Los líderes influyen para bien o para mal hasta donde la gente lo permite. Hay quienes maduran y otros que se dejan engañar ¿Qué ciudadanos quieres tú que ganen?
Líderes buenos y malos
Los líderes permiten que un grupo se convierta en un equipo. La destrozada Alemania fue unida por Hitler; su influencia levantó la economía y su humillado orgullo nacional. Los contagió con su visión que incluía extender su Reich en sus vecinos y lo logró con una inusitada audacia sin disparar un tiro hasta que invadió Polonia desatando la 2ª Guerra Mundial. Su liderazgo bélico sorprendió y venció a los aliados demasiado rápido.
Nada parecía pararlo hasta que su megalomanía y autoritarismo lo llevaron a quitar a sus más capaces generales y a rodearse de lacayos, al Gral. Keitel le decían “Lakeitel” los otros mandos, inmolando a Alemania pudiéndose rendir mucho antes para evitar tanta destrucción, en sus palabras “el pueblo alemán no merece vivir por no haberse defendido hasta morir”.
¿Qué papel tuvo el pueblo?
Al principio no lo tomaron en cuenta pero con su encendida retórica los fue convenciendo instalando el odio, la supremacía racial e inventando culpables, “el judaísmo internacional” y usando a la Gestapo para reprimir a sus contrincantes. Los ciudadanos despiertos se dieron cuenta que a pesar de sus logros venía lo peor y huyeron, otros lo intentaron asesinar, los que creían en él fueron arrastrados a la locura dejándose hechizar, se decían y era cierto: estaban mejor que nunca.
¿Se dieron cuenta los alemanes de lo que vendría? Sí, pero no lo quisieron asimilar. Trabajaban en las fábricas de armamento, se enlistaban en el ejército, veían los desfiles, la quema de las tiendas con los trenes de judíos, los campos de concentración que se construían, pero se embelesaron con sus discursos de odio. El problema es que todos pagaron muy caro esta estulticia muriendo entre 50 y 60 millones en el mundo. Todo por abrazar una locura.
Hay una correspondencia entre un líder y su pueblo para bien o para mal. El líder necesita de seguidores y la gente de un líder ¿Pero hasta qué punto?
Una fórmula efectiva
Hay una manera socorrida de hechizar a una nación: instalarles el odio, el resentimiento, dividirlos, buscar culpables, comprar seguidores con pensiones así no querrán ver la corrupción del clan, “todos roban, al menos éste me da dinero”, repetir “ya se acabó la corrupción”, que “ser pobres no es malo”, repetirles frases “no volver al pasado”, “eran peores”, criticar sus errores; negar la verdad por venir de los opositores; la prensa y la gente cayeron en el garlito de la distracción comentando las bobadas diarias, sin percibir que se ha vuelto boba acostumbrada a oír bobadas. Se trata de un probado adoctrinamiento.
La pobreza cuenta.
Gastar de más en obras públicas no rentables y crear más pobreza cuenta, esto fue dicho textualmente en una mañanera: “con ayudar a los pobres va uno a la segura, se cuenta con ellos para apoyar a la Transformación... No es un asunto personal, es un asunto de estrategia política. Morena obtiene sus votos con la gente más ignorante, entre más analfabetismo más apoyo a Morena”. En la Argentina la sociedad madura está venciendo a la ignorante, estos seguían votando por un sistema que los empobrecía... ¡a cambio de pensiones! Pero la inflación se las comía de un día para otro.
No es coincidencia
Lo que ocurre en México no es aislado, insistimos que se ha repetido en Venezuela, Nicaragua y justo ahora en España. La diputada Eva Millán de Vox en el congreso le dijo en su cara al 1er ministro Pedro Sánchez de izquierda: “le molestan los jueces que se le oponen, los periodistas que lo delatan, le molesta rendir cuentas, la oposición, la opinión pública, la separación de poderes, le molestan los transportistas, los agricultores, los ganaderos, todo aquello que no comulgue con su relato, y a Ud. en especial le molesta mucho que haya un poder superior encima de Ud.: el poder judicial, que le recuerde que tiene que respetar la constitución, porque Ud., igual que cualquier otro español, está sujeto a la constitución y al resto del orden jurídico, le guste o no”.
“Solo la soberbia de su gobierno explica que se atrevan a referirse a los jueces como golpistas... este gobierno ha sustituido la democracia por sus imposiciones y la soberanía nacional por la voluntad de los que quieren romper España, maniobran para gestionar la impunidad de sus socios y el asalto a las instituciones en un circo mediático del que hasta sus votantes se avergüenzan, sin ley no hay democracia, y aunque le cueste creerlo, ni siquiera Ud. está por encima de ella, ya le queda poco”.
Madurez ciudadana
El que tenga oídos que entienda y abra sus ojos. No se puede forzar a nadie a la sensatez ni a tener sentido crítico. Ambas condiciones más dolernos de la violencia e injusticia ajena y beneficiar a los demás, denotan madurez cívica. Lech Walesa líder de los obreros polacos encabezó su movimiento “Solidaridad” que detonó la caída de la URSS con sus huelgas.
La diferencia entre nosotros es que unos maduran antes, otros después, o nunca: uno decide.
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