|
""

"VÉRTIGO: Ginger & Rosa"

"."

Revisando la creciente oferta de buen cine disponible en streaming, me encontré con Ginger & Rosa (Ídem, GB-Dinamarca-Canadá-Croacia, 2012), el octavo largometraje de la cineasta londinense Sally Potter, filme que por angas o por mangas, nunca llegó a exhibirse en esta ciudad.

Se trata de la más accesible de todas sus películas, pues pertenece a una fórmula melodramática bien conocida –la película de “crecimiento” juvenil- y presume un reparto estadounidense atractivo con una estrella femenina (notable Elle Fanning) en ascenso. Eso sí, la puesta en imágenes no es muy académica que digamos, pues la cámara de Robby Ryan –responsable de la fotografía de la extraordinaria Cumbres Borrascosas (Arnold, 2011)- privilegia las tomas móviles e inestables, siempre muy cerca de los personajes, en relevadores y contundentes primeros planos. Una fotografía lírica, luminosa, emocionante y emocionada.

Las Ginger y Rosa del título (Miss Fanning y Alice Englert), que nacieron el mismo día del bombazo en Hiroshima, han crecido para convertirse en las mejores e inseparables amigas y cómplices, pues sus respectivas familias quebradas –y el mundo, en general- les resultan crecientemente decepcionantes.

Estamos en Londres, en 1962, en plena crisis de los misiles. El mundo va a estallar y las dos amigas reaccionan ante la amenaza de distinta manera: Ginger, aprendiz de poeta, se involucra en el movimiento en contra del armamentismo nuclear, mientras Rosa busca el verdadero amor –y un sustituto de papá- en el hombre que tiene más a la mano.

La cinta es, acaso, la más personal de la señora Potter: ella tenía 13 años y vivía en Londres en 1962, practicó al igual que Ginger la poesía, participó como ella en las protestas en contra de la bomba y sus padres provenían de ese mismo círculo de adultos intelectuales/bohemios que aparece retratado en la película.

Unos adultos que, por cierto, están muy lejos de ser un ejemplo de madurez. Sí, claro, leen mucho, discuten más, escriben sobre la “idea de la libertad” y lloran de emoción al escuchar la “Fantasía para piano” de Schubert, pero al final resultan más egoístas y caprichosos que Ginger, quien tiene que crecer apresuradamente, con el mundo y su familia en llamas. Una cinta notable que habría que rescatar en estos días de cartelera comercial francamente deplorable.

*****

Ginger & Rose se encuentra disponible en Prime Video de Amazon, además de que se puede rentar y/o comprar tanto en Google Play como en Apple iTunes..

Comentarios: en la página web www.ernestodiezmartinez.com, en la cuenta de twitter @Diezmartinez y en el correo electrónico ernesto.diezmartinez@gmail.com