Rinden homenaje al músico Marco Aurelio Pérez Cabrales
Con un repertorio propio del cancionero latinoamericano, la agrupación Cuarteto San Miguel, se despide de Marquitos, como le llamaban sus amistades, en un muy sentido concierto ofrecido al interior del emblemático Edificio Central, en el marco del programa Miércoles de concierto.
En el evento participaron seis agrupaciones como invitadas, mismas en las que en algún momento Marquitos formó parte, tales como la Rondalla del Sector Educativo, con Leoncio Bernal Amador como director artístico, así como el Cuarteto Universitario y el Cuarteto Raíz de Saya.
Interpretando los temas Como un día de domingo y Ya lo sé que tú te vas, de Juan Gabriel, Irresistible y Flor de Azalea, los músicos recordaron al compañero, colega y amigo que durante años les acompañó en eventos, recitales, espectáculos y por supuesto, serenatas.
Con el patio del emblemático recinto lleno de familiares y amigos, el tributo contó además con la participación del músico Efraín Montoya El Payín, el Trío Universitario (antes Cuarteto Universitario), Francisco Robles, El Trovador universitario, además de Jorge Pérez Mireles y Mario Alvarado, en la batería y trompeta, respectivamente.
Muchos fueron los temas que el público asistente coreo, tales como Cariño nuevo, Confieso, Yo te extrañaré, La media vuelta y El Triste.
Después de una breve pausa, Eduardo Lechuga y Daniela Amarillas cedieron el uso de la voz al director de Actividades Artísticas, Miguel Ángel Espinoza Castillo, quien hizo entrega de reconocimiento a su esposa, la Sra. Judith Corrales, su hija, Judith Sarahí Pérez Corrales y Jorge Pérez Mireles, quien dedicó unas palabras para el excelente hijo, el padre y esposo y amigo Marquitos.
Acto seguido, el Cuarteto San Miguel hizo presencia en el escenario, cuarteto en el que Marco Aurelio Pérez Cabrales colaboró por más de dos décadas, para interpretar El triste, La media vuelta, Quién será y Me importas tú, acompañados por supuesto de Jorge Pérez Mireles en la batería y como trompetista, el reconocido compañero y amigo, Mario Alvarado.
Durante noventa minutos, oleadas de aplausos llegaron hasta el cielo, donde bien recibidos fueron por Marquitos, el músico homenajeado que, desde allá, seguramente, acompaña a sus colegas con guitarra en mano.
