Recrean danzas tradicionales africanas
Una mezcla de danzas africanas, con cantos y percusiones en vivo, y malabares con fuego, disfrutaron los mazatlecos en la tercera muestra de Danza Africana organizada por el grupo Ni Horoya.
En el patio del Museo de Arte de Mazatlán se llevó a cabo este encuentro dirigido artísticamente por Angélica Contreras.
La muestra fue una mezcla de danzas africanas acompañadas de cantos y percusiones africanas en vivo, además de números artísticos de malabares con fuego.
El grupo dibujó sobre el escenario un mapa geográfico de África y una casa, con el nombre del grupo de fondo, que sirvieron como escenografía para la presentación.
El programa comenzó con Frases sobre el fuego y Pandras, así como Hulas de fuego, para darle seguimiento a los números individuales como Obscuro, Kassa, que comienza con un canto y un solo de Gloria Rivera.
El programa incluyó las obras Tiriba, Soko, Sorsonet, Djole, Sinte, Obscurso, Fula Fare, Bao, Soli, Luz blanca, Sabar, Lamba, Guinefare, así como explicaciones de parte de los artistas para el público, sobre los ritmos Fula, Fare y Bao, asi como la explicación sobre “Kokoleoko”, que es una canción tradicional de Ghana, al oeste de Africa.
El grupo que realizó la muestra de danza está integrado por Dunelí Bastidas, Blanca rosa Ramírez, Gloria Jahely Rivera Lobatos, Aida Inda Rodríguez, Ariadna Yeraldine Rosales López, Rebeca Proal Ceballos, Ericka Alexandra Serrato Deras, Marco Aurelio Quezada Hernández, Fabián Morales Rocha, Oscar Iván Carrisoza, Kevin Maigre Mejía y Luis Alberto Bonilla, bajo la dirección dancística de la maestra Angélica Contreras Martínez, con el apoyo de Marco Aurelio Quezada Hernández en la dirección musical y Karey Amano en la dirección escénica.
La danza africana que realiza el grupo Ni Horoya es un estilo de danza tradicional de las etnias de Guinea Conakry y sus alrededores, producto de las numerosas diferencias culturales en los estilos musicales y de movimiento.
Las danzas vienen de numerosos países y regiones, cada una posee su historia, lenguaje, letra, orígenes y propósito.
El colectivo nació de su pasión por la cultura africana y su búsqueda por compartir lo aprendido.
“Esta hermosa cultura llega a nosotros gracias a una apertura de espiritu, una necesidad de conectar con el equilibrio natural de nuestro”.
La maestra Angélica Contreras impartió durante muchos años un taller de danza africana en el Museo de Arte de Mazatlán, ahora lo sigue realizando de forma independiente.