Reconoce Elsa Cross en la poesía su forma de vida
Para Elsa Cross la poesía ha sido su forma de ver y percibir la realidad, lo que la impulsa y que sustenta toda su actividad, es, asegura, su forma de vida.
Así lo compartió durante la charla que sostuvo con las escritoras Ernestina Yépiz, directora de Literatura del Isic, y la mazatleca Ana Belén López, durante el primer Encuentro de Literatura Inés Arredondo, que se lleva a cabo como parte del Festival Cultural Sinaloa “Lo Nuestro”.
“El pulso primario ha surgido de la poesía, no de la academia, frente a cualquier tema
es mi relación con la poesía lo que considero que es el sustento de toda mi actividad, mi relación con la poesía es más pura, directa, mientras que la academia es parte de mi vida, de lo que vivo y el desarrollo intelectual porque me ha ayudado a crecer como ser humano, como persona, a ubicarme en el mundo, en lo que estoy haciendo”
Elsa Cross es poeta, traductora y ensayista, doctora en Filosofía por la UNAM, por su obra ha ganado el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, Premio Nacional de Poesía Jaime Sabines, el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines/Gatien Lapointe, el premio Xavier Villaurrutia y su obra se ha traducido al inglés, francés, italiano y alemán.
Durante la charla, que se llevó a cabo de manera virtual, Cross compartió que prácticamente cada poema surge de una manera distinta.
“A veces sale de una imagen que tengo en la cabeza, a veces tengo versos en la mente, los escribo y sale un poema, una lectura, un paisaje, una situación, es algo diverso que lo puede suscitar”.
Ernestina Yépiz aseguró que la poesía de Elsa Cross es inagotable, un largo camino.
“Es interesante adentrarse en esta poética que va a la esencia misma de la poesía, del lenguaje, me produce un estado de gozo de estar en el mundo, me parece una poesía palpitante, bellísima, viva en todos los sentidos, cada línea, cada verso, un verso que lleva a otro y por eso tengo la sensación de continuar, puedo ir de un libro a otro pero sigue siendo la intensidad de la belleza que tiene su poesía”.
“Que la poesía pueda reconciliar a alguien con el mundo, justifica mi trabajo de poeta de toda mi vida”, señaló Cross.
Yépiz agregó que un poema siempre tiene una línea de partida, que hace escribir el resto, a lo que Cross señaló que a veces esas primeras líneas, como en Canto malabar, fueron las que quedaron al final y en el transcurso del desarrollo se fue dando cuenta.
Ana Belén destacó que Elsa Cross seguramente nació con el don de la palabra, pero es el oficio lo que la ha formado.
“Es el trabajo sin concesión con el poema y la poesía eso ha hecho una obra tan respetable y admirable en las letras mexicanas y es un agradecimiento de quienes estamos en la búsqueda de lugares para publicar, escribir, obtener becas”.
Ernestina recordó que su primer contacto con la poesía de Elsa Cross fue con El diván de antar, del que le han impresionado siempre los versos, el sonido, la musicalidad, la serie de imágenes, así como el tema del amor, el deseo, la idea del paisaje y de cómo nos relacionamos con el entorno.
Ese libro, comentó la autora, lo escribió alrededor del 86-87 y se publicó en el 89 y lo mejor del libro el epígrafe, sobre cantos sobre el desierto y luego leyó algunos poemas.
Ana Belén López agradeció escuchar a la poeta leer su propio trabajo, porque es la energía del momento y luego le preguntó si tenía uno o varios libros favoritos.
“Sí, uno es Bacantes, que no tiene que ver con poema de este año, sino que es un libro escrito en el 81 y otro es Pasaje de fuego, que es incluso anterior, como del 75 o 76. Otro es Canto Malabar que es de 86, Ultramar que es de 2002, Bomarzo de 2008 y uno más reciente que se llama Nepantla, que salió en 2019, esos libros me gustan más”.
Y ante la pregunta de si alguien quisiera iniciarse en la lectura de su poesía, pudiera ser con estos libros, Cross comentó que no necesariamente.
“No sé, porque hay unos poemas un poco complejos, que no suele ser lo que ocurre con mi poesía, a mí nunca me interesó estar a la vanguardia de nada, creo que vengo detrás de una tradición. Además no se encuentra casi ninguno de estos libros disponibles, creo que mi mamotreto de la poesía completa puede estar ahí, pero hay muchos que se han agotado ya. No sé, pueden leer lo que a cada quien le lata, si un poema le gusta es ahí, si no, que lo descarte”.
Sobre la lectura, Cross reconoció que tiene poco tiempo para leer y poca capacidad, pues tiene mal un ojo.
“Novela no leo desde hace más de 50 años, la academia no me ha dejado tanto tiempo libre, si salgo del estrés académico prefiero leer poesía porque me concierne de manera directa”, apuntó.
“Siento que me he perdido de muchas cosas, pero no tengo muchas opciones, son pocas las novelas que he leído en todo este tiempo”.
La charla culminó con la lectura de más poemas.