Reciben Jorge Ortega y Mario Sánchez Carbajal el Premio Gilberto Owen
El poeta Jorge Ortega y el narrador Mario Sánchez Carbajal tienen en común algo más que su amor por las palabras. Ambos recibieron el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen y se sienten felices.
Así lo manifestaron durante la ceremonia de entrega, en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, que presidieron Juan Avilés Ochoa director general del Instituto Sinaloense de Cultura; Graciela Domínguez Nava, secretaría de Educación Pública y Cultura y Feliciano Castro Meléndrez, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso.
Luego de dos años de haberse suspendido su la convocatoria, el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen que consiste en diploma y un monto económico de 125 mil pesos.
Mario Sánchez Carbajal, al recibir el galardón de manos de Graciela Domínguez, aseguró que recibir este premio tan significativo para la literatura mexicana resulta muy importante para él.
“Este premio es algo muy importante por lo que produce en quienes lo ganan, es algo que en la vida del autor en lugar de ir más allá, viene más acá, en la escritura, porque el verdadero reconocimiento es el diálogo, que la voz que escribe tenga resonancia, que sea escuchada y qué mejor que con el nombre de un gran poeta como Owen”
El poeta Jorge Ortega, que recibió el premio de manos de Feliciano Castro, recordó que fue a los 21 años cuando escuchó hablar de Gilberto Owen por vez primera vez, y entonces se sumergió en la obra de Los Contemporáneos, aquella generación que junto con el sinaloense se encontraban Jorge Cuesta, Carlos Pellicer, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo y Jaime Torres Bodet.
“De inmediato reconocí la singularidad de su voz, distinguiéndose del grupo, la versatilidad de su pluma que le permitía transitar de la prosa, a la poesía, pasando por el periodismo a la crónica epistolar”.
Luego conoció al poeta y narrador Tomás Segovia, quien le contagió su pasión por Owen a quien consideró un poeta de culto, y llegaron más tarde las aproximaciones de otros autores como Carlos Montemayor y Guillermo Sheridan, a la literatura del poeta sinaloense.
Comparó el destino de Owen con el de Segovia, quienes tuvieron en común un territorio: Culiacán, donde este último radicó en los años 60, con Inés Arredondo, con quien estuvo casado y sus hijos Inés, Ana y Francisco.
“Ahora, es un honor recibir esta tarde de verano en tierra de espléndidos poetas y narradores, el premio de poesía Gilberto Owen”.
Durante la ceremonia, Avilés Ochoa, director general del Instituto Sinaloense de Cultura, recordó que durante los años más difíciles de la pandemia, fueron varios los reconocimientos que se suspendieron, como el Premio Sinaloa de las Artes, cuya última entrega había sido en 2014 y en esta administración se retomó.
Mencionó también la reciente entrega del Premio Nacional de Danza José Limón y el lanzamiento de la convocatoria del PECDAS, de apoyos a la creación artística y esta vez el Premio Gilberto Owen.
“El prestigio del Premio Owen no está en la calidad de los montos, sino en la transparencia en que es organizado y cómo se entrega, y con ello honramos a un hombre nacido en el mineral de Nuestra Señora del Rosario, en Sinaloa”.
Destacó la trayectoria de Mario Sánchez Carbajal y Jorge Ortega, ambos escritores y grandes intelectuales con premios literarios.
“Estamos en una nueva etapa de desarrollo cultural en sinaloa, donde los compromisos se cumplen”, aseguró.
Ernestina Yépiz, directora de Literatura del Isic, recordó que el Premio Owen se interrumpió por dos años y ahora fue retomado.
“Los premios literarios son importantes porque son ventanas, puentes, caminos que se abren a quienes se dedican a la literatura”.
Luego leyó el acta del jurado en ambas categorías, en el caso de Cuento, integrado por Lola Ancira, Carlos Sánchez y Ana Clavel, se señala que Mario Sánchez Carbajal, de la Ciudad de México fue elegido por la obra Liminares, suicidas e insomnes, por su solidez narrativa en el género con una propuesta temática imaginativa y transgresora”.
En Poesía, jurado integrado por las poetas Yendi Ramos, María Baranda y el poeta Mijail Lamas, eligió la obra Hotel del Universo, de Jorge Ortega por considerarlo un trabajo imaginativo, con una interesante diversidad temática y que fragmenta el relato anecdótico.
Feiciano Castro aseguró que Sinaloa es tierra de buena gente.
“La cultura del sinaloense es la bondad, si por cultura entendemos la forma de hacer la vida de manera cotidiana, el sinaloense por la presencia del medio rural, donde se anida la cultura de la bondad, tiene el potencial para cultivar la literatura y promover la poesía”.
Graciela Domínguez celebró que con este acto se reivindique la figura de Owen.
“La vigencia y pertinencia de este premio literario confirman la vocación cultural del gobierno, pues se reivindica la política de estímulos a creadores”, dijo.
“Tiene además un sentido de fondo que quiero destacar, que a través de la literatura podamos dialogar nosotros con los escritores. Algunos creadores sinaloenses como nacionales han sido reconocidos con este premio, entre ellos Alfonso Orejel, Cosme Álvarez y Juan José Rodríguez”.