Reconocen trayectoria académica y literaria de Élmer Mendoza en Culiacán
No tener miedo a cometer errores, tampoco tardar en corregirlos, tener la conciencia que viene del barrio y que es ejemplo para su gente, apostarle a la academia, prepararse y trabajar, ha sido la clave en la vida de Élmer Mendoza.
Durante el homenaje que el Ayuntamiento de Culiacán le hizo por su trayectoria académica y literaria, durante la primera edición de la Feria Internacional del Libro, el escritor recibió de manos del Alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil un diploma y de Graciela Domínguez Nava, Secretaria de Educación Pública y Cultura, una medalla.
El autor destacó la importancia que para él tiene el ser una persona que viene del barrio.
“Trabajar es lo que he hecho y he tenido cosas lindas, me han dicho que les da gusto que alguien de la raza sea reconocido. El tener la conciencia de lo que somos en el barrio, que no podemos echar a perder ninguna oportunidad para crecer eso fue lo que yo hice y me gusta ser ejemplo para mi gente, para la raza, que uno puede llegar lejos, soy un hombre que apuesta por la academia, prepararse y trabajar, esa es la clave”, dijo.
“Hay que creer en uno mismo y no tener miedo a cometer errores, platicando con José Saramago me dijo eso, no tener miedo a cometer errores, pero tampoco no tardar en corregirlos”.
Mendoza agradeció el reconocimiento, a los presentes, a su esposa Leonor, compañeros de El Colegio de Sinaloa, a su mamá, su papá, abuela y hermana mayor, quienes le inyectaron otra fuerza que uno necesita para no solo ser un chico de la calle, sino que tenga aspiraciones y que falte lo menos posible a la escuela, dijo.
“Agradezco a esas mujeres que me enseñaron cosas muy importantes, más el respeto a los otros y las mujeres”.
Recordó que creció en el campo, que tiene códigos de valores humanos, de sobrevivencia, de respeto a la naturaleza, los animales, las plantas, el clima de las casas.
Recuerda a creadores de Sinaloa
También rememoró a creadores importantes de Sinaloa que ya partieron, como el dramaturgo Óscar Liera, que puso rostro a Sinaloa en el extranjero, la escritora Inés Arredondo que consideró como la narradora más importante de esta ciudad, y el historiador Gilberto López Alanís, recientemente fallecido.
Su maestro más importante, añadió, ha sido Fernando del Paso, de quien aprendió que todo es trabajo.
“Se pueden conseguir cosas porque uno le cae bien a alguien, por influencia del papá o algún funcionario que le cae bien uno, pero el trabajo es la parte real de lo que uno puede conseguir. Y ese es un hábito que yo tengo, trabajar todos los días”.
Verónica Flores, su editora y agente literaria, compartió que conoce a Élmer y su familia, a sus amigos más cercanos, que han estado en las buenas y las malas, en los duelos y en momentos de gran celebración de su vida.
“Élmer disfruta leer como pocos y es uno de los mejores promotores de lectura que conozco desde su distintas trincheras, si alguien merece un homenaje es él, su obra, hoy de 15 novelas, abrió brecha cuando Tusquets editó Un asesino solitario, no tuvo que salir de la Col pop para ser publicado en todos los países”, dijo.
“Nadie escribe como Élmer Mendoza, con su aguda exploración lingüística, es un gran escritor de novela negra, pues lo que le importa es que las novelas lo atrapen, que no pueda dejar de leerla hasta que termine”.
Recordó que con Balas de plata, primera novela de la saga del Zurdo Mendieta, ganadora del tercer premio de Novela Tusquets Editores, y se hizo el anuncio en la FIL de Guadalajara, fue muy aplaudido por la prensa y ese año fue el único escritor mexicano que vendió más libros que Murakami en la FIL.
‘Es el autor más disciplinado que conozco’
“Si hay un autor que cuida sus textos es Élmer Mendoza, es el autor más disciplinado que conozco, trabaja todos los días, sus novelas oscilan entre 250 páginas, las lee, relee y se anima a enviármela. Cada novela la escribe como si fuera la primera, pero con la experiencia de 15”.
Gámez Mendívil compartió que su mamá fue alumna de Élmer Mendoza y en casa había sus libros, los cuales marcaron su vida.
“Al marcar la vida de mi mamá me marcó a mí, usé la cercanía de los libros, la poesía para salir adelante y superar mi nivel académico”.
La ceremonia se llevó a cabo en el patio del Ayuntamiento, donde estuvieron además Rodolfo Díaz Fonseca, director de Prensa del Instituto Sinaloense de Cultura y José Antonio Ríos Rojo, Secretario General del Congreso del Estado.