Rescatan la historia de mujeres excepcionales en ‘Cartas a las ancestras’
Una enriquecedora charla sostuvo Sonia Higuera y Adriana Velderrain, quienes comentaron sobre la obra literaria “Cartas a las ancestras”, de Ethel Krauze.
Krauze estaba anunciada para presentarse en la FeliUAS 2025, pero por motivos de salud no pudo asistir, pero, aun así, ambas escritoras estuvieron comentado su libro, que surgió como un ejercicio de literatura en los talleres que impartió la autora y que dio como resultado el rescate de mujeres excepcionales que sobrevivieron al arraigado machismo de sus épocas, y que de alguna manera definió la historia de sus predecesoras.
El libro fue editado por Fondo Blanco Editorial, y habla sobre las mujeres que han sido piedra de silencios en el laberinto de la historia.
Esta integrado por fragmentos de las autoras Alejandra Huerta, Ana Hilda Chávez, Berta Carrillo, Estelí Reyes, Gabriela Tanner, Gela Manzano, Graziella Guzperé, Margarita Muñoz, Mónica Valdés, Norma Vázquez, Rosy Chávez y Silvia González.
La antologadora Ethel Krauze, comentó en algún momento, que se ha privilegiado el silencio de las mujeres a cambio de otorgarnos el reino del hogar y el poder del deseo que despertamos en los hombres, dijo Velderrain.
“Hay que mencionar que Krauze tiene un taller que se llama Casa de Letras y dentro de este taller que ella coordina es para que desarrollen técnicas de escritura, y lo que ocurre aquí (en la obra) ya lo ha comentado, es respecto de las ancestras, nosotras, como feministas siempre buscamos hacer un recuento de quiénes están y quiénes fueron quienes reivindicaron los derechos de los que actualmente podemos gozar, de esas oportunidades. Entonces, si nos tomamos un poco hacia atrás podemos encontrar a María Dolores García, a Olimpia de Godoy, entre las significadas están Ana María Gabriela, también María de la Cantería y otras más”, dijo Velderrain.
“Pensando en ese sentido, bueno, quién fue la primera o cómo pueden empezar a luchar con la comunicación para que las mujeres tuvieran acceso a educación, acceso al pudor, acceso a tener apropiado”.
Dijo que dentro de ese taller son 12 voces que expresan su sentir.
“Dentro de este taller, con 12 voces distintas, es que Krauze invita a todas estas escritoras que se encuentran integradas en su taller a escribirles, no a manera de agradecimiento, sino manera de conocer y saber qué es qué hicieron ¿Cómo fue que se convirtieron en determinadas personas? Esa es la pregunta del libro y la verdad es que eso es lo que yo quería. Y es algo no sé ustedes si han tratado de hacerlo, si han intentado indagar... a veces nos queda cierta duda cuando nuestra mamá no está”.
“Cuando nuestra mamá ya se fue nos quedan muchas preguntas, nos quedan el ¿Por qué no le pregunté esto? ¿Por qué no le pregunté esto otro? ¿Cómo sería ella en tal época? antes de ¿Cómo fue de muchacha, cómo fue de niña? Nuestras abuelas igual. A lo mejor las abuelas son más de contar historias. Mi abuela era una contadora genial de historias, mi abuela y sus hermanas. Entonces, conocemos un poco más. Y más atrás, ¿de dónde venimos?”, dijo.
Coincidieron que todos deben hacer ese ejercicio en un blog, hablar de las ancestras literarias del pensamiento, de culturales, entre otras, pero también de las familias y las personales, y eso es empezar por casa.
Expresaron su gusto de que exista este taller, que le permita a las mujeres escritoras documentar los sucesos, lo histórico, lo que realizaron escritoras ancestrales.
“Y es muy suave también que haya surgido de este taller y que todas puedan expresar, y puedan dejar constancia de que está, que también es un poco una búsqueda de la identidad. ¿Cómo podemos nosotras plasmar, definir nuestra identidad?, pues a través de nuestra historia, ¿no? Y de nuestras ancestras”, dijo Velderrain.