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Comentan ciudadanos

Mantener el rescate de La Noria, en Mazatlán, ha sido difícil, asegura Comité Ciudadano

Mesa redonda

Tras casi 5 años de trabajo comunitario, encabezado por el Comité Ciudadano de La Noria, una pequeña población de Mazatlán olvidada por sucesivos gobiernos y con una prensa que magnificaba la violencia que la asediaba, se ha convertido en un polo turístico nacional y extranjero de gran interés, que da trabajo a las familias que lo habitan y a las de pueblos vecinos.

De este tema hablaron empresarios, artesanos y ciudadanos de La Noria reunidos en dicho comité, quienes coincidieron sin embargo que, aunque el proyecto ha sido fructífero, ha sido difícil mantenerlo.

La charla se llevó a cabo en una nueva emisión del programa Cultura Comunitaria, esta vez con el tema “La Noria: Tierra de la talabartería y el agave”, en el marco del Festival de Primavera 2021 “Arturo Castañeda Dueñas”, bajo la conducción de Laura Verdugo y transmitido en vivo a través de la página de Facebook del Isic.

Silvia Michel Acosta, promotora turística y cultural con estudios de comunicación y educación, integrante de dicho Comité, habló de sus experiencias para retomar la normalidad en La Noria tras la racha de violencia que vivió hace algunos años, para lo cual hubieron de vencer resistencias de personas que se negaban a visitarlo, por lo que con mucha batalla llenó el primer camión con gente para promover el pueblo.

A su vez, Marisol Lizárraga, presidenta del Comité Ciudadano de La Noria y promotora cultural, se refirió al trabajo cultural que ha desembocado en la creación de un Museo Comunitario.

“Empecé con una Sala de Lectura, al que agregamos un taller de escritura de tradiciones y leyendas locales, y nos dimos cuenta que era muy interesante la cultura que teníamos y se nos ocurrió crear un Museo para enaltecer la memoria del pueblo de la Noria”, señaló.

“También conformamos una asociación civil que sesiona cada martes con base en un plan de trabajo anual, de donde surgió la idea del tianguis gastronómico, con eventos especiales que le hemos añadido, como el de Bésame Mucho, que ha tenido resonancia nacional”.

María del Pilar Ramírez Chávez, dueña del primer restaurante para turistas “El Sazón de la Abuela Tina”, dijo que les dolía escuchar que mucha gente decía que parecía un pueblo fantasma, porque no es cierto.

“Nos dolía ver cómo la gente de la Noria se iba a otro lado por falta de empleo, por lo que fue una lucha constante. Los turistas llegaban hasta La Vinata, pero evitaban a La Noria, aunque era rica en artesanías y gastronomía.

Roberto Morán Osuna, talabartero por 27 años y miembro del Comité, dijo que ese oficio lo heredó de su padre, creador de uno de los primeros talleres del ramo, y cuando empezó a llegar al turismo empezó a fabricar objetos con base en el cuero para que se los llevaran de recuerdo, y a su taller a la entrada del pueblo se unieron otros y el ramo fue creciendo.

Roberto Osuna, creador del concepto gastronómico turístico “La Vaca Lupe”, habló sobre los diversos atractivos que se han ido agregando al pueblo.

“Las comidas campestres, en restaurantes que huelen y saben a rancho, donde se echan las tortillas allí mismo, se asa la carne, se calienta la barbacoa. Este es un proyecto familiar pero hoy contamos con más de 60 empleados, no solo de La Noria sino de los alrededores”.

Luis Carlos Salas Marchén, emprendedor del Tianguis Dominical La Noria, mi pueblo querido, habló sobre la oferta del tianguis, en el que las personas han producido e innovado diferentes comidas, creando productos nuevos, desde tamales de colachi hasta diversas cajetas muy particular, con marcas propias para que las familias las exploten en el tianguis y pero que ya se comercializan en Mazatlán.

El hotelero Aureliano Reátiga Aispuro comentó que ha aprovechado su hotel para impulsar y promover tours en la región, que van desde los alrededores del pueblo en bicicleta a visitas a la presa Picachos, a los petroglifos de la Ciudadela y a otras comunidades.