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Columna

No lo permitas

Llegó la hora de que la gente haga de esto un país serio
FACTOR HUMANO
24/09/2022

Sucedió qué

Esta anécdota real resume parte de este artículo. Un niño llega a casa con cara de regañado y le advierte a su papá que le podría llegar una nota de mala conducta de la escuela. El papá preocupado le pregunta ¿qué pasó? Pues... al formarme en el comedor había una apetitosa canasta de manzanas rojas con un letrero “Toma solo una, Dios te está observando”. Y tomé una. Delante de la fila estaban las galletas y se me ocurrió tomar un papel y escribí “Toma todas las que quieras, Dios está observando las manzanas” y... pues no alcanzaron las galletas.

Mientras haces cola para ganarte la manzana diaria, por cierto cada vez más caras, otros listillos acaparan las galletas dejando muy pocas para el pueblo y los políticos cocinan recetas indigestas.

En estos momentos 3 preguntas cobran relevancia ¿Crees en los políticos actuales? ¿Estás seguro de que llevan al país por buen camino? Y la más importante si te das cuenta de que las cosas no marchan bien o pueden empeorar ¿Haces algo para impedirlo?

Dejar en manos de los políticos la buena marcha del país es ingenuo, basta ver la historia reciente, la inflación, el estado de las calles, los narcos libres haciendo de las suyas... y las noticias.

Crece la militarización

Lo que se cocina ahora en las cámaras legislativas y lo que viene es crucial para el país, centrémonos en una que puede empeorar nuestra forma de vivir pronto: la militarización creciente.

¿Por qué tanto énfasis en militarizar la Guardia Nacional cuando no ha dado resultados? Las muertes en estos 4 años superan a las de cada sexenio anterior y la cuenta sigue y sigue, las masacres son más sangrientas y más frecuentes.

El presidente y su partido están sumamente empeñados en militarizar al país a como dé lugar, chantajeando, amenazando penalmente a los legisladores para comprar votos. Han dividido a la oposición para apoderarse de lo que falta y ganar las elecciones presidenciables próximas. Y sí hacen trampa, que lo harán, la Guardia Nacional los cuidará. Están cuidando sus espaldas entre otras cosas.

Continuamente engañan y distraen a la población, exhiben públicamente como traidores a quienes no están con ellos, intentaron castigar penalmente a los diputados que estuvieron en contra de su “reforma eléctrica”.

Esto me recuerda a la forma en que los Bolcheviques se apoderaron de la Duma ocasionando después una revolución interna y la toma de Rusia por Lenin, a los nazis, a Mussolini, a Chávez en Venezuela prometiéndoles el paraíso, al Foro de Sao Paulo, al Grupo de Puebla: la guardia nacional y la militarización es parte de su agenda.

El presidente está rodeado de asesores extranjeros e imitan lo hecho en Venezuela, entre ellos Héctor Díaz Polanco, Epigmenio Ibarra, Pancho Arias y otros.

Los socialistas ganan las presidencias a través de las elecciones, aprendieron que ya no se puede hacer por las armas, después para quedarse en el poder sabotean los órganos electorales, aquí al INE, y gradualmente siguiendo las directrices ya probadas del Foro debilitan los poderes judicial y legislativo y coaccionan para sumar votos imponiéndose. Saben que no puede hacerse de improviso y se disfrazan de ovejas.

La maldad actúa disfrazada

Un estilo tramposo y embauca bobos, pero muchos siguen creyendo en ellos por las promesas, porque se sienten representados y creen que velan por sus intereses, otros encandilados por las pensiones. Todos los socialistas engañaron a la gente, el mismo Fidel Castro fue invitado y aclamado como héroe por los estadounidenses hasta que se dieron cuenta.

Los cubanos, los venezolanos, los nicaragüenses y los demás no se dieron cuenta al principio lo que se les venía encima al aplaudirles a esos revolucionarios que les prometían el edén. Ahora se escapan los que pueden arriesgando sus vidas.

En vez de encuestar a la gente sobre su opinión de la militarización de la Guardia Nacional, deberían preguntarles cómo mejorar las policías locales, que necesidades de salud y hospitales faltan, cómo bajar la inflación, cómo sentirse más seguros, en qué aplicar mejor el presupuesto, las guarderías, el equipamiento a escuelas, y tantas cosas urgentes desatendidas.

Esto al menos reflejaría interés por la gente, pero están obsesionados con el poder y una vez que lo tomen no lo soltarán fácilmente. Por eso les urge la militarización de todo lo posible. Olvídate de tus derechos humanos, de apelar si te culpan, cuidado si no te detienes en la calle, de acusarlos de abuso, de que entren a tu casa sin una orden.

Si ahora ocultan su gasto y dan contratos a quienes quieren y hacen las cosas a su modo, imagínate que “el pueblo” y la indiferencia les dé más poder.

Con la bota encima imposible, se quedan con las galletas.