Supera ofertas obra de Leonora Carrington en la subasta de La Casa del Maquío
Una litografía sobre papel algodón, de la pintora surrealista Leonora Carrington, una de las leyendas del arte a nivel mundial, fue subastada en La Casa del Maquío, superando su precio de salida.
En el patio de La Casa del Maquío se realizó la Subasta 2022 de Arte Moderno y Contemporáneo, donde los coleccionistas pujaron por obras de Abraham Cruzvillegas, Aldo Chaparro, Alejandro Magallanes, Arnaldo Coen, Betsabeé Romero, Brenda Castro, David Alfaro Siqueiros, Doctor Feis, El desperfecto, Francisco Toledo, Fritzia Irízar, Hilda Lugo, Hugo Lugo, Irene Clouthier, Jésica “Lanegra” López, José Luis Cuevas, JR, Karian Amaya y Lucía Oceguera.
También de Mariana Lagunas, Marisol González, Míriam Molina, Óscar García Castro, Otto, Pedro Coronel, Pedro Friedeberg, Perla Krauze, Roberto Ramos, Rodolfo Díaz Cervantes, Teddy Kelly, Waldy D. Ley y Yolanda López Pulido.
En total participaron 32 artistas, 15 mujeres y 17 hombres, de ellos 13 sinaloenses.
La obra de Carrington, una de las máximas representantes del surrealismo, fue de las más peleadas por los coleccionistas que participaron de manera presencial, como de manera virtual, a través de WhatsApp.
Al dar la bienvenida a la subasta, que se llevó a cabo como parte de la conmemoración de los 33 años del fallecimiento de Manuel Clouthier del Rincón, Leticia Clouthier Carrillo, presidenta del Consejo de la Casa del Maquío, recordó que en 2012 su mamá, la señora Leticia Carrillo de Clouthier (qepd) tuvo una ilusión de construir la asociación civil de la casa, como un espacio cultural apartidista laico, plural e incluyente para formar líderes y ciudadanos de tiempo completo.
“En 2014, aquí mismo frente a todos ustedes anunció el proyecto y a principios de 2016 ya como donataria autorizada, empezamos a construir el consejo de la casa y a procurar fondos”.
Agradeció a Irene Clouthier, su hermana, que tuvo la idea de la subasta que se llevó a cabo por primera vez el año pasado y que será anual para procurar fondos en beneficio de la casa y ayudar a toda la comunidad artística local y nacional; a Memo Martínez, quien siempre ha dicho que una subasta es una fiesta, a todo el equipo, a los artistas y a quienes han apoyado con donativos.
Al iniciar, Memo Martínez, conocido como El Rey de las subastas, agradeció estar ahí estemos juntos de nuevo, esta es una fiesta y quiero que tengamos en cuenta dos cosas, vamos a invertir, por dos razones, porque el dinero que se invierta esté en esta casa, tengan un mejor espacio que es una casa de diálogo, de todos.
Irene Clouthier, curadora de la obra, señaló que la segunda subasta es no solo un reto cumplido, sino un gran logro presentar de nuevo una gran selección de artistas.
“Que nos sigan apoyando en esta ocasión tenemos la cancha muy pareja, casi 50 por ciento de mujeres y hombres, tenemos además 13 artistas de los 32 que son sinaloenses, lo cual también habla muy bien de que estamos tratando de impulsar el proyecto cultural de Sinaloa”, dijo.
Señaló que una de las cosas que le llenan de satisfacción es que este proyecto promueve e impulsa a toda la cadena alimenticia del arte, desde el embalaje, el transporte, transportistas, los seguros de la obra, los artistas y todo mundo está contribuyendo con su granito de arena por y para los artistas.
Y así salieron a la venta un Siqueiros original de óleo sobre papel, obra de Adrián Cruz Rivera, Fritzia Irízar, Aldo Chaparro, Míriam Molina, con un óleo sobre espejo; gráfica de Pedro Friedeberg, serigrafía de José Luis Cuevas, de la generación de la ruptura en México, Francisco Toledo, que en la última década creó los papalotes que hacía en su taller, intervenidos con símbolos de Oaxaca, como en este caso fue un chapulín.
En esta subasta, se logró vender el 90 por ciento de los lotes, Pedro Coronel salió en 12 mil 500 pesos a subasta con precio de Mercado de 17 mil 500 y se vendió en 44 mil pesos.
José Luis Cuevas, que tenía un precio de mercado de 39 mil pesos, salió a la venta 31 mil pesos y se vendió en 47 mil pesos.
Francisco Toledo, con un precio de mercado de 26 mil 600, salió en 21 mil 300 y se vendió en 33 mil pesos. Leonora Carrington cuyo precio de mercado era de 112 mil 500, salió en 90 mil y se vendió en 115 mil pesos.
Las obras más peleadas fueron Pedro Friedeberg, que salió a subasta en 25 mil 500 y se vendió en 50 mil; El Desperfecto salió en 4 mil 200 y logró venderse en 17 mil pesos; Abraham Cruzvillegas salió en 31 mil 500 y se vendió en 60 mil pesos.
De lo recaudado, de un 50 a un 70 por ciento es para los artistas o las galerías, el resto para La Casa del Maquío.
“Esta recaudación nos permite seguir operando, pagar a la gente que viene a dar cursos y charlas, se terminaron ventanas, queremos terminar el auditorio ya en forma. Pero traemos una agenda muy rica y nutrida programas muy variados de danza, cine, charlas, seminarios”, señaló Irene Clouthier.