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"Recuerda con El último trago a Chavela Vargas"

"Flor Estrada se pone muy mexicana, en el concierto que brinda en la Casa Haas"
15/09/2018 14:00

MAZATLÁN._ Tequila y canciones que interpretaba Chavela Vargas fueron el ingrediente que degustaron con el paladar y los oídos los que asistieron al concierto Un último trago, que ofreció la cantante Flor Estrada en la Casa Haas, la noche del viernes, en el marco de las celebraciones de la mexicanidad.

En una ocasión le comentaron a Chavela que ella se decía mexicana pero había nacido en Costa Rica, les contestó: “Los mexicanos nacemos donde se nos da la gana”. Era una mujer que amaba México y fue una representante de la música folclórica de este País a nivel internacional, sus sentidas interpretaciones traspasaron fronteras.

Flor Estrada apareció en el escenario vestida con un sarape rojo carmesí y huaraches, tal y como aparecía la mujer que hizo famosa la canción Macorina, en el escenario.

La popular contralto porteña fue acompañada con la guitarra por el concordense Luis Ornelas.

Guitarrista Luis Ornelas

La canción que definió su fama en México fue Macorina, que tiene una letra atrevida para la época los años 40 y 50 del Siglo 20, que de manera ambigua hablaba de la seducción de una mujer bella. Con esta pieza Chavela provoco a la recatada sociedad mexicana de su época, sugiriendo la preferencia sexual, de lo que siempre estuvo orgullosa.

Ella fue una de las mejores intérpretes de las canciones de José Alfredo Jiménez, fueron amigos y juntos bebieron hectolitros de tequila.

La primera creación del legendario compositor que cantó Flor Estrada fue Llegando a ti, le siguió Esa tristeza mía.

El público se fue contagiando con la enjundia que la intérprete infundió a las canciones, tímidamente la seguían en silencio moviendo los labios, repitiendo en un susurro la letra de las canciones.

“Que todas las noches sean noches de boda, que no se acabe la luna de miel”, dice la canción que Joaquín Sabina le compuso a Chavela Vargas, la cantó con mucho sentimiento la mazatleca, que aprovechó la emoción para abrirle al público dos botellas de tequila que repartió en pequeños vasos, la fila se hizo larga.

De ahí para delante los susurros que repetían las letras empezaron a subir de nivel. Cuando terminó el concierto se convirtieron en gritos al calor del tequila que ya para ese momento circulaba y caían las últimas gotas mientras cantaban En el último trago también de José Alfredo Jiménez.

Continuó con Vámonos, Volver, volver, Si no te vas de Cuco Sánchez. Cuando empezó el estribillo de Amarga navidad fue cuando los susurros se convirtieron en gritos y la gente reía a carcajadas mientras coreaban “Diciembre me gusto pa' que te vayas, que sea tu buen adiós mi Navidad”... fue el clímax de la velada bohemia.

El programa cerró con canciones de letras intensas pero de música sosegada: María tepozteca, Piensa en mí y otro de los grandes éxitos de La Chamana, La llorona.