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Columna

Las dos caras del ejemplo

Realizar sucesos extraordinarios notorios suscita imitadores para bien y para mal.
FACTOR HUMANO
04/06/2022

Abren puertas

Sucede que cuando alguien realiza una hazaña imposible o realiza algo inédito o insospechado, provoca imitadores tarde o temprano. Romper hitos demuestra que es posible lo que parecía imposible o hacer lo que a nadie se le había ocurrido para destacar.

Hillary y Norgay no imaginaron las reacciones que provocaría su éxito al coronar el Everest en 1953, entonces parecía imposible. Mallory e Irvine habían muerto a solo 300 metros de la cima del mundo de 8, 848 m. en 1924.

Ahora mencionaré a un modesto tapicero español jubilado de 83 años con una prótesis en la rodilla. A esa edad cuando la salud cobra facturas y la mayoría piensa en cuidarse, Carlos Soria tiene muy fijo su proyecto: coronar las 2 montañas que le faltan de las 14 más altas del mundo.

Carlos Soria tiene el récord de ser la persona de más edad de haberlas escalado. Este mayo 2022 regresó de intentar una de 8,167 m., a pesar de varias tentativas anteriores, al igual que con la otra montaña pendiente.

Su primer “ochomil” fue a los 51 años, arriba de los 65 subió 8 de ellos, el Everest a los 62 y uno a los 69 sin oxígeno. “Nunca me voy a encontrar mejor que cuando tenía 52 años” dice.

Su prótesis le dificulta ponerse las botas, su mayor molestia es orinar acostado en un bote dentro de la tienda, se hace de rodillas, cuando el tiempo es inclemente.

Porfiado, ahora se fue al Himalaya sin el patrocinio empresarial gracias a un amigo, es muy caro, pero cuando se propone algo lo ejecuta, con limitaciones, porque tiene una misión: honrar a las personas mayores que han muerto por el Covid y demostrar que la edad no es el límite para seguir viviendo intensamente”.

Un hombre muy prudente

El ego, la gloria y sobresalir resultan mal consejeros. “El objetivo sobre todo es volver, disfrutar de la montaña y no tanto hacer cumbre”, dice.

La montaña es cosa seria, hemos visto a los 5 mil metros como el piolet se les dobló a unos porque el sol endureció el hielo más arriba, a uno lo bajaron 6 rescatistas por el mal de altura, cosa muy frecuente; el clima cambia en 5 minutos y te impide ver abajo.

Solo el Everest ha cobrado la vida a 300 estiman, pero en un día 354 personas hicieron cima el 23 de mayo 2019.

El mayor éxito de Carlos Soria no son las cumbres, es otro: “uno de mis mayores logros es no haber tenido que ser rescatado jamás y no haber sufrido siquiera congelaciones”. Cosa muy frecuente que incluye a los expertos.

“He tomado la decisión de bajar estando a solo 80 metros de la cumbre, otros empecinados suben con riesgo de su vida” y así ha sucedido varias veces. “La norma es el sentido común”.

“Una vez subí con el estómago pensando que me estaba jugando la vida, he sentido el miedo de estar en una avalancha”.

“Hay gente que solo piensa en hacer cima, yo pienso en conservar la vida, en la seguridad y que bajar es muy importante”.

Carlos pondera todo, el clima, los avisos, calcula y no se arriesga innecesariamente, además sube con amigos profesionales. La verdadera razón de por qué no ha conquistado esos 2 “ochomiles” pendientes es su destacada prudencia. Si lo hubiese hecho quizás no estaría aquí contándonos sus historias completito.

“Soy consciente de que soy una fuente de inspiración para mucha gente mayor y me hace mucha ilusión”.

Ahora veamos otros ejemplos.

Los malos ejemplos

La reciente matanza de Uvalde, Texas no ha brotado de la casualidad, a nuestro juicio otros la inspiraron, amén de la prioridad de otras causas. El mal ejemplo como el bueno genera seguidores, la fama y la notoriedad lo estimulan, los medios juegan un papel decisivo.

En EEUU le llaman copycat a quienes imitan el mal ejemplo, lideran los tiroteos masivos a pesar de que se incrementan muy drásticamente, solo en el 2022 al 24 de mayo ha habido al menos 212 tiroteos de más de 4 muertos (Gun Violence Archive).

Algo les está fallando, lo saben y no quieren corregirlo: se venden armas hasta en los supermercados y restaurantes.

Armados como nadie en el mundo, seguirán las matanzas por lo visto. El negocio de las armas puede más que las vidas y compran a los políticos, además está en su ADN. Otros países las están prohibiendo.

En México las cifras de muertes y desapariciones son astronómicas: nos acostumbramos por los medios. Publicarlo es navaja de doble filo.

Mientras que la locura de matar se vea normal propiciará imitadores. Allá matan por odio, aquí por poco dinero.

¿Qué tanto afecto y pendiente estás de tus hijos y vecinos?

A continuación un video muy reciente.