Presenta Karina Castillo las penumbras de Mazatlán con ‘Alma Fría’
Los contrastes que existen en el puerto, y las vicisitudes que lo rodean son presentados en Alma Fría, obra de la escritora mazatleca Karina Castillo.
Ante alumnos de la Universidad Autónoma de Sinaloa y acompañada por el maestro Élmer Mendoza, la escritora presentó esta obra donde plasma personajes fuertes, que muestran al mundo sus inquietudes, sus perversidades y sentimientos más íntimos, así como sus debilidades.
“Todos ellos (personajes) cobran vida propia muy cerca de la realidad”, dice en su ponencia.
La ironía y acidez de su ciudad de origen coexisten en las tinieblas que la escritora explora y expone en esta novela del género negro.
Los aspectos más repulsivos de la condición humana son plasmados en un texto mordaz, sucio, soez que invita a reflexionar sobre la soledad.
En la charla, el maestro Elmer Mendoza, quien comentó que en México los jóvenes leen 3 libros al año en promedio, por lo que consideró que es un poco, le preguntó a la escritora de cómo nace la idea de escribir esta obra.
“Este libro surge de una imagen, una imagen de una persona transgénero, veo la imagen y yo no podía creer que en realidad se tratará de una persona transgénero, me decía no es cierto, es mujer, tenía un cuerpazo, que no se le veía por ningún lado que era hombre, me ayudo un poco el haber estudiado la especialidad en equidad de género para comprender todos estos mundos”, dijo.
Señaló que originalmente la idea era hacer una novela erótica, cómo generalmente ha sido su perfil.
“Yo me inclinó por lo erótico, porque ya en algunos poemas y cuentos se inclinaban por el erotismo, pero cuando me di cuenta que la historia misma me estaba llevando por otro rumbo, yo dije no, no va por ahí, no es una historia erótica, es más dije, es algo de erotismo con algo criminal, pero yo no creía que la novela podría ser alguna novela negra, pero el matiz que le fui dando y obviamente con los consejos del maestro Elmer, los talleres y todo eso, él me decía ya no le sigas, pero espéreme sí, le contestaba, es que la historia va, y va, y se están descubriendo cosas, o sea, cosas que yo no tenía planeadas”, dice.
“Porque algo que también le aprendí al maestro es que cuando se escribe tenemos que tener claro que vamos a narrar en el primer capítulo, qué en el segundo capítulo, y hacerlo de una manera disciplinada y ordenada, y yo ya tenía el orden, ya lo tenía listo, pero aún así que yo tenía el orden iban sucediendo cosas que la misma novela me pedía, sin haberlo tenido escrito, pero también me di a la tarea de hacer la biografía de cada personaje, cada uno tiene un perfil, que le gusta, que no le gusta, que padece, físicamente como es, porque le gusta un color, porque el otro, y así me fui con cada uno de los personajes y creo que eso es lo que más me ayudó a darle un sentido a la historia que llevará ilación”, explicó.
La obra describe un mundo donde vive, entre torres relucientes sobre el paseo costero, una avenida del Mar impresionante con atardeceres de ensueño, y los lujosos yates en La Marina, ahí, dice existen barrios donde el crimen, el narcotráfico y la desesperanza dibujan un paisaje muy diferente al de las campañas turísticas.Narra historias crudas y realistas, que muestran un lugar diferente, pero a la vez palpable.
“Yo escribía y escribía, y en la noche me quedaba dormida y despertaba y otra vez, la verdad que sí logré escribir bastante más que otras veces, creo que en menos de un año ya había terminado la historia que en algún momento empecé y en la hoja número 10 me había quedado y entonces meto el turbo y digo ‘sí se puede’, o sea y como la historia me iba diciendo cómo en realidad es, como les diré, es como si en ese momento un ente me hubiera poseído y dejé de ser yo y yo me sentía hasta rara, diferente, porque en realidad estaba viviendo lo que estaban viviendo los personajes”.
“Creo que esa también es la clave, meterte en la historia junto con tus personajes, sentir lo que están viviendo y entonces llegas a comprender las atmósferas que la verdad sí me costó hilar, pero fue fácil al momento que entendí cómo tenían que hacer las cosas cómo tenía que ser la historia”, les compartió.
Óscar Mondragón es el personaje principal. Abogado de profesión, cocainómano, sátiro, criminal, corrupto, misógino, machista, mal padre y aberrante esposo son los adjetivos que lo califican.
Pero cuando conoce a Vanessa, una bailarina exótica, pone al descubierto las inseguridades de nuestro protagonista que confunde el poder con sostener una pistola.
En la reunión que tuvo lugar en la Torre Académica de la universidad, el público cuestionó al maestro Élmer Mendoza, sobre qué se necesita para que los jóvenes lean más, y argumentó que voluntad, por lo que externó la invitación para que lean y sean distintos a los demás.
“Principalmente se necesita voluntad, la lectura es un descubrimiento de sí mismo, entonces en la medida que usted se descubre, lo que descubre es como una posibilidad que es una adición al modelo de vida que tienen con su familia, los amigos, novios, etcétera, entonces hay un momento en que hay que elegir y si se elige con voluntad se puede”, les comentó.