Vivimos un punto de inflexión

FACTOR HUMANO
21/09/2021

Una sociedad sagaz tiene la “sabia virtud de conocer el tiempo” para atar y desatar lo que le conviene o perjudica... a tiempo.

¿Qué es peor?

Las civilizaciones y sociedades atraviesan por puntos de inflexión en su devenir, el problema es que pasan inadvertidos y después son muy difíciles o imposibles de corregir.

Actualmente México, como otros países, vive un punto de inflexión que está resquebrajando sus cimientos morales, políticos y los sociales. Esto afecta seriamente nuestra identidad.

Cuando se atacan legalmente y se confunden los valores más elementales como el derecho a la vida, la integridad de la familia y se divide la sociedad, la nación está en serios problemas, especialmente cuando se viola el valor más sagrado para una mujer: la maternidad.

Lo que afecta a la familia daña al país. Lo que afecta la conciencia perturba al individuo.

En efecto, actuar contra las leyes trae consecuencias, pero actuar gravemente contra la conciencia es más serio. El individuo se resquebraja. Nadie nace sicario, lo difícil es matar por primera vez.

De la misma manera cuando el aborto se legaliza la gente se mal acostumbra a matar a quien más derechos tiene y lo más grave: a su propio bebé. ¿Qué es peor, ser sicario o ser abortista?

Ahora las leyes, gradualmente, legalizan este asesinato, justificando lo que no tiene justificación. Todos sabemos que matar es malo.

No nos dejemos engañar

Con una agenda abortista, intereses extranjeros usan las mismas tácticas en todos los países: los pañuelos verdes, “el derecho a decidir”, “aborto legal y seguro”, usando instituciones como la ONU, transnacionales privadas y públicas, grupos activistas y a los gobiernos, que con millones de dólares manipulan las conciencias de los políticos y de los magistrados. Controlan la natalidad mundial.

Atacando a la familia con los valores contrarios a la ley natural como el matrimonio igualitario, cambio de sexo, la LGBT, el feminismo, minando la identidad personal. Lo emocional y los valores sustentan la personalidad.

El asunto es más grave de lo que parece. Lo moral es más serio que lo legal porque se atenta contra la felicidad y la racionalidad, actuar contra la razón es insoportable, ver mi artículo “La racionalidad cuestionada” .

Quien viola habitualmente su conciencia en cosas graves atenta contra sí mismo, se convierte en su propio enemigo. Justo la perturbación mental es la causa causal de la violencia, quien no tiene paz daña a quienes convive.

Si queremos vivir en paz, empecemos y actuemos acorde a nuestra conciencia formándola. Es el camino más eficaz. Y la familia es quien mejor lo hace. Sin duda todo lo que beneficia a la familia contribuye a la felicidad y al bienestar. La institución más sólida de la humanidad es la familia y nos da estabilidad.

El aborto es un negocio

Una de las instituciones que lo promueven Planned Parenthood tiene un presupuesto anual de mil 300 millones de dólares. Vende las partes de los bebés, exenta de impuestos y recibe fondos federales, financia las campañas demócratas, con más de 149 asociaciones en más de 189 países (Wikipedia). “Tiene más sucursales en el mundo que McDonalds” (Agustín Laje en Mx.).

Aquí se llama MexFam, desde 1969 recibe financiamiento extranjero para promover el aborto y “dar educación sexual” a los jóvenes y marginados.

“Tomemos conciencia de lo que está sucediendo en nuestro México: la organización abortista más grande del mundo está aquí desde hace 50 años” (“El negocio del aborto en Mx. conparticipacion.mx)

Cuando se pierden los valores se pierde la brújula, se relativiza todo de acuerdo a los impulsos, las modas, los intereses y motivaciones oscuras. Perder la brújula es perder el piso.

Las leyes que favorecen al aborto lo multiplican y abren las puertas a otras calamidades como la eutanasia, el suicidio, la pérdida de la identidad personal al cambiar de sexo, la educación familiar antinatural entre los homosexuales que adoptan hijos.

China reculó en su estricta política punitiva de no tener más de dos hijos, había tantos abortos que se veían tirados, esto me lo atestiguó alguien. Ahora se dieron cuenta que su población envejece y esto afecta la economía de un país. Además, los abortos “gratuitos” son pagados con tus impuestos. Mejor abramos más guarderías.

Como la humedad

Estos cambios se meten como la humedad gradualmente y sin darnos cuenta terminan arruinando la estructura. Suceden individual y colectivamente.

El Nazismo empezó por criticar a los judíos, después a cerrarles sus negocios y terminaron millones en la cámara de gases y los ciudadanos volteaban la cara.

Alemania ya se precipitaba a una guerra que llevó al precipicio al mundo entero. No quisieron darse cuenta. Y todo por un cabo y su pandilla.

Un síntoma de descomposición es que la gente deja de ver la gravedad y se mal acostumbra, como ha sucedido con la violencia.

¿Qué esperamos para despertar? Mejor sembremos bendiciones y cambiemos nuestro punto de inflexión.

paulchavz@gmail.com