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"Plasmará Élmer Mendoza a los humanos del 2052"

"El escritor sinaloense comparte un adelanto de su próxima novela, en el cierre del primer Encuentro Internacional Mar de Lectura"

El confinamiento por la pandemia ha dado al escritor la oportunidad de hacer muchas actividades en casa: leer, escribir, cocinar, lavar platos, ver partidos de los Playoffs, porque le gusta el fútbol americano y sobre todo, acercarse a sus lectores a través de de plataformas digitales.

Así presentó su más reciente libro La cuarta pregunta, dentro del primer Encuentro Internacional Mar de Lectura, organizado por Karina Castillo y Manuel Baltazar.

En una charla sostenida con el escritor Samuel Parra, compartió que actualmente trabaja en una novela de ciencia ficción, de anticipación y muy próxima, en la que aborda la idea de cómo sería el mundo en 2052.

"Se trata de cómo quedaremos después de la pandemia, hay aspectos médicos, tecnológicos. Lo que yo he aprendido es que la esencia de los seres humanos no cambia, incluso los androides quieren parecerse a los humanos. Y como es un registro que nunca he trabajado, tengo que irme despacio".

Ante lectores que se sumaron a la charla transmitida vía Zoom y Facebook Live, el escritor sinaloense adelantó que a principios de abril o tal vez a finales de marzo saldrá la nueva novela de la saga del Zurdo Mendieta, que terminó cuando estaba empezando la pandemia. Y que toda la promoción será en línea, hasta que pase todo esto y reunirse en persona sea totalmente seguro.

"Mientras, leo, escribo, cocino, lavo platos, me gusta el fútbol americano, veo los Playoff, salgo a pasear al parque en horas que no hay gente. Tengo estimulantes para trabajar".

La presentación se llevó a cabo de manera virtual durante el Encuentro Internacional Mar de Lectura.

Durante la charla, que fue a manera de entrevista, Mendoza compartió que cuando presentó La cuarta pregunta, su más reciente novela, un amigo mazatleco le comentó que el título le recordó a su mamá y abuela cuando decían 'ando a la cuarta pregunta', y eso quería decir que no tenían ni un quinto.

"Y yo en parte me acordé de esa frase, pero la pretensión era crear una escalera de expectativas a partir de cuatro preguntas, en la cual la más importante era la cuarta. Y hay un truco, que no diré para no echar a perder a quien no lo haya leído. No quiero spoilear", dijo entre risas.

"La idea era ir tejiendo, crear arcos de definición en cada una de las preguntas y desde luego en un universo que está ahí, que es el de la violencia, de las injusticias que no se acaban, los abusos".

La novela inicia con el ataque a un sacerdote, porque sospechaban que tenía un mapa, y al borde de la muerte se lo da al Capi Garay y le hace prometer que buscará un tesoro.

"En la novela hay que buscar un tesoro y resolver cuatro acertijos que son las cuatro preguntas. Desde hace mucho tiempo tenía la idea de trabajar asuntos que tuvieran que ver con el cambio del tiempo, desde que vi una película 'Pide a Dios que regreses', de un joven que entra a un portal pero encuentra a su amada cuando ella tiene 80 años", dijo Élmer.

"Tuve esa idea durante años y con La cuarta pregunta me puse a hacerlo, se trataba de utilizar un portal del tiempo, o varios, y que el Capi Garay encontrará los socios necesarios".

En la historia, destacó Parra, utiliza nombres peculiares en sus personajes, como Dante, Murakami, Pitágoras, a lo que el escritor señaló que fue un homenaje al escritor japonés y a un primo de su edad, con quien se llevaba mucho entre los 12 y 20 años.

Samuel Parra

Aún así, destacó, el elemento principal de su obra es el lenguaje y en ese sentido,los escritores de La Onda son sus maestros, como José Agustín, por la utilización del lenguaje callejero.

"En algún momento mi interés fundamental fue el lenguaje de la calle porque aunque podía escribir completamente limpio, como Borges no me quedaba eso, poco a poco fui aprendiendo y recordando cosas que tienen que ver con el lenguaje".

Para escribir La cuarta pregunta hizo una investigación sobre el lenguaje entre los jóvenes en muchos estados.

"Ahí ahí hay muchas palabras que ellos usan, yo no las uso, pregunté a jóvenes de muchos estados sobre el lenguaje que usaban en la calle, cotejé las listas y utilicé las que se repetían, pero son palabras que no utilizo yo... las de el Zurdo sí, pero del Capi no".

El también académico de la lengua y director de El Colegio de Sinaloa, reconoció que en México no hay literatura fantástica.

"México tiene dos grandes carencias: la literatura fantástica y la ciencia ficción. Ya hay autores trabajando eso, nosotros nos movemos en la línea del realismo mágico, como Rulfo: misteriosos, fantasmas, brujas, brujos. Lo fantástico es otra cosa, es lo extraordinario, y no está dentro de nuestras tradiciones literarias ni de educación en casa", aseguró.

"A unos les decían 'se te va a aparecer el diablo, el nahual', pero no decían 'pueden venir las hadas, los elfos'... No crecemos con eso, a mí me ha costado mucho llegar a tener un corpus de pensamientos fantásticos que me permitan hacer intentos como el de La cuarta pregunta".

Sobre las secuelas que habrá de del Capi Garay, comentó que seguirá siendo un chavo de 19 años.

"Ya lo estoy pensando, ya escribí un capítulo, hice notas, pero todavía no hago la novela".

El autor señaló que no le preocupa que no haya presentaciones de libros presenciales, porque sabe que tiene un cuerpo de lectores fieles que buscan sus libros, los consiguen y cuando ha hecho presentaciones virtuales, que han sido muchas, simplemente platica con ellos.

"Mi preocupación es que yo tengo que escribir muy bien y en eso estoy".

Parra destacó que la prosa de Élmer es nahual, que puede ser un bello canto como el cenzontle o de una fiereza como el jaguar.

"La habilidad de contar historias nos obligan a aullar como lobos, a cantar como aves y a hechizar a los lectores a través de sus letras".