Sandra Robles, madre de artistas
Si algo ha dado una felicidad constante a la vida de Sandra Robles ha sido el arte y cuando se convirtió en madre, ese amor y ese gusto lo compartió con sus hijos que ahora, como ella, son también artistas.
Casada con el ingeniero Jesús Borrego, tiene cuatro hijos, Ernesto que es arquitecto, Christian, artista visual contemporáneo y muralista urbano, Daniel, percusionista, performer, cantante y compositor, y Mariana, violinista, Dj y productora. Todos ellos destacados en su área. Tiene además cinco nietos, el mayor de ellos, Jesús Ernesto, también se dedica a la música.
Las raíces
Sandra Robles nació en Culiacán, es hija de Jesús Robles e Irene Montijo. Es la mayor de nueve hermanos y en su familia hay de todo: académicos, investigadores, empresarios, economistas, solo Rosa María, que es escultora y ella, se dedican al arte.
Y esa sensibilidad del arte la heredaron de sus padres.
“Tengo la bendición de haber tenido dos padres maravillosos, personas íntegras y sensibles. Mi madre fue una escritora de cuentos y relatos, triunfadora del certamen Inés Arredondo con su libro Entre dos mundos, autora de la columna ‘En pocas palabras’ de El Sol de Sinaloa y su obra literaria forma parte de la Antología de Escritores Sinaloenses”, comparte.
“Mi padre fue un destacado deportista pionero y fundador en el deporte del golf y el boliche en Sinaloa, acreedor de múltiples reconocimientos como el mejor golfista de su época fue además, un dibujante extraordinario y un músico guitarrista.
A los 15 años su vida comenzó a girar en torno al arte, primero como actriz de teatro con las compañías de Francisco Salgado y como miembro fundador del Grupo Apolo con Óscar Liera. Luego se dedicó a las artes plásticas, con la asesoría de la maestra Rina Cuéllar.
Su primera exposición la hizo en 1982 en Difocur (hoy Instituto Sinaloense de Cultura) y desde entonces, ya son 139 exposiciones individuales y colectivas, tanto en México como en el extranjero.
“El Arte ha sido mi forma de vida natural, antes de ser madre, dibujaba, pintaba, exponía...”.
La maternidad
Cuando nació su primer hijo, Sandra continuó dibujando, pintando y exponiendo.Y es que, asegura, el arte le ha proporcionado una felicidad constante e incontables experiencias personales, la ha salvado siempre y ayudado a encontrar significados y definiciones, como conocerse a sí misma.
Solo hay algo que ha sido más grande aún: ser madre.
“La llegada de mis hijos ha sido lo más extraordinario que me ha sucedido en la vida”.
Para vivir la maternidad, los años de crianza, de ayudar el crecimiento no solo físico, sino emocional y espiritual de sus hijos, fue fundamental el vínculo creado con su madre y su abuela.
“La maternidad para mí, lo tengo muy claro ahora, fue mi cercanía con mi abuela materna y su mundo mágico de maravillas, el grandioso amor de mi hermosa madre y nuestro vínculo eterno, la infancia feliz con mis hermanas y hermanos, el descubrimiento de que todo es un privilegio, y que ese amor que ellas me enseñaron, se prolongó en mis hijos y continuará en mi descendencia”.
El acercamiento de sus hijos con el arte se dio por contagio natural.
“Ellos desde pequeños no solo aprendieron, sino vivieron el arte en casa, y descubrir en ellos sus habilidades y talentos era como descubrir estrellas, nada fue planeado, no decidí lo que ellos serían, todo fluyó como las aguas en el río, ellos fueron torrentes derramados, misterios descifrados, enigmas, yo solo estuve ahí feliz, para que ellos lograran lo que son, ser su propio horizonte”.
Ernesto, el mayor, es arquitecto. Dirige su empresa Kustom en donde diseña y fabrica muebles industriales y también es el director de Borrego Percussions, fabricante de cajones españoles.
Christian es un destacado artista visual contemporáneo, radica en Vancouver desde hace 10 años, es muralista urbano, creador de figuras monumentales y lámparas en papel de arroz. También es director de Wipakadesigns.
Daniel es músico percusionista con especialidad en cajón latino, performer, cantante y compositor reconocido nacional e internacionalmente, como uno de los mejores percusionista contemporáneos.
Mariana BO es violinista DJ y productora, tiene el título de Sinaloense Ejemplar en el Mundo y es la DJ # 44 más importante a nivel mundial por la revista y organización DJMAG. Además, es considerada una de las 100 mujeres más poderosas de México por FORBES, y su música es reconocida a nivel internacional en la escena electrónica.
Otro de sus orgullos es su nieto Jesús Ernesto Borrego Arroyo, músico, guitarrista que ha incursionado en el mundo de la electrónica y la producción musical.
“Cada uno tomó su propio camino, y todos los caminos coincidieron en el arte como forma de vida, para ellos no hubo impedimentos que los detuviera, aún con todos los riesgos se comprometieron con su talento”.
Impulso creativo
Como artista, a Sandra Robles le inspira a crear el mundo.
“Me impulsa cada amanecer, encontrarme con mi pasión por la vida a pesar de ser tan breve, con lo que sucede en mi entorno y en el mundo, con el olor a hierba, con el esplendor del cielo al atardecer”, asegura.
“Me impulsan las pequeñas cosas cotidianas, como el caminar, el comer, el pintar historias, el bordar relatos, el pensar que somos eternos, aunque no sea verdad...me impulsan todos los seres que me rodean, todos a quienes yo rodeo con mis brazos, me impulsa el amor que persiste a la maldad, me impulsa todo lo auténtico y la verdad”.
Y como artista y madre, tiene un profundo orgullo por todos sus hijos artistas.
“Porque su esfuerzo lo llevan al límite, porque de verdad aman lo que hacen, tengo un gran respeto hacia sus decisiones, los recuerdo de pequeños, cuando les puse en sus manos lápices de colores, tinta y papel, cuando les enseñé cómo sembrar su semilla, cómo cultivar sus flores, cómo descubrir su sonido”, recuerda.
“Me encantan todos, con mundos diferentes, creciendo felices en sus propios sueños, los admiro en cada uno de sus proyectos, porque se comprometen en serio con el arte y con la vida...así como les enseñó con todo el amor su mamá: Sandra Robles, Madre de Artistas.