ha mantenido, pero aún es minoría, pues de los 259 largometrajes nacionales registrados en 2021, 25 por ciento fueron dirigidos por mujeres, mientras que el 43 por ciento tuvo a una mujer a cargo de la producción. De todo el personal involucrado en estos largometrajes, 44 por ciento fueron mujeres.
En el caso de las directoras de cine, desde el 2010, año desde que se tiene registro, las mujeres representaron un 22 por ciento, cifra que se ha mantenido con el paso de los años y que no ha logrado a rebasar el 25 por ciento del total, manteniendo sus peores años en 2013 y 2020 con el 17 por ciento de directoras.
El camino en la industria audiovisual parece caminar a pasos pequeños, como señala Estrella Araiza, directora de FIC de Guadalajara y de la Cineteca de Guadalajara:
“Es muy complicado enfrentarse a muchas cosas. Yo he conocido muchos trabajos en donde no me contrataban por ser mujer en la parte de producción de cine, en agencias de publicidad pasa mucho. [...] Yo sí percibo que hay una mayor apertura que tiene que ver con cambios generacionales que se están dando también, pero los números, la estadísticas, todavía, no mienten con que todo está muy cerrado”.
Los obstáculos se manifiestan desde diferentes ámbitos y juicios de una sociedad machista. Edna Campos, fundadora de Macabro, festival con 21 años de tradición desde la Ciudad de México, fue cuestionada a sus inicios por su gusto por el cine de terror cuando a ningún hombre se lo hacían, tuvo que arrancar desde cero un encuentro cinematográfico cargado de prejuicios socio-culturales donde “no hay piso parejo”.
“Hay gente siempre buscando quién es el hombre que está detrás de mí, eso sí ha pasado. ‘Sí está ella, pero ¿dónde está el cerebro?’. Recuerdo que los primeros años del festival yo invité a unas personas muy conocedoras del género sólo para colaborar en ciertos aspectos del festival, y de repente me encontré una nota sobre uno de los invitados, que no tenía que ver con el festival, que describían como ‘la cabeza’, ‘el cerebro del festival’. Era claramente una nota muy machista”, cuenta la además guionista y productora.
“Muchos piensan que las mujeres somos inferiores y que nuestra capacidad intelectual o nuestra capacidad creativa es mucho menor, y la verdad es que no es así. Yo creo que hay una capacidad muy similar para organizar y ahora así que para proponer y no necesariamente implica que uno tenga que estar oprimido por el otro”, agrega.
Esta estructura ocupacional dentro de la industria de cine ha sido un detonante al momento en que las mujeres reclaman los espacios que también les corresponden, pues ésta ha sido segregada y se ha buscado hasta cambiar ‘los roles’ para poder ser tomadas en cuenta.
“Antes la verdad es que yo misma me programé a que tenía que demostrar a que no importara que yo fuera mujer. Me tocó ser asistente de cámara y yo cargaba, hacía todo, cargaba los cables y montaba como un hombre, como un asistente hombre porque no quería que me sacaran de la jugada, y poco a poco ahí me fui un lugar, empecé como asistente de cámara, y por la conformación del equipo que era muy pequeño, me fui haciendo además en asistente de producción. Eso me empezó a dar también herramientas para empezar a tomar ciertas decisiones, luego ya empecé a producir”, recalca Abril Alzaga, directora hace cuatro ediciones de FICUNAM.
“Justo ahí lo que yo tenía en mente es que no se notara que yo era mujer, que fuera a ser así de ‘¡Ay, es que soy más débil¡’, ‘No puedo cargar un tripié’ o ‘Es que la cámara’. Eso no debía de ser ningún obstáculo, ningún recurso para trabajar. Eso probablemente me dio tablas y me dio seguridad y también me gané el respeto de mis compañeros. No me achicaba por ser mujer. A lo largo de la historia sí me he enfrentado a momentos, y diría más ahora o en FICUNAM, enfrentar momentos de clara misoginia, y de tener que sobreponerme y tener que decir: ‘A ver, aquí les guste o no le guste me nombraron directora ejecutiva y aquí voy a plantear las cosas de esta manera’. Sí me he enfrentado, por supuesto que me he enfrentado, pero he tenido también la suerte que durante mucho tiempo me tocaron jefas directoras mujeres que me apoyaron mucho, me impulsaron mucho, creían mucho en mí, me dieron confianza, me dieron mucho rienda suelta para tomar decisiones”, cuenta Alzaga, quien también ha trabajo en TV UNAM.
Pese a los datos y testimonios que reflejan que la industria cinematográfica sigue siendo excluyente con la mujeres, los esfuerzos propios van sumando y generando redes que van cambiado el panorama, tal como recalca Maru Garzón, directora artística del Festival Internacional de Cine de los Cabos.
“Yo siempre he creído en el poder femenino. No es fácil en el mundo en general y en el mundo de la industria cinematográfica que ha sido dominado por el género masculino, sin embargo, desde la raíz, y de una manera totalmente orgánica, nosotras hemos plantado como unos estatutos de acción, tanto al interior, como en el exterior que tienen totalmente que ver no solamente con el respeto y el empoderamiento de las mujeres, sino con el respeto y la integración de la diversidad, en todos sus sentidos”.
REDES DIVERSIFICAN LA INDUSTRIA
Así como al detrás de la cámara cada vez más destacan los nombres de nuevas generaciones de cineastas como la salvadoreña-mexicana Tatiana Huezo, Fernanda Valdez, Astrid Rondero, Ángeles Cruz, Luna Marán o Yulene Olaizola, por mencionar algunas, así también las directoras de cine en México pisan fuerte abriendo el camino a otras mujeres.
No sólo las directoras de festivales de cine en México están al frente de estos festivales, sino gran parte también fueron sus fundadoras. Proyectos que nacieron del amor al séptimo arte y que ahora crean nuevos públicos y creadores desde los lugares donde se realizan.
“No es casualidad que la mayor parte de las directoras de los festivales de cine en México seamos mujeres, tiene que ver con una capacidad de a lo mejor estar al pendiente de muchas cosas porque eso sí es una parte de la naturaleza de la mujer y también con que un poco hemos estado como en la historia”, encuentra Estrella Araiza.
Daniela Michel coincide con las habilidades para estar al frente de un festival:
“El trabajo de un festival es muy minucioso, muy de detalle, es de mucha constancia de mucha fortaleza y mucha resistencia porque cada año las circunstancias que nos encontramos cambian totalmente, sino es la cuestión económica, es la cuestión de violencia, la política; sino es la cuestión política, es el Covid. Cada año tiene sus dificultades, dificultades completamente diferentes”.
“Yo creo que que ha habido coincidencias y coincidencias afortunadas, creo que es muy importante celebrar que hayamos tantas mujeres ahora, dirigiendo festivales, creo que es importante”, agrega.
Desde estos lugares de toma de decisiones, ahora estas mujeres van tejiendo también redes de apoyo y espacios seguros para seguir abriendo la puerta a más mujeres, como lo destaca Abril Alzaga.
“A mí me parece fantástico que podamos ir ocupando puestos de decisión porque también es una forma de equilibrar las cosas en general”.
Sarah Hoch suma: “Mientras estemos en estas posiciones, estos puestos, necesitamos luchar y trabajar por cambiar a Mexico, por mejorar las condiciones de México, peor también del cine, tener las historias de las mujeres, contadas por mujeres”.
Los festivales además de establecen medidas en contra de la discriminación y la violencia en contra de las mujeres en estos encuentros, promueven diálogos y fomentan acciones y secciones de incentiven la participación de talentos femeninos como Semillero en el FIC de Guadalajara en el desarrollo de proyectos,El GIFF con su alianza con Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión o el FIC de Los Cabos que aplaude una mayor partición de directoras en su convocatoria.
“Creo que está lucha está surtiendo unos resultados fantásticos, unos resultados concretos y reales y nosotros desde el Festival, queremos seguir apoyado no solamente con contenido desde programación para seguir promoviendo la reflexión las historias, no solamente dirigidas pro mujeres, sino también que historias sobre grandes mujeres, sobre historias de mujeres. Nosotros tenemos una selección específica que se inauguró hace unos cuatro años que se llama Her History donde buscamos eso, no solamente buscamos películas hechas por mujeres, sino también que se hable y que reconozca la labor, la vida, el quehacer de una gran mujer, o sea toda esta promoción de la reflexión, hacia el empoderamiento de la mujer, definidamente es uno de los compromisos del festival”, recalca Maru Garzón.
Hoy se siguen alimentando las raíces de lo que se desea sea una industria cinematográfica en México más incluyente con acciones, con la apropiación de espacios que antes eran negados y con el compromiso que se tiene de llevar el cine y sus historias a más partes de México. Aún hay camino por recorrer, cifras por igualar, pero ya está sucediendo.
LOS ROSTROS AL FRENTE DE LOS FESTIVALES
FIC de Los Cabos: Maru Garzón y Alejandra Paulín
Desde el 2012, el Festival Internacional de Cine de Los Cabos emergió para promover un diálogo cultural en la industria cinematográfica de Norteamérica mostrando lo mejor del cine hecho en México, Estados Unidos y Canadá, y así también afianzar vínculos. El encuentro fue fundado por Alejandra Paulin, desde la dirección ejecutiva, y Maru Garzón siendo la directora artística. En noviembre este festival llegará a sus 11 ediciones desde la península de Baja California.
“Sentir a un Festival que sus diez años de edad está en la posición en la que estamos, en una posición de solidez, de credibilidad, de confianza, de visibilidad y que se convierte de repente también como en un referente importante de ese apoyo para la industria del cine y para la industria del cine joven en especial, eso me llena de satisfacción, la verdad es que la lista sería infinita”, destaca Garzón.
FIC de Morelia: Daniela Michel
El Festival Internacional de Cine de Morelia cumplirá en octubre próximo 20 años desde que Daniela Michel inquieta por promover a cine nacional unió esfuerzos para crear este encuentro, uno de los más prestigiados.
“Para mí el cine ha sido una forma de explorar el mundo, de entender muchas cosas de ver diferentes culturas, épocas. Ha sido un gran aprendizaje. A mí me da como un confort ver una película, como a un nivel visceral diría yo. Es como un universo que yo habito desde que soy niña. Me encanta ver películas en blanco y negro y que de alguna forma me vinculen con el mundo. Es un universo fantástico, riquísimo, que nunca deja a sorprenderme, que siempre me enamora, yo vivo permanente enamorada del cine. Qué maravilla poder servir al cine mexicano, para mí es un honor, y poder estar apoyando a los jóvenes cineasta mexicanos”.
GIFF: Sarah Hoch
En un 2022 que el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) se viste de plata por los 25 años que cumple este encuentro fundado por en 1998 por Sarah Hoch y el fallecido Ernesto Herrera. Un evento que nació con la misión de compartir lo mejor del cine mexicano e internacional desde el bajío.
“Rompimos esquemas, denunciamos practicas que no eran justas, no eran incluyentes para el cine mexicano. Hicimos enemigos y después se volvieron amigos por el respeto mutuo y ha valido la pena. Siento que hemos dejado huella, hemos cambiado cómo hacemos cine, tener una plataforma incluyente y gratuita era muy importante, y pues de todo estos me hace sentir muy orgullosa y muy satisfecha”.
FIC de Guadalajara: Estrella Araiza
El festival más longevo de México se ha reafirmado año con año a través de su muestra cinematográfica de la mano de la Universidad de Guadalajara. Su grandeza radica en ser una ventada para el cine nacional como el internacional, en específico volteando a ver al de Iberoamérica.
“Yo he visto que el festival, la Cineteca y venir al cine, y estar en un espacio donde se pueda tener cuestiones de cine, amor por el cine y manifestar tu amor por una película, siento que eso le cambia la vida a las personas. He visto niños con discapacidad que en la funciones que nosotros hacemos, cine infantil para niños con discapacidad, que nunca habían venido al cine. ¿Qué es lo más gratificante? Que lo que nosotros hacemos importa, que las cosas que nosotros presentamos son cosas que nosotros tratamos de poner, que para nosotros es los mejor, como lo reciben las otras personas y como les cambia la vida, cuando te das cuenta de eso, es lo más lindo. Eso es lo más gratificante”.
FIC de Monterrey: Janeth Aguirre
Desde el norte del país, este verano el Festival Internacional de Cine de Monterrey cumple 18 ediciones de reunir grandes títulos de los géneros documental, animación y ficción con una selección completamente nacional. Un encuentro que comenzó gracias a entusiastas de cine que no soltaron el dedo del renglón, entre ellos, Janeth Aguirre:
“Mi vida se dio un vuelco en el momento en que en mi trabajo produciendo películas, mi trabajo reduciendo el FIC de Monterrey se volvió en el centro de mi vida. Esa parte fue muy importante porque me di cuenta en el poder transformador de las películas. [...] Uno no sale siendo la misma persona cuando hay una historia que través de la estética y elementos de una película te deja una idea”.
Macabro: Edna Campos
El Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México nació del deseo de compartir el cine del género de terror, un sueño hecho realidad de Edna Campos que ella misma forjó hace 21 años rompiendo estereotipos y siendo ese punto de encuentro entre los aficionados y nuevos fans del horror.
“El festival se convierte en un momento para que la gente que le gusta mucho este género conviva, pero podríamos decir eso de muchas otras actividades, pero la forma en que se da esta convivencia es lo que es bien especial, esas son algunas de las grandes cosas. La oportunidad que me ha dado de conocer otros países, no como turista sino conocer la manera en que expresan el género de terror, conocer otras personas que les gusta el género. Todo lo que se genera entorno a la comunidad es bien gratificante. El sentir que cada año es diferente. Siempre se prepara lo mismo pero nunca es igual”.
FICUNAM: Abril Alzaga
Creado 12 años atrás por la Universidad Nacional Autónoma de México, este festival se ha convertido en uno de los eventos más importantes que muestran una gran selección de cine contemporáneo internacional y de México. Su selección se ha distinguido por tener un corte artístico.
“Con lo que me quedo es que el público salga satisfecho, que el público encuentre en el festival algo distinto que no encuentre en otros espacios, para mí eso es muy importante. Es muy gratificante también lograr las vinculaciones, siento que saber plantear un proyecto para que los demás se entusiasmen y lograr que la gente se sume y ver que los resultados son satisfactorios a todos las partes, eso me causa mucha felicidad, no sólo satisfacción, sino felicidad porque es ver que las cosas no son solamente uno, sino que las cosas que pueden ser relevantes, importantes, son a partir de un colectivo, de la suma de talentos, voluntades, de la suma proyectos y hacer algo a partir de esa suma más grande, esa es mi felicidad más importante”.
Festival de Cine de Fresnillo: Gabriela Marcial
El Festival de Cine en Fresnillo es el único que sobrevive en Zacatecas, uno de los estados que más descomposición ha mostrado debido a los enfrentamientos violentos los últimos años. Oriunda de ese Fresnillo, el municipio percibido como el más violento, Gabriela Marcial Reyes fundó el festival como una ventana al arte. Ahora a cargo también de la Cineteca de Zacatecas lleva el cine de municipio en municipio en la región con menos pantallas.
“La respuesta del público es muy importante. Yo creo que ese público fiel y cautivo y el público que se acerca con emoción, los niños aplaudiendo al final de una función es algo muy bonito. Esas son de las cosas que más rescataría de mi labor. Ese aguante del público para ver la película por más sencilla o complicada que sea y que se den la oportunidad de ir a la Cineteca, porque de pronto la gente piensa que ahí sólo encuentran películas aburridas o complicadas que no vamos a entender, pero el cine es tan diverso”.
Ambulante: Paulina Suárez
En 2016, Paulina Suárez asumió oficialmente el cargo de directora de Ambulante, gira de documentales en México que promueve las transformación social desde el cine siendo una ventana de diferentes realidades de nuestros país, así como a nivel internacional. La gira abarca varias ciudades de laRepública añso con año para llevar al cine a regiones nuevas.