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Proponen declarar patrimonio biocultural al Cerro del Crestón de Mazatlán

El sitio donde está el Faro es parte de su paisaje natural, de su historia y de la identidad de Mazatlán, dicen en la presentación de libro sobre ese emblemático sitio

Autoridades locales del Centro de Antropología e Historia y del Instituto Sinaloense de Cultura acordaron unir esfuerzos para gestionar que se declare patrimonio biocultural al Cerro del Crestón de Mazatlán.

Al presentar aquí el libro Cerro del Crestón y Faro de Mazatlán, patrimonio biocultural, destacaron la oportunidad de esta declaratoria, al ser ese rincón de Mazatlán parte de su paisaje natural y elemento característico de ese puerto, que figura en sus artes plásticas, su literatura y hasta en canciones.

El libro en edición de lujo tiene cinco artículos y abundante material gráfico con fotos de toda su flora y fauna, así como fotografías del lugar y hasta pinturas, dibujos y mapas en los que figura, fue promovido y editado por el patronato de Parque Natural Faro de Mazatlán IAP, que busca coadyuvar con las autoridades para conservar ese cerro como área natural del puerto, por ser parte del paisaje natural y de la historia del puerto.

La presentación se llevó a cabo en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario del ISIC y participaron Juan Salvador Avilés Ochoa, director general del ISIC; Servando Rojo Quintero, director del Centro INAH Sinaloa; Mariana Landeros Morales, la bióloga Yamel Rubio, así como por Raquel Briseño Dueñas, presidenta de dicho patronato, que integran además Ana Tovar Hernández, Elsa María López Tirado, Alejandra Contreras Soto, Balbina Herrera Garza y Carmen María Coronel Hernández.

Avilés Ochoa comentó que fue necesario el trabajo de un cuerpo académico experto en temas de biodiversidad, el del cronista de la ciudad Enrique Vega Ayala, el de un escritor, Juan José Rodríguez, y el de un periodista con más de medio siglo en el oficio, Francisco Chiquete, para que tema del Faro de Mazatlán se abordara desde múltiples perspectivas.

“Este es un esfuerzo sin precedentes que se ve enriquecido con el gran texto del poeta Jaime Labastida, y es que el Faro de Mazatlán es sin duda el lugar más fotografiado de Sinaloa y tal vez sea el escenario natural más fotografiado del noroeste de México y tal vez hace falta que el INAH realice trabajos de arqueología acuática como se ha hecho en San Blas”.

Servando Rojo ponderó la calidad del libro, y puso de relieve la defensa de este lugar, que es parte de los elementos identitarios del puerto y el cual corre el riesgo de que, con el crecimiento urbano, escenarios como este se conviertan en mera escenografía, por lo que deben protegerse, por lo que invitó a las autoridades del ISIC a trabajar juntos por lograr la declaratoria del sitio como patrimonio biocultural, enviando una iniciativa al Congreso local, propuesta que fue recibida en buenos términos por los presentes.

Yamel Rubio dijo todo este libro es un lujo, y agregó que el Cerro del Crestón y su Faro son emblemas que están llenos de historia y de emociones diversas; entre el amor por su naturaleza y el miedo ante las amenazas que se cierne por el turismo excéntrico sobre sus acantilados y su biodiversidad.

Se refirió a la riqueza biológica del sitio, reseñada en uno de sus artículos, donde se menciona el registro de 121 especies de flora vascular, en 48 familias, 193 géneros y 122 especies pertenecientes al bosque tropical caducifolio, además de la fauna que habita el lugar.

Mariana Landeros detalló cada uno de los cinco capítulos que integran el volumen: El paisaje azul y verde de la antigua Isla del Crestón, un trabajo colectivo coordinado por Raquel Briseño Dueñas; Historia del Crestón y el Faro de Mazatlán, por Enrique Vega Ayala; ¿Por qué ascender a nuestro Cerro del Crestón?, por Juan José Rodríguez; Un cerro milenario, un faro y la búsqueda del “Rayo verde”, por Francisco Chiquete Cristerna, y El parque natural Faro Mazatlán, modelo de gobernanza y participación ciudadana, que es la propuesta del patronato promotor de la obra.