Triunfa el amor verdadero en ‘Don Quijote’
Un público altamente receptivo se dejó atrapar por la belleza y el romanticismo del Ballet Don Quijote presentado en el Teatro Ángela Peralta.
Posicionado entre los grandes eventos de la Temporada Primavera 2023, Don Quijote, uno de los ballets más representados en el mundo, fue protagonizado por Kitri y Basilio, que defienden su amor ante el interés convenenciero de Lorenzo, padre de esta heroína quien insiste en casarla con Gamache, un hombre rico y testarudo.
La versión de la Compañía Nacional de Danza sobre la original de Marius Petipa con música de León Minkus, bajo la dirección de Elisa Carrillo y Cuauctémoc Nájera, cautivó a la audiencia por el alto rigor artístico-técnico de los bailarines, el colorido vestuario, la escenografía y la caracterización de sus personajes.
Destacan en el ballet: Kitri (Valeria Mariaud), en quien el caballeroso y justiciero Don Quijote (Raúl Fernández), capaz de amar a una mujer sin haberla encontrado nunca, cree ver a su amada Dulcinea; Sancho Panza (Erick Santamaría), Basilio (Alejandro Hidalgo) el joven que la ama; Lorenzo, (Antón Joroshmanov) padre de la joven, quien por conveniencia se empeña en desposarla con Gamache (Yered Tobón), un personaje al que todo su dinero no le quita lo caricaturesco y empecinado.
En esta coreografía, adaptación de la famosa obra de Cervantes, El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, la lucha entre Basilio y Gamache por el amor de la bella Kitri es evidente.
La protagonista del ballet debido a su condición económica, se ve obligada a aceptar la propuesta de matrimonio del acaudalado Gamache, pero ella no lo ama. En la coreografía Don Quijote aparece como un caballero defensor de la justicia y el amor, siempre acompañado por su fiel escudero Sancho, atestiguan esta renuncia al amor auténtico.
En el montaje Don Quijote despierta admiración y respeto, y Sancho da a la obra un toque cómico como Cervantes dejó plasmado en su novela.
En la versión de la CND el segundo acto deja al descubierto la belleza coreográfica y el rigor técnico de este ballet romántico pues convergen en el escenario variaciones, coreografías, personajes y vestuarios en una atmósfera ideal para vivir las mieles del romanticismo.
Aunque la obra se desarrolla en un mercado, en una plaza pública, destaca una escena en la que la iluminación nocturna es la única acompañante de Don Quijote, quien cansado cae en un sueño profundo. La presencia en escena de Cupido interpretado por una bailarina y un grupo de ninfas crean una escena romántica y sublime en la que se contrapone la realidad y la imaginación.
En este Don Quijote el bailarín Roberto Rodríguez (Espada) y Ana Elisa Mena ( Mercedes y Carmencita) desarrollan roles protagónicos y reflejan la alta disciplina, rigor estético y técnico que hacen de la Compañía Nacional de Danza, una de las mejores en Latinoamérica.
Memorable fue la intervención artística de Gean Lee Panchi Balseca, Óscar Treto Hevia, Carlos Cervantes Trejo, Juan Carlos Santiago, Manuel Ricardo Hernández, bailarines de la Compañía Ballet de Mazatlán y el bailarín invitado Kevin Manuel Sillas Sánchez.
La puesta en escena que tuvo un final festivo y musicalmente vertiginoso se ganó fuertes los aplausos de la audiencia después de casi dos horas de espectáculo.
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