Un mágico concierto ofrece Ensamble Ars Sonui
Armonía y delicadeza se puedo sentir en las melodías que interpretó el Ensamble Ars Sonui, integrado por músicos de Aguascalientes, que presentaron el Octeto de Schubert, en lo que fue el tercer concierto de la Temporada Campbell 2023.
En esa ocasión, el evento fue programado en Casa Haas, que lució con un lleno total, ya que acudieron mazatlecos e integrantes de la comunidad extrajera que radica en el puerto.
El recinto cultural ubicado por la Heriberto Frías fue envuelto en un romanticismo basado en un concierto de cuerdas, en el cual los artistas hicieron vibrar a los asistentes con sus instrumentos.
El octeto posee la escala más grande para cualquier obra de cámara de Schubert y está compuesta para fagot, clarinete, trompa, dos violines, una viola, violonchelo y contrabajo.
Esa tarde los protagonistas interpretaron una de las grandes obras del repertorio de cámara: el octeto para vientos y cuerdas en fa mayor, D. 803, de Franz Schubert.
Los integrantes de la agrupación, Magdalena Hernández Jiménez y David Israel de Luna, al violín; David Cruz Espinosa, viola; Gonzalo Adolfo Pérez Sánchez, violoncello; Daniel Mansilla, contrabajo; Francisco Javier Pascual Aquino, clarinete; Víctor Mendoza Núñez, fagot y Juan Manuel Hernández Jiménez, corno, mostraron una gran sincronía para así lograr expresar una combinación extraordinaria de las piezas, lo que llevó a los asistentes a adentrarse a un ambiente de ensueño, lleno de armonía, ritmo y precisión.
Ensamble Ars Sonui considerado como la única agrupación en México en interpretar, elaborar, pero sobre todo difundir la música de cámara, deleitó al público porteño con una más de sus presentaciones.
Desde su fundación la agrupación ha estrenado más de 15 obras que a pesar de haber sido escritas hace cientos de años no habían sido interpretadas en nuestro País.
Con las fascinantes melodías, se celebró un encuentro lleno de emociones de tristeza, alegría, y romanticismo, lo que al final reconoció el respetable, que agradeció la entrega de los músicos sobre el escenario con sus aplausos.
Acerca del octeto de Schubert
En marzo de 1824, cuatro años antes de su muerte, Franz Schubert completó una de sus obras de cámara más importantes, y también la más extensa: el Octeto en fa mayor, número de catálogo 803. Ferdinand Troyer, un noble, mecenas y clarinetista moravo residente en Viena, encargó a Schubert una partitura que siguiera el modelo del Septeto de Beethoven, inmensamente popular desde su estreno, a comienzos de aquel siglo. Schubert tomó así la instrumentación de la obra de Beethoven (clarinete, fagot, corno, violín, viola, cello y contrabajo), a la que agregó un segundo violín, y también la planteó en seis movimientos, entre otras características similares.
Igual que en el Septeto de Beethoven, tanto el primer movimiento como el último empiezan con una introducción lenta para dar paso al Allegro, que en este primer movimiento está dominado por un ritmo punteado y por el diálogo entre el primer violín y el clarinete; este diálogo se prolonga en el bellisimo Adagio que le sigue. La sección central de la obra incluye un Scherzo, un Andante con variazioni (para el que Schubert tomó una melodía de su ópera Los amigos de Salamanca) y un Menuetto de elegancia clásica, pero con un perfume indudablemente romántico.
El sexto y último movimiento se inicia con un aire sombrío y trágico que se disipa en el Allegro final, síntesis perfecta para este Octeto en el que Schubert, siguiendo incluso un modelo muy definido, logró plasmar toda su originalidad.
MELODIAS INTERPRETADAS
Octeto en Fa mayor para cuerdas y alientos D. 803-op. post 166 de Franz Schubert
1._Adagio-Allegro
2._Adagio
3._Allegro Vivace
4._Tema con Variaciones
5._Menuetto (Allegro)
6._Andante molto-Allegro