|
Homenaje

‘Seguirás bailando en escenarios inmunes’, recuerdan a Maximiliano Corrales

En medio del dolor y tristeza que inunda el sentir de quienes lo conocieron, homenajearon a “Rinkalu” en el Teatro Pablo de Villavicencio durante la mañana de este sábado

CULIACÁN._ Caras desfiguradas, llenas de dolor e impotencia se vieron durante el homenaje rendido a Maximiliano Corrales García, joven bailarín encontrado sin vida en la capital sinaloense el pasado viernes 21 de abril en el Río Culiacán.

El Teatro Pablo de Villavicencio fue el encargado de albergar la tristeza, las penas y lamentos de los compañeros de danza del joven conocido como “Rinkalu”, mismo que no fue recordado con un listón negro, sino a través de la danza, el color y la pasión por el arte que tanto mostró y al que dedicó su vida.

“(Maximiliano Corrales) Se caracterizó por ser una persona generosa y agradecida, un joven lleno de talento... Se nos fue una leyenda de la danza contemporánea sinaloense y mexicana”, expresó con gran dolor Carlos Zamora, director de la Compañía Danza Joven de Sinaloa (CDJS).

Así, con apoyo de la Compañía Folclórica Sinaloense (CFS), conmemoraron a Maximiliano de la única manera posible, con danza, danza alusiva a la luz, honor y gloria, así como al eterno descanso a los difuntos en la tradición yoreme, esa pasión que llevó a “Max” a transformar su legado en mucho más que un gran bailarín, en un ser que representa a la danza en su forma misma.

“Ese no es tu cuerpo sobre el agua, eres un huracán que estremeció nuestras miradas. No eres un cuerpo inerte, eres un rayo cruzando la sensibilidad de un teatro entero. Tú seguirás bailando en escenarios inmunes. Por favor, Max, sigue bailando, que no te detenga la estupidez de este país. Tú nos enseñaste que el cuerpo puede hacer lo imposible”, inundada, manifestó su pena Glenda García, compañera de Maximiliano.

Un inmueble con vida, un espacio adolorido pero con mucha energía, esa misma energía que dijeron siempre recibir de “Rinkalu”, un teatro abarrotado no solo de sus seres queridos, también del reconocimiento hacia la trayectoria artística de “Max”, un recinto repleto de aplausos que salieron desde el corazón y el más genuino sentir de sus compañeros.

“Por todos los colegas bailarines y artistas que por su talento, entrega, dedicación, disciplina, valentía y pasión están aquí honrando homenaje a ese niño eterno, ese ser cariñoso, protector, dinámico y enérgico que dejaba una parte de sí en todos lo que fuimos parte de su vida... No te faltará tiempo ni música ni espacio para seguir bailando, disfrútalo que aquí seguiremos bailando por ti siempre”, fueron algunas de las palabras dedicadas al hoy difunto de parte de sus compañeros de danza y de vida.

“Expresar nuestra solidaridad, un abrazo fraternal a su familia, transmitir desde aquí el pesar que existe entre todos sus colegas de los 18 municipios... Sumarnos a la demanda de la familia y comunidad artística para que pronto pueda esclarecerse este fatal suceso... El mejor homenaje que podemos rendirle a “Max” es seguir trabajando, tratando de eliminar con nuestras acciones el odio y la violencia”, señaló Juan Salvador Avilés Ochoa, Director del Instituto Sinaloense de Cultura.

Asimismo, José Manuel Chu, tenor navolatense, entonó una obra italiana a modo de detalle para recordar con cariño a “Max”, así como para armonizar al público desolado y hundido y ayudarles a sobrellevar este triste y penoso momento con arte, esta vez auditivo.

“Es un golpe a nuestra cultura, a nuestra juventud... Como director siempre me sentí privilegiado de tenerlo en mi equipo... Su camino también irá floreciendo por toda la danza que sucederá, hasta en eso tiene gloria”, sentenció Carlos Zamora.

Así, finalizó un evento lleno de dolor, de pesadumbre y tristeza por una pérdida que a muchos les sigue siendo inexplicable, la pérdida de un artista que hasta sus últimos momentos se entregó a su pasión, y que seguramente seguirá danzando en la memoria y los corazones de sus seres queridos, donde se mantendrá su energía, color y dedicación por la danza.